La cadena Al Ikhbariya

Mueren siete personas en el asalto a una televisión progubernamental siria

Mueren siete personas en el asalto a una televisión progubernamental siria

Tres periodistas y cuatro guardias de seguridad han muerto en el asalto a la sede de la televisión siria progubernamental Al Ikhbariya, de cuya autoría Damasco responsabilizó a supuestos terroristas mientras los rebeldes apuntaron a desertores del régimen, informa Efe.

Además de las víctimas mortales, otras nueve personas resultaron heridas y siete más fueron secuestradas durante el ataque, que comenzó a las 04.30 hora local contra el edificio en el que se ubica el citado canal, en la zona de Jan al Shih, 35 kilómetros al suroeste de la capital.

Según el Gobierno sirio, “un grupo terrorista armado” perpetró el ataque contra la emisora, donde supuestamente asesinó a las víctimas e hizo estallar artefactos explosivos. La televisión oficial mostró imágenes de la sede, destrozada por las explosiones con varias paredes derruidas y otras en pie que presentaban impacto de balas.

El ministro sirio de Información, Omran al Zubi, calificó el ataque como “la peor masacre contra la prensa y la libertad de expresión” y responsabilizó de lo ocurrido la Unión Europea y las organizaciones árabes e internacionales, a las que acusó de orquestar “campañas de provocaciones”.

Una versión diferente presentó el opositor Ejército Libre Sirio (ELS), cuyo lugarteniente, el coronel Malek Kurdi, ha dicho que fueron militares desertores de la Guardia Republicana quienes perpetraron el asalto.

Kurdi subrayó que los autores del asalto huyeron sin sufrir bajas y que éstos no se coordinaron con el ELS, lo que justificó el ataque por la política de “desinformación” de Al Ikhbariya, aunque aún no haya decidido atacar instalaciones de televisiones progubernamentales.

Otras treinta personas han muerto

Los opositores Comités de la Coordinación Local (CCL) informaron de otras acciones armadas ocurridas en el país, y en particular sobre los duros enfrentamientos registrados en las poblaciones de Deir al Asafir y Drusha, cerca de Damasco.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló, por su parte, que las fuerzas del régimen bombardearon la zona de Jan al Subul, en la periferia de la ciudad septentrional de Idleb.

Ambos grupos apuntaron la muerte de una treintena de personas en el país, si bien estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades a los periodistas. La organización Human Rights Watch ha denunciado que las fuerzas del régimen sirio disparan de forma indiscriminada y detienen a civiles que intentan cruzar la frontera y refugiarse en países vecinos.

Estados Unidos condena el ataque

La Casa Blanca ha condenado este miércoles la violencia en Siria, incluyendo los ataques contra los simpatizantes del régimen de Bashar Asad, como es el caso del ataque a la televisión progubernamental en Damasco.

El presidente del país, Asad, admitió el martes en un discurso que el país se encuentra en “un verdadero estado de guerra”, opinión que compartió con matices la comisión internacional auspiciada por la ONU para investigar las violaciones de derechos humanos cometidas en el país.

Según el informe actualizado presentado por la citada comisión ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, “en algunas zonas la lucha reúne las características de un conflicto armado no internacional”.

El término de conflicto armado no internacional “es el término legal para hablar de una guerra civil”, explicó en una posterior conferencia de prensa Karen Abu Zayd, integrante de la comisión. Es la primera vez que una instancia de la ONU habla directa o indirectamente de “conflicto armado” para referirse a la violencia que sufre Siria.

Ante esta situación, el enviado especial de la ONU Kofi Annan convocó para el próximo día 30 una reunión en Ginebra del Grupo de Acción para Siria con el objetivo de buscar acciones concretas que permitan avanzar hacia la pacificación del país árabe.

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