Melissa Jiménez: “Respeto mucho a Sara Carbonero, siempre está en el punto de mira”
Melissa Jiménez llega este fin de semana a Telecinco para seguir inmersa en un mundillo en el que ha vivido desde que era una niña. La nueva reportera del Mundial de motociclismo en Mediaset se define como una “sin techo” acostumbrada a acompañar a su padre, jefe de mecánicos del equipo Gresini y expiloto, por circuitos y paddocks.
Conocida en España por su etapa en Marca TV, ahora trabajaba en el programa Sysprt24h de Sky Italia, pero tenía que aceptar una oportunidad como ésta, “top para el apasionado y el periodista”. Novia del piloto de Moto 2 Mattia Pasini, rechaza comparaciones con Lara Álvarez o Sara Carbonero y acepta su papel de instructora de Nico Abad, aunque avisa de que no quiere “quedar a su sombra, sino compaginarnos”. Vertele habla con ella.
¿Influyó mucho su padre en su pasión por las motos?
Me monté en una moto con apenas 3 meses. Siempre he intentado acompañarle a todo lo que he podido, sobre todo a las carreras en España e Italia. Voy a cumplir 26 años, y llevo desde los 3 ó 4 yendo a los circuitos.
¿Eres “motera” entonces?
Motera poco porque he tenido malas experiencias. Una vez Ángel Nieto me dijo que había dos tipos de piloto: los que se habían caído y los que se tenían que caer. Yo ya me caí, me quemé la pierna, y aprendí que mejor sean los pilotos los se dediquen a correr, que es lo suyo, y yo en casa viendo las carreras y apasionándome.
¿Mejor contarlo?
Mejor contarlo, asistir a las carreras, pasarlo bien, y contactar con toda la gente del paddock, que al final esto es una gran familia. No estoy nerviosa porque ya en Navidad tengo ganas de que empiece la temporada, de ver a los pilotos, a los nuevos equipos, conocer a la gente...
¿Cómo va a llevar el sacrificio personal que supone viajar por todo el mundo?
Bien porque estoy acostumbrada desde pequeña a que mi padre siga ese ritmo de vida. Siempre digo que soy una sin techo porque desde que tengo 17 años, soy de Barcelona y prácticamente no he vivido nunca allí. He estudiado fuera y he vivido las carreras. A la que podía, me escapaba. No me gustaría quedarme trabajando fija en Madrid, por ejemplo.
¿Lo considera una gran oportunidad?
Esto es el 'top' para el apasionado y el periodista. Yo ya conocía a este equipo de Telecinco desde 2011, que hicimos alguna prueba. Luego fui a Italia y cuando me llamaron con una oportunidad como esta... no puedo pedir nada más. Cuando me llamaron estaba grabando un anuncio con el piloto de Moto 2 Alex De Angelis, que fue el primero que me dijo que ni me lo pensara.
¿Qué tal con Nico Abad?
Muy bien, no le conocía. Habla muy bien, sabe siempre sacar cosas casi de donde no las hay, y creo que se va a enganchar a las motos, que es un mundo menos conocido para él. Tiene ganas de aprender, de conocer a la gente y de moverse.
Va a ser un poco su instructora, ¿le pregunta, se interesa?
Sí, pero también a Ángel Nieto, a Mela Chércoles y a Dennis Noyes, porque tenemos la suerte de estar con ellos, que para ciertos aspectos técnicos son los mejores. Él aprende de mí, pero yo también de él. Es buen comunicador, y creo que nos vamos a complementar.
¿Se plantea presentar un programa, o saltar a un contenido que no sean las motos?
Siempre me ha gustado estar vinculada a este mundo, pero hay crisis y los trabajos... Antes también fui jefa de prensa de un equipo de Moto 2, y creo que si me ofrecen alguna cosa en el futuro siempre tendrá que ser relacionado con las motos, porque yo no me veo en otro sitio.
¿Se vería al frente del equipo y llevando la narración, como ahora Nico Abad?
Me da igual, mientras esté aquí. De hecho me gusta mucho lo que voy a hacer porque estaré con los pilotos en pit lane. Voy a vivir las emociones de cerca, y no sé si lo cambiaría porque estoy muy a gusto con el rol que me ha tocado.
¿Conoce a Sara Carbonero? ¿Cree que surgirán las comparaciones?
Ella es compañera de trabajo y la respeto mucho, porque está siempre en el punto de mira. Cualquier cosa que dice es juzgada y se habla de ella, y la admiro por eso. A mí no me gusta comparar, porque todo el mundo tiene una forma distinta de trabajar, más cercana o más seria, por ejemplo. Hay que valorar a cada uno.
¿Y cómo es usted?
Yo peco de ser demasiado espontánea a veces. No me gustan mucho las formalidades y digo lo que pienso, aunque luego me arrepiento. Voy a ser yo misma y a intentar ni ir de listilla, porque no sé más que nadie, ni quedarme a la sombra de Nico, sino compaginarnos y hacerlo bien.
Imaginamos que su padre estará muy feliz.
Lo que más feliz le hace es que me vaya de Italia y vuelva a España. Ya cuando vivía en Madrid le parecía lejos y teníamos que sacar tiempo para vernos en alguna carrera. Está orgulloso.
¿Va a seguir participando en Twitter?
Sí, aunque igual ya no cuelgo fotos haciendo el burro como antes. Es la forma de comunicarme con la mayoría de mi familia, que vive en Bélgica, así les envío mensajes y fotos.
Su compañero Mela Chércoles dice que es como “uno” más en este mundillo.
Mela hace mucho que me conoce, y me tienen como uno más, sí. Hace que me sienta cómoda y me gusta la confianza [explica mientras Chércoles, que observava la entrevista, la interrumpe para asegurar que “lo va a bordar”].
¿Cambian las tornas habituales? Abad no conoce este mundo y usted sí...
Lo he vivido siempre, y cada año cambian las instrucciones, las reglas, los pilotos, los equipos... Es verdad que antes se ponían las pilas rápido, por ejemplo mi padre me decía que Ainhoa Arbizu siempre estaba en el paddock y preguntando. Yo aunque ya lo he vivido voy a seguir preguntando a los que están ahí abajo, que son los que saben. Nosotros somos periodistas y tenemos que darles paso a ellos, que nos cuenten.
¿Se atreve con un pronóstico para el Mundial?
No, que si fallo seguro que me machacan.