“Gran Hermano” arranca en Argentina con polémica y tristeza
El recurrir a los personajes polémicos para asegurarse la audiencia parece ya una práctica habitual en todos los países que ofrecen Gran Hermano. La tercera edición del reality show de Endemol arrancó en Argentina el pasado martes, 22 de octubre, con una gala semanal en Telefé, dos resúmenes diarios -a las 11.30 y a las 23.00 horas-, y un canal 24 horas en la plataforma Direct TV. En menos de una semana, tres de sus concursantes ya han protagonizado fuertes revelaciones. La respuesta de la audiencia ante estas “confesiones en cadena” fue tal –26,9 puntos de rating, el más alto del día después de la telenovela Son amores-, que Telefé decidió cancelar la película que tenía programada en domingo y ofrecer en su lugar un especial de dos horas de Gran Hermano. Si en las pasadas ediciones a los responsables de Gran Hermano Argentina se les acusó de haberse guiado únicamente por el físico para seleccionar a los concursantes, este año los productores parecen haber apuntado a personas con historias fuertes que contar. Y las confesiones no se hicieron esperar. Viviana, madre aparentemente soltera de 30 años, confesó que se dedicaba a la prostitución y que mantenía a su familia –una hija de seis años, su madre y sus hermanos-, aunque es “re decente”. Matías Bagnato (en la foto de portada) se declaró homosexual, además de superviviente de una tragedia. En 1994 perdió a su familia, sus padres y dos hermanos, en un incendio provocado. Otro concursante, Diego, dijo haber sufrido mucho por ser hijo de un militar. Las historias tristes no acabaron ahí. Eduardo dejó a sus compañeros boquiabiertos con el relato sobre su madre “rara” que lo abandonó a los dos años y su abuela, “aún más rara”, que “le hizo cosas muy jodidas que no voy a contar acá”. ¿Confesiones espontáneas o premeditadas? La crítica argentina se ha tomado las repentinas confesiones de los participantes de GH 3 con cierto escepticismo. “La primera semana de Gran Hermano sorprendió por la hemorragia de confesiones y la sospechosa artificiosidad de las tristes historias de cada uno de los integrantes”, escribía Fernanda Longo para el diario Clarín. “Está claro que estos chicos conocen las exigencias de la TV y ahorraron al espectador los tiempos muertos, yendo directos al golpe de efecto, conscientes de interpretar un personaje a la hora de conmover, ganar simpatías y contemporizar con sus potenciales adversarios”, añade. Sobre la tragedia de Matías, un crítico de La Nación opinaba: “¿Qué es lo que lleva a una persona que sufrió una pérdida semejante a aceptar la invitación de participar en un programa que va a poner sus emociones al límite y por qué un programa convoca a alguien con estas características con preguntas insoslayables”. A Telefé le preocupa la discriminación La concursante Viviana ya ha sido castigada por su confesión, al menos por sus compañeros. El martes resultó nominada por la mayoría de los habitantes, incluso por aquellos que habían declarado sentirse conmovidos por su historia. Según La Nación, los productores de Telefé están preocupados por esta nominación y por la lectura que de su expulsión pueda realizarse en el caso de que así lo decida el público. Viviana compite con Natalia, una joven que había comenzado una relación con Diego, otro habitante de la casa. La polémica en nuestro “Gran Hermano” A comienzos de la semana pasada, la periodista Carmen Hornillos dejó caer en el programa de Telemadrid Las mañanas de Alicia el rumor de que había una prostituta en la casa de Guadalix de la Sierra. Inmediatamente todas las miradas se dirigieron a Rocío, una de las nominadas esta semana, y la noticia se propagó rápidamente por todos los programas de televisión que hacen seguimiento del reality show de Telecinco. El hermano de Rocío aprovechó para desmentir el rumor, el pasado jueves, durante el programa especial que presenta Mercedes Milá, y atribuyó “las falsas acusaciones” a un ex novio de Rocío “que ya le hizo mucho daño en el pasado” y “probablemente ande buscando dinero” por esas declaraciones. Rocío podrá aclararlo todo ella misma si resulta expulsada por la audiencia el próximo jueves. De confirmarse su pasado como prostituta, sería la tercera concursante de Gran Hermano en confesar que ha ejercido esta profesión, después de María José Galera y Mónica en la primera edición. La figura del “maltratador” y la homosexualidad también han estado representadas en la versión española del reality show holandés, a través de Carlos “Yoyas” (Gran Hermano II), Raquel y Elba (Gran Hermano III).