Elisa Mouliaá estalla contra una revista del corazón: 'Tenéis el alma podrida'
Elisa Mouliaá, presentadora (TVEmos) y actriz a la que hemos podido ver en lasrecientes 'Buscando el Norte', 'Olmos y Robles' y 'Rabia', ha publicado en sus redes sociales su indignación hacia una popular revista del corazón española por, a su criterio, el modo que esta tiene de “denigrar” y “ridiculizar” a la mujer.
La joven intérprete ha calificado al semanario de “prensa absurda y sensacionalista que hace muchísimo daño a la sociedad cuestionando constantemente el cuerpo de la mujer”. Para justificar su punto de vista, Mouliaá ha puesto como ejemplo las “fotos robadas de actrices en la playa” con las que a su juicio la revista ilustra parte de su contenido, acusando a esta de señalar los “defectos” de las televisivas, los cuales son “criticados, parodiados y ridiculizados con onomatopeyas desagradables como ”Argg“ o ”buaj“ entre más cosas”.
“Es normal que Belén Rueda o Ana Duato no tengan la tripa más dura del universo (porque señores, tienen más de 40 años y son capaces de aceptar su madurez) pero son mujeres que se comen la pantalla y la llenan de luz y colores”, afirma en defensa de algunas de sus compañeras de profesión.
Por otra parte, Mouliaá asegura que este tipo de mensajes “potencian un prototipo de mujer ”perfecta“ inexistente”, alegando que estos contribuyen a prolongar “la inseguridad de toda mujer que compra la revista y luego se mira al espejo”.
La actriz ha afirmado sentirse “harta” de la “constante” atención que a su criterio concentra el cuerpo e imagen femenina en los medios, haciendo referencia a la apariencia física de las celebridades, objeto de mira: “Somos actrices, señores, no maniquíes, nosotras contamos historias. No somos esclavas de vuestros estúpidos mensajes. Somos mujeres que crecemos y creemos en nosotras mismas, y estamos a gusto con las caderas anchas, las piernas cortas o los pechos pequeños, y somos bastante más felices de lo que seréis jamás vosotros, que os lucráis criticando a la mujer pero tenéis el alma podrida”, concluía, rotunda.