La Fiscalía solicita 34 años y medio de cárcel

Juicio a la fan que intentó matar a la mujer de Paco González: “Me enamoré de él obsesivamente”

Juicio a la fan que intentó matar a la mujer de Paco González: “Me enamoré de él obsesivamente”

Lorena G., acusada de intentar matar a la esposa del periodista Paco González, ha asegurado en el juicio que se siente “muy culpable” y ha destacado que espera que “sean felices” y que “ojalá la puedan perdonar”.

“Me siento muy culpable y estoy muy muy arrepentida. Ojalá estas personas puedan perdonarme. No era mi intención hacerles daño. Ojalá sean felices y que no tengan miedo porque no les va a pasar nada”, ha declarado la acusada nada más iniciar su declaración. “Me enamoré obsesivamente. Pensé que era el hombre de mi vida”, ha aseverado.

La fiscalía pide 34 años y medio de cárcel para ella

La Fiscalía de Madrid solicita 34 años y medio de cárcel para la mujer que intentó el 8 de febrero de 2014 acabar con la vida de la mujer del periodista deportivo Paco González, mientras que solicita veinte años de cárcel para su novio por ayudarla en sus planes.

Lorena G. F. e Iván T. P. se sentarán en el banquillo de los acusados este lunes por la comisión de un delito de proposición para cometer asesinato, un delito de tentativa de homicidio, un delito de lesiones con instrumento peligroso y otro delito más de proposición para cometer asesinato.

El fiscal solicita, además, que se le aplique a Lorena G. la eximente completa de alteración psíquica recogida en el artículo 20.1 del Código Penal.

Según el fiscal, el día 7 de octubre de 2013, sobre las 09:30 horas, los dos acusados se reunieron en una cafetería de la Plaza de Santa Bárbara de Madrid junto con varias personas de nacionalidad rusa, las cuales no han podido ser identificadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

En dicha reunión los acusados ofrecieron a las otras personas 30.000 euros a cambio de que terminar con la vida de María Teresa I. A.. La acusada les entregó una nota que contenía las indicaciones precisas para localizar a la víctima.

En ella se describía a la víctima como “una mujer morena de unos 45 años” y se referenciaba la dirección en la que la podían localizar en La localidad de Las Matas. La dirección que incluía esa nota era errónea y, por tanto, los acusados no lograron su finalidad.

Abordadas en su propio coche

Meses más tarde, el 8 de febrero de 2014, sobre las 8.30 de la mañana, María Teresa, su hija María G. I., de 19 años de edad, y su otro hijo menor de edad se dirigían a bordo de su automóvil al colegio en el que estudiaba el pequeño.

Una vez que el menor se bajó del vehículo, y antes de que María Teresa reiniciara la marcha, Iván accedió al coche por la puerta del copiloto y se sentó en el asiento, que se había quedado libre, ya que era el que ocupaba el pequeño.

El acusado colocó un cuchillo de cocina de 30 centímetros de hoja en el costado de la mujer y la obligó a reiniciar la marcha, exigiéndola circular muy despacio y detenerse cuando él lo ordenara.

Mientras, María, que se encontraba en la parte de atrás del automóvil, intentó pedir ayuda a través del teléfono móvil, que le fue arrebatado inmediatamente por el asaltante, al tiempo que éste le decía: “Tú tranquila, que a ti no te va a pasar nada, esto no va contigo”. Al preguntar María Teresa si a ella le pasaría algo, el acusado manifestó: “Contigo sí: te tengo que matar”.

Poco después, Lorena G. F. accedía al vehículo por la puerta trasera derecha, con el rostro cubierto y gafas oscuras para no hacer posible su identificación. Portaba también un cuchillo, aunque de menores dimensiones que el de su compinche.

Una vez que la acusada se acomodó dentro del vehículo, Iván manifestó a María Teresa: “Lo siento, te voy a matar” y, con el claro propósito de causarle la muerte, le propinó una puñalada en el costado izquierdo.

Cuando Iván se disponía a propinar una segunda puñalada, que podría haber sido mortal, María se abalanzó sobre él desde la parte trasera del vehículo y evitó la nueva agresión, iniciándose entonces un forcejeo entre ambos.

Aprovechando la confusión, Lorena, con idéntica intención que su cómplice de quitar la vida a María Teresa, propinó una puñalada a la mujer desde la parte de atrás y también a su hija en la espalda, a fin de evitar la defensa que la joven hacía de su madre.

En ese punto, la puerta delantera del vehículo se abrió, cayendo a la vía pública Iván, María Teresa y María. María continuó forcejando con el acusado, mientras Lorena se dirigió nuevamente a María Teresa para propinarle una tercera puñalada en la zona del abdomen.

Finalmente, María Teresa logró arrebatarle el cuchillo a su agresora, logrando separarse de Lorena con su hija. Ambas mujeres sufrieron importantes lesiones físicas y psicológicas derivadas de la agresión descrita.

Como consecuencia de estos hechos, se procedió a la detención de ambos acusados el 8 de febrero de 2014, acordándose la prisión provisional comunicada y sin fianza por parte de la magistrada del Juzgado de Instrucción nº 5 de Móstoles, que se encontraba de guardia.

Nuevos planes desde la cárcel

Desde el Centro Penitenciario Madrid I Mujeres de Alcalá de Henares, la acusada Lorena G. persistió de manera decidida en su propósito de terminar con la vida de María Teresa.

Para ello, a través de otra reclusa, Ascensión M. F., contactó con José Carlos N. A. (pareja de la otra interna) y le ofreció dinero a cambio de terminar con la vida de María Teresa.

Cuando se percató de que el encargo realizado no se vería cumplido, en mayo de 2014, ofreció 6.000 euros a Juana N. A., interna del mismo centro penitenciario. El plan era que, una vez producida la cercana excarcelación de Juana, pusiera fin a la vida de María Teresa y su hija María.

Para ello envió varias cartas fechadas entre el 14 y el 29 de mayo de 2014 insistiendo en su propuesta. En dichas misivas remitía la misma información con similares indicaciones que en las ocasiones anteriores.

La acusada padece un trastorno erotomaniaco

Según la prueba pericial psicológica efectuada el 3 de diciembre de 2014, la acusada padece un trastorno delirante de tipo erotomaniaco con episodios múltiples, agudos y graves.

La relación de causalidad entre dicho trastorno psicopatológico y los hechos relatados permite afirmar que sus capacidades cognitivas y volitivas se encontraban anuladas en el momento de la comisión de dichos actos delictivos. Asimismo, los especialistas psiquiátricos aconsejan el sometimiento a tratamiento especializado hasta la remisión total del cuadro clínico.

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