Análisis

'La isla de las tentaciones', ante el riesgo de la sobreexplotación tras dos años de infarto en Telecinco

Josué y Zoe, pareja de 'La isla de las tentaciones 4'

Pedro Zárate

Dice el refrán que “lo poco agrada y lo mucho cansa”. Y precisamente a esto se arriesga Mediaset, a agradar poco y cansar mucho, lanzando su quinta temporada de la marca Tentaciones en menos de dos años. Y es que pueden ir cuatro ediciones de La isla de las tentaciones y una de su spin-off, La última tentación, en un margen de apenas 22 meses, los que abarcan desde enero de 2020, cuando se estrenó la primera edición del formato original, hasta este próximo noviembre, cuando previsiblemente se estrene la cuarta.

Tan vertiginoso es su ritmo de emisión que Telecinco ya ha desvelado las parejas protagonistas de La isla de las tentaciones 4 cuando La última tentación ni siquiera ha vivido todavía sus 'Círculos de fuego' finales, lo que evidencia las prisas que tiene la cadena por lanzar cuanto antes lo nuevo de su exitoso reality. Y motivos para ello no le faltan, la verdad.

Para empezar, porque Telecinco necesita un reclamo potente que cubra el hueco de La última tentación y no le haga perder fuerza ante Antena 3. Por día de emisión (la noche de los miércoles), periodicidad y rendimiento en audiencias, la opción ideal sería En el nombre de Rocío, pero la segunda parte de la docuserie de Rocío Carrasco está todavía en fase de grabación.

La vuelta de Idol Kids también queda descartada de inmediato al haber abierto hace poco el casting para su segunda edición. Y La que se avecina, cuyo regreso ya se está promocionando en pantalla, apunta más a ser el relevo de El Pueblo la noche de los lunes -a la comedia rural le quedan dos capítulos para acabar su temporada- que el sustituto directo del programa más visto de Telecinco en este inicio de curso.

La marca 'Tentaciones', a la altura de 'La Voz' y 'MasterChef'

En resumidas cuentas, si La isla de las tentaciones 4 va a ver la luz tan pronto es porque es el único candidato real a coger el testigo de La última tentación y garantizar, en la medida de lo posible, sus datos de audiencia. Pero con ello, Telecinco asume el riesgo de caer en la sobresaturación y provocar el hastío de la audiencia, pues cuesta encontrar una marca televisiva que haya sido tan explotada en tan poco tiempo como las Tentaciones. Aunque como suele decirse, haberlas haylas.

La Voz, por ejemplo, llegó en 2019 a Antena 3 con hasta tres ediciones diferentes en un mismo año: la normal (enero-abril), la Senior (mayo-junio) y la Kids (septiembre-diciembre), que tuvieron un rendimiento dispar. Igual que las ¡cinco! versiones diferentes de MasterChef, que La 1 emitió solo en 2020: la séptima edición Junior (diciembre 2019-enero 2020), la octava de anónimos (abril-julio), la quinta Celebrity (septiembre-diciembre), el especial Abuelos (25 de diciembre) y la octava Junior (diciembre 2020-enero 2021).

'La isla de las Tentaciones 4', una edición clave para el futuro

Vemos, pues, que el frenético ritmo de emisión de las Tentaciones no es un caso único en nuestra televisión reciente, pero sí uno muy particular por su propia gestación. A diferencia de los otros ejemplos citados, el formato conducido por Sandra Barneda no ha seguido los tiempos habituales que marca la pequeña pantalla. Ese año que, por norma general, los talents y reality shows dejan pasar entre una edición y la siguiente aquí ha brillado por su ausencia, habiendo emitido tres ediciones diferentes poco después de cumplir sus primeros 12 meses de vida.

Y en realidad esto tiene su parte de lógica. No podemos obviar la influencia de la pandemia, que a buen seguro se encuentra entre las razones que llevaron a grabar las temporadas de las Tentaciones de dos en dos. En este sentido, las ediciones 2 y 3 de La isla de las tentaciones se emitieron casi de seguido, con apenas dos meses de diferencia entre el final de una y el inicio de otra.

Ahora, salvo sorpresa de última hora, esa distancia se recortará notablemente entre La última tentación y La isla de las tentaciones 4. Por las necesidades de Telecinco, sí, pero también por la naturaleza del propio formato, tan propenso a los spoilers y tan marcado por su capítulo final -un reencuentro de las parejas que se graba seis meses después de lo ocurrido en República Dominicana para que esté lo más pegado posible a nuestro presente- que retrasar su emisión más de lo debido puede acabar convirtiéndola en una producción caduca.

Por tanto, aquí se juntan las necesidades de Telecinco con las particularidades del programa producido por Cuarzo. Y ambas cosas pesan más que el descanso que necesita la marca Tentaciones para no quemarse antes de tiempo.

La última tentación ha lanzado un primer aviso liderando con unos datos muy por debajo de los marcados por el formato original -en parte, por las nuevas mediciones de audiencias-. Veremos si La isla de las tentaciones 4 deja este descenso en anécdota por la dinámica independiente del spin-off o si, por el contrario, lo convierte en un verdadero síntoma de agotamiento por parte del público.

Por ahora, lo único seguro es que Telecinco ofrecerá “más imágenes” de La isla de las tentaciones para mantener viva la llama entre la audiencia y el programa. Otra cosa es que el amor, parafraseando a Rocío Jurado, se acabe rompiendo de tanto usarlo. Muy pronto saldremos de dudas.

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