El “cambio radical” de la doncella Paula Prendes para el “Gran Hotel” de Antena 3
Gran Hotel, una de las grandes apuestas de la próxima temporada para Antena 3, comenzó a rodarse hace algunas semanas, y poco a poco vamos conociendo a sus personajes. En esta ocasión, le ha tocado el turno a Paula Prendes, que en una entrevista concedida a La Razón, ha desvelado algunas claves de su personaje para la serie de Bambú Producciones.
Uno de los más llamativos es el aspecto físico que lucirá en la serie, alejado de los vestidos ceñidos y los grandes tacones que llevaba durante su etapa en Sé lo que hicisteis. Ahora, para convertirse en una auténtica doncella de época, vemos a Prendes con el pelo recogido y sin apenas maquillaje, y con un sobrio uniforme.
Prendes tiene claro que el cambio le permitirá demostrar nuevas facetas escondidas hasta el momento: “El público había establecido un paralelismo entre Paula Prendes y el humor, la comedia, la exuberancia, la melena larga, los vestidos apretados... Y aquí demostraré que tengo una vena dramática tremenda”.
“Prima la naturalidad, no hay ningún artificio”, confiesa la actriz sobre su atuendo. “No sé si saldré más guapa o más fea, pero me gusta. Y a mi padre le va a gustar más todavía”, termina entre risas.
Un personaje desaparecido, pero muy presente en la trama
Prendes es encarna en la ficción a Cristina, la hermana desaparecida de Julio (personaje interpretado por Yon González), la disciplinada encargada de planta del hotel que desapareció súbitamente, y que supone el detonante de la historia.
La actriz comenta en la entrevista su posición en las tramas y en los capítulos: aparecerá principalmente en flashbacks, pero su nombre estará constantemente en boca de los protagonistas: “Es difícil buscar su lugar en la historia. Aparezco continuamente en las conversaciones, en los flashback, escribo cartas que él lee... Evolucionará, porque está toda la temporada, pero no sé si Cristina entrará en escena o solo intervendrá a través de los flashback”.
Precisamente, la complejidad de su papel también lleva consigo una preparación para dar el perfil que una sirvienta de época debe tener. Prendes destaca en la entrevista el trabajo con un coach para componer los rasgos de los personajes. En su caso destaca la importante ayuda que supuso para “saber qué rictus debes mantener, porque las mujeres en esa época adolecían de feminidad, sus rostros eran serios, enjutos...”.
“Parecía que no se podía expresar la felicidad. Además, hay poco movimiento, el timbre y tono de voz son muy bajos... Todo radica en los ojos. Está suponiendo para mí un gran aprendizaje, porque no se parece a nada de lo que he hecho hasta ahora”, concluye.
