En las últimas semanas, J.K. Rowling está dando mucho que hablar. Tras las críticas recibidas por celebrar el fallo del Tribunal Supremo de Reino Unido sobre la definición de mujer, en el que dejaba fuera a todas las personas trans, ahora vuelve a ser tendencia tras afirmar que “no despediría a nadie por tener unas creencias distintas a las suyas”, en referencia al actor Paapa Essiedu, que dará vida a Severus Snape en la serie de Harry Potter de Max.
Rowling ha generado controversia desde 2020 por compartir regularmente en redes sociales comentarios tránsfobos y su postura antitrans. Como viene siendo habitual, la escritora británica de una de las sagas más queridas, ha asegurado a través de X (antiguo Twitter), que no va a prescindir del nuevo Snape: “No tengo el poder de despedir a un actor de la serie y tampoco lo haría si pudiese. No creo en quitar el trabajo o el sustento a la gente por tener unas creencias protegidas legalmente que son diferentes a las mías”.
Este comentario se produce días después de que Paapa Essiedu decidiera sumarse a firmar una carta abierta junto con 400 actores de la industria cinematográfica (entre los que se encuentran también Eddie Redmayne de la saga Animales fantásticos) en la que se comprometían a proteger a la comunidad trans.
Cierto es que el tuit de la escritora surge después de que varios actores se hayan posicionado en contra de la nueva ficción sobre el niño mago que está preparando Max para los próximos años. La más dura fue la actriz Nicola Coughlan, más conocida por su papel como Penelope Fearherington en Los Bridgerton, quien dijo que “no la tocaría ni con un palo de 3 metros”.
Durante el estreno de la cinta de Marvel Thunderbolts en Londres, el actor Pedro Pascal defendió a la comunidad trans con una camiseta en la que se podía leer: “Protege a las muñecas”. El actor de The last of us también criticó a Rowling por su “atroz comportamiento de perdedora”, después de que la autora se jactara en redes sociales del fallo del Tribunal Supremo.