El pasado viernes finalizó en Brasil la telenovela «Nuestra señora del destino», considerada ya el mayor éxito de público de este prolífico género en la historia de la televisión de ese país. Emitida por Globo, este culebrón alcanzó en su desenlace un espectacular 83 por ciento de «share» en Sao Paulo, es decir, casi tres millones de hogares observaron el final en la capital económica de Brasil. A falta de datos en el resto del país, nadie duda de que los porcentajes presentarán escasa variación y seguirán confirmando el carácter de hito de esta producción, que, atendiendo a su trama principal, recupera las constantes más clásicas del género. La historia de «Nuestra Señora del destino» cuenta las peripecias de una viuda con cuatro hijos que trata de recuperar a su hija menor, robada más de 30 años atrás.l final, feliz, por supuesto, incluyó boda entre los héroes de la función y el suicidio de la villana. Los guionistas no escatimaron detalles para atraer al mayor número posible de espectadores en el capítulo final, recurriendo incluso al populismo. «Es Brasil, mi gente. Es el mejor lugar del mundo para vivir, trabajar, amar y ser feliz», sentenciaba la protagonista, en tono triunfalista y algo chauvinista, en la última escena de la novela, donde una comida con toda la familia reunida y sonriente, puso fin al drama que por meses tuvo a millones en vilo.