Belén Rueda: 'La cirugía estética es peligrosa, pero necesaria en algunos casos'
Belén Rueda está de vuelta en la pequeña pantalla. Tras el final de 'B&B' en Telecinco, la actriz ha cambiado de 'casa' para protagonizar 'La Embajada', thriller político que se ha estrenado con éxito en Antena 3. Con motivo de su regreso a la actualidad televisiva, la intérprete ha ofrecido una amplia entrevista a YoDona, en la que ha tocado todos los palos.
La actriz, que vuelve a meterse en la piel de una periodista, reconoce que “de pequeña quería ser periodista de informativos, porque creía que sabían muchísimo por ciencia infusa”, aunque su vocación es la arquitectura, de la que estudió dos años de carrera. “Nunca esperé acabar en esta profesión ni que me diera tantas cosas buenas”, confiesa.
Con respecto a su carrera, Rueda asegura que “en España nos hemos cargado el tabú de que los actores de televisión no pueden hacer cine o teatro, una idea estúpida porque en eso consiste este trabajo, en cambiar de registro” y que no hay respuesta a la pregunta de por qué unas triunfan y otras no: “Tal vez las circunstancias, la suerte, el talento, o la determinación; pero es difícil medir la influencia de eso.Ahora estoy metida en 'La embajada', sé que es algo diferente y me llena de ilusión, estoy segura de que tiene todos los ingredientes para que funcione, pero no puedes quitarte de la cabeza la idea del fracaso”.
En cuanto a la industria, la actriz admite que “algo de machismo tiene, desde luego. Si vamos a ver las cifras, solo un 10% son directoras; en el mundo del guion también se encuentran muchas menos mujeres, y eso hace que no haya muchas tramas sobre ellas”.
Sobre si el paso del tiempo en las actrices lo remedia un cirujano, Belén Rueda asegura que “no estoy en contra de la cirugía estética, es necesaria en determinados casos. Resulta peligroso que las actrices se toquen la cara, es nuestra herramienta más visible y la que muestra lo que te sucede por dentro. Si te pasas con el bisturí dejas de ser tú”. Su secreto asegura que es cosa de la genética: “Me viene de mis padres, y como desde muy pequeña hice la carrera de ballet, me imprimió una disciplina buena para la vida y para cualquier trabajo. Me divierte hacer deporte”.
¿Su vicio? Fumarse tres pitillos en las pausas de rodaje: “fumo muchísimo. No empecé hasta los 36 años, cuando mi personaje de 'Periodistas' me contagió el vicio. Cuando estoy estudiando, para no fumar tanto como pipas”. Fuera del plató, su pasión secreta es el coche: “Me permite alejarme con mi música, me gusta conducir, me da la sensación de que el tiempo es solo mío y de que puedo escaparme a donde se me antoje”.
“Muchas veces me dicen que soy la vecina que todo el mundo quisiera tener, la mamá que cualquier niño quisiera tener, la esposa que todo el mundo quisiera tener. Y todo es mentira”, concluye.