“¡Estamos dentro!”, nuevo libro sobre la trastienda de la TV

“La televisión no está para educar, para eso están la familia y la escuela”, afirma Luis del Val, que presentó hoy su nueva novela, ¡Estamos dentro! (Espasa), en la que narra la ambición, el tráfico de influencias y la lucha de poder en la televisión.

El periodista declaró que está en contra de “prohibir” cualquier tipo de programa de televisión pues “cada pueblo tiene la tele que se merece”. Asimismo, argumentó que “si una persona tiene una familia y una educación estructuradas, será consciente a la hora de elegir lo que ver en la tele”.

Inspirado en su propia experiencia, Del Val recrea situaciones que frecuentemente suceden detrás de las cámaras de la mano de dos personajes: Katy Melvart, una famosa presentadora de televisión, ambiciosa y manipuladora, y Juan Iglesias, un tipo corriente que se convierte de la noche a la mañana en uno de los presentadores más conocidos de la tele.

“No es un ajuste de cuentas contra nadie”

Del Val aseguró que la obra “no es un ajuste de cuentas contra nadie”. “No es una novela vengativa. Si fuera mi primer libro podría haber alguna sospecha”, bromeó, añadiendo que podrá “volver a la tele” después de '¡Estamos dentro!'.

El título es una referencia a la señal de que ha empezado la transmisión en directo, pero también hace un juego de palabras con la idea de estar o no en la televisión, algo que, se convirtió en una “perversión”, según el autor de 'Buenos días, señor ministro' (Premio de Novela Café Gijón, 1987) y 'Crucero de otoño' (finalista del Premio Primavera 2008).

“Antes, estar en la tele era un medio para expresar sus ideas, pero ahora se ha convertido en un fin en sí mismo”, apostilló, añadiendo que “el deseo de sobresalir en la tribu es genérico y la tele produce un eco desmesurado de eso”.

Una novela que “aúna todos los arquetipos de la tele”

Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de la Televisión, que presentó el libro junto al escritor, declaró que la novela aúna “todos los arquetipos de la tele” y que la retrata “de manera magistral”, “como un río de emociones”.

Del Val rellenó la novela con 'cameos' y guiños al lector. “Tendremos que hacer un concurso para adivinar en quién están inspirados los personajes”, bromeó Campo Vidal. Por su parte, Del Val confesó que no le gusta criticar a la televisión, un medio por el que siente “ternura”. “Me parece un elemento imprescindible y que cambia la sociedad”, añadió.

Asimismo, Campo Vidal destacó que “todos estamos dentro de la nube volcánica de la tele, que se desplaza todo el tiempo de un lado al otro y conduce a situaciones muy difíciles”. “Todo es transitorio y eso era un poco lo que yo quería reflejar en la trama”, concluyó Del Val.