Los antenistas dicen que están desbordados y no llegarán a tiempo para el Mundial
La Federación Nacional de Instaladores de Telecomunicaciones aseguró hoy que “es imposible que en localidades o zonas importantes se pueda adaptar el parque de antenas colectivas” para la recepción de la señal analógica de La Sexta en el plazo que resta hasta el comienzo del Mundial, el 9 de junio. La asociación asegura que la “intensa demanda” ha provocado que sus miembros no den cita para preparar las antenas en plazos inferiores a quince días. Fenitel recuerda que en zonas del territorio las emisiones de La Sexta no se han iniciado y por lo tanto “nada se puede instalar”, y recuerdan que el inicio de las primeras televisiones privadas necesitó de entre 9 meses y un año para que el sector pudiera completar la adaptación a partir de que existiera una señal correcta. Sobre la cobertura, los instaladores recuerdan que la potencia de la señal de la cadena generalista “está limitada” en su concesión administrativa, con una cobertura estimada del 70 por ciento de la población en el sistema analógico, mientras que el despliegue de la Televisión Digital Terrestre alcanza al 80 por ciento de la población. “Esta limitación de potencia provoca en muchas ocasiones que,a la hora de realizar la adaptación analógica de la antena colectiva, la señal recibida en antena no permita ofrecer en la toma de los usuarios una señal con la misma calidad que el resto de las emisiones de ámbito estatal, e incluso, que en determinadas áreas la señal sea tan débil que no sea factible técnicamente incorporarla a la antenacolectiva”, aseguran en un comunicado.
Fenitel advierte además que, debido a la alta concentración de la demanda existente, “se está produciendo una situación de práctica ruptura de 'stock' de los materiales” necesarios para la adaptación en las antenas colectivas de determinados canales radioeléctricos.
Por último, la federación afirma que sus profesionales y responsables, “han dado, dan y darán un servicio profesional a sus clientes, y ello pese a quienes pretendan banalizar su función social, señalarlos como supuestos responsables de una situación que les resulta totalmente ajena, o intenten desvirtuar el coste real de los trabajos necesarios para dar a los usuarios el servicio que éstos se merecen”.
