Así cambiará su vida a corto plazo

De ganar 500 euros en la mina a contratos televisivos por 32.000

Casi 70 días después, el “entierro” a 700 metros de profundidad ha terminado para los 33 mineros chilenos. Y ahora, al parecer, están dispuestos a rentabilizar su calvario a golpe de regalos y talonarios. Y los medios de comunicación tampoco están dudando en firmar esos cheques.

Y parece lógico, si tenemos en cuenta que según cálculos, su liberación ha tenido una audiencia de unos mil millones de espectadores, y que incluso en España Antena 3 ha querido aprovechar su tirón para grabar una TV-movie sobre la situación.

Un crucero en Grecia, homenajes del Real Madrid y del Manchester United, entrada vitalicia gratuita al estadio del Universidad de Chile, el último Ipod regalo de Steve Jobs, rosarios regalados por el Papa Benedicto XVI, diversas camisetas de clubes de todo el mundo firmadas por los jugadores… son sólo algunos de los regalos que recibieron y siguen recibiendo.

Formarán una asociación para gestionar sus apariciones mediáticas

Y si nos centramos en el dinero, parece que su futuro está más que garantizado, al menos mientras los focos de la prensa sigan en la mina San José. Los mineros tomaron la decisión de seguir el ejemplo de los supervivientes del accidente aéreo en los Andes en 1972 y formarán una asociación para gestionar sus apariciones mediáticas. Además, acordaron que cada uno podrá hablar sobre su experiencia pero no sobre sus compañeros.

Por su trabajo en la mina cobraban unos 500 €, y ahora se habla de contratos para aparecer en televisión de 32.000 €, indemnizaciones del estado y la compañía minera de más de un millón de euros, ingresos de 125.000 € por cada 100.000 ejemplares vendidos de un hipotético libro, e incluso la recaudación donada de la película “Los 33”, dirigida por el cineasta chileno Rodrigo Ortúzar, que ya ha estado en la mina tomando imágenes.

El diario “El País” también se hace eco de la situación

El diario El País, por medio de su enviado especial F.Peregil, ofrece hoy una visión más cercana del “fenómeno minero” en este artículo que por su interés reproducimos a continuación.

En él, se subraya cómo ha cambiado la actitud de los familiares, y se desvelan los acuerdos económicos que se firmaron cuando los mineros estaban todavía dentro de su encierro.

“Hay 2.000 periodistas acreditados en el campamento de la Esperanza, al pie de la mina San José, compitiendo por encontrar una toma de corriente, una mesa y... sobre todo, por una buena entrevista. El comentario generalizado entre varios compañeros chilenos es que la puja por las declaraciones en exclusiva de los familiares la iniciaron los canales japoneses de televisión. Pero no fueron los únicos.

Contratos firmados por los mineros dentro de la mina

Fuentes del diario alemán Bild indicaron que la semana pasada enviaron a uno de los mineros bajo tierra un contrato en el que se comprometían a pagarle unos 20 millones de pesos chilenos (32.000 euros) a cambio de sus declaraciones durante 72 horas. Primero le ofrecieron la mitad y después de varios tira y afloja, se fijó esa cantidad. El contrato lo firmó el propio minero.

Un minero con mucha cualificación y experiencia apenas podría aspirar hace tres meses a un salario de 2.000 euros. Ahora, en apenas unas horas podría cobrar infinitamente más.

Una foto con el minero conociendo a su hija, a subasta

Un periodista británico y su compañera brasileña acudieron el viernes a la casa de Ariel Ticona, quien fue padre mientras estaba enterrado. En la casa, su esposa, Elisabeth Segovia, acunaba a la niña que parió hace un mes y a la que bautizó con el nombre de Esperanza, por expreso deseo de su marido.

El objetivo de los dos periodistas era proponerle a Elisabeth que en cuanto viera a su marido, en la zona restringida para los periodistas, le hiciera una foto junto a la recién nacida y se la pasara a ellos. Elisabeth no tenía ningún inconveniente... siempre que ellos cumplieran con una regla básica en cualquier subasta: “La foto se la llevará el que más dinero ofrezca por ella”, les dijo.

“Contribuciones” para asistir a las fiestas por los mineros

Elisabeth se encontraba rodeada de una veintena de familiares. Hablaban de la fiesta que le estaban preparando el sábado a Ariel. Los periodistas le preguntaron que si podían asistir. Le dijeron que sí, pero tendrían que contribuir. “Pensamos que se referían a alguna comida o bebida. Pero aclararon que había que hacerlo con dinero. Decían que tenían que pensar en el futuro de la niña”.

“Nos pidieron que solo entráramos con cámaras pequeñas y que no molestáramos mucho a Ariel. Y nos advirtieron de que una revista alemana iba a contribuir con 300 dólares (215 euros)”, explicó el periodista británico. “Por supuesto, no aceptamos”.

“La esposa pasó como un famoso asiduo de las revistas del corazón”

A medida que iban llegando los mineros hacia el hospital de Copiapó, el gran circo mediático se desplazaba. Y algunos familiares iban mostrando un comportamiento muy distinto del de hace unas semanas, cuando a ninguno se les había ocurrido pensar que podían cobrar por contar su drama.

Elvira Valdivia, la esposa del minero Mario Sepúlveda, pasó ante los periodistas como algunos famosos asiduos de las revistas del corazón: con gafas negras y sin detenerse a contestar.

Hace varias semanas el minero Edison Peña ya envió una carta a su novia desde la oscuridad en la que le advertía de que hasta que no estuvieran todos en la superficie no habría que cantar victoria, que tal vez se estaba frivolizando la catástrofe. Buena parte del circo se irá la próxima semana. Solo quedará el dinero que dejaron algunos, el buen recuerdo que dejaron otros y la alegría de haber rescatado a 33 personas“.

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