Así es Matías Roure de 'First Dates' tras las cámaras, el barman que enamora en TV

Por Paula HergarPaula Hergar

Matías Roure es, sin duda, uno de los reclamos de 'First Dates'. El programa del amor que arrasa cada día en Cuatro tiene un equipo fijo, liderado por Carlos Sobera, que ha lanzado a la fama al barman argentino.

Hasta el pasado mes de abril, Matías era un anónimo entrenador personal de 33 años que llevaba 12 en España, y que había trabajado en la noche (aunque ya se había cansado). Y un golpe de suerte “de los que te pasan solo una vez en la vida”, hizo que encajara perfectamente en lo que buscaba Warner para hacer los cócteles de sus citas.

Del anonimato a la fama nacional

Así, Roure ahora es famoso, sus fotos de jovencito se han viralizado e interesa también su vida privada. En especial, su relación con Lidia Torrent, la camarera con la que se les ha fotografiado juntos.

En Vertele pasamos una noche de cócteles con él y, podemos asegurar que su 'regateo' es innato, “nací en un país de buenos futbolistas”, y aunque pocas fueron las preguntas que nos respondió con rotundidad, su encanto y gracia argentina - mezclada con sus años en nuestro país - son suficientes para entender que le escogieran entre “muchísimos chicos” en el casting. Aunque se defina como un “bicho raro”, las risas con él están aseguradas.

Así nos habla de cómo llegó a la televisión, las historias de amor que vive en el programa, la suya (si existe) con su compañera, confiesa sus defectos, sus técnicas de ligue y hasta las relaciones que ha tenido hasta hoy.

¿Cuáles eran tus planes cuando llegaste a España?

Llegué a España un 17 de noviembre de 2004, y mi idea era estar unos años, juntar dinero y volver a Argentina a montar una discoteca. Pero la vida después tiene otros planes para ti, ahora llevo ya 12 años y de momento me quiero quedar.

Yo soy prácticamente español ya, no tengo la nacionalidad pero me han tratado muy bien aquí.

¿Cómo llegaste a ser escogido como el barman de 'First Dates'?

Con un golpe de suerte. Un amigo que conocí en un casting era compañero de la directora y yo encajaba en el perfil. Buscaban a un chico extrovertido, sincero, simpático y creo que les gusté. Son de esas jugadas de billar que te salen una vez en la vida.

¿Te está gustando la TV y todo lo que conlleva?

Lo más importantes es que estoy a gusto en este proyecto. Y el anonimato se esfumó pero yo sigo siendo el mismo.

Como anécdota, os contaré que en Alicante una chica se me abalanzó, casi nos caímos los dos y me sorprendió mucho.

¿Has recibido nuevas ofertas televisivas desde que te has hecho más conocido?

Muy poco, pero es que ahora estoy 100% en 'First Dates', si apostaron por mi yo también lo quiero hacer por ellos. No te imaginas lo bien que lo pasamos aquí.

Antes era entrenador personal, barman y hasta seguridad de discoteca.

Presenciar tantas historias de amor que se gestan delante de la barra

Es encantador, mi primera experiencia en televisión y es la mejor que me podía pasar: ayudar a la gente a que encuentre el amor, o un amigo especial.

Aquí la gente llega muy nerviosa, llegan temblando y yo intento poner mi granito de arena para tranquilizarlos.

¿Tú notas cuando salta la chispa entre una pareja en la barra?

Sí, muchísimo. Creo que el que más lo nota soy yo porque este es el primer lugar en el que se encuentran, y si hay feeling se nota bastante.

¿Algunas prefieren quedarse contigo antes que cenar con su cita?

Sí, pero es fácil esquivar (risas) vengo de un país de futbolistas muy buenos y conozco muchas técnicas de regateo.

¿Y cuando te tira los tejos un chico?

Nos echamos unas risas y lo despisto con otros temas.

¿Cuáles son tus técnicas de regateo?

Honestidad y sinceridad. Les digo que ellos vienen a otra cosa y que yo soy solo fachada, tengo más defectos que virtudes. Yo soy un bicho raro, complicado pero agradable: un día puedo estar bien pero otro día decido meterme en una cápsula.

¿Ese sería tu gran defecto?

Sí, que soy un bicho raro. Como curiosidad, lo primero que hago al llegar a 'First Dates' es lavarme los dientes (risas) hay que cuidarse, tengo que controlar la coleta...

Pero, ¿ ya estás pillado?

Sí, en el restaurante estoy todo el día (risas, esquivando la pregunta real). Esta es mi primera casa ya, estamos todo el día grabando.

Y con Lidia, tu compañera, os han fotografiado juntos

Lidia al principio me caía mal y ahora somos muy amigos. Nos caíamos mal porque estábamos todo el día juntos y saltaban chispas.

También te vimos en una cita con Alba Carrillo

Muy bien, estuve cómodo. No me esperaba que me mancharan pero finalmente entendí que todo era un show. Tampoco tendría una segunda cita pero me cayó muy bien y es preciosa.

¿Te gusta que te conquisten y conquistar?

Me gusta conquistar pero si alguna vez me conquistan también está bien (risas)

¿Qué armas tienes para conquistar?

Tengo un arsenal (risas) No, en realidad la mejor arma es ser uno mismo. Siempre hay algo que nos diferencia y que la otra persona puede percibir que es especial.

¿Has tenido alguna cita a ciegas en tu vida?

No, nunca. Creo que para tener una cita a ciegas hay que tener mucho valor, pero luego de ver este programa me lo pensaría.

Alguna vez he estado en una aplicación de Internet, pero esas no son citas a ciegas.

¿Has tenido muchas parejas?

No he sido de parejas, y la pocas que he tenido han sido de corto plazo. Pero han sido intensas, interesantes y de todas he aprendido cosas positivas.

¿Qué te gusta de una mujer?

Lo mismo que me gusta dar a mi: originalidad, algo que la diferencie, su personalidad. También valoro que hagan deporte, que se cuiden, que les guste viajar y que sea trabajadora.

Tu look ahora está muy de moda, ¿en quién te fijaste tú?

Tenía el pelo lardo y a mi hermana le dio por hacerme una coleta. Así me empecé a raparme los costados, ya se lo había visto a Bale (jugador de futbol).

En un futuro me lo quiero dejar todo largo. Pero siempre lo había llevado con tupé.