La CBS lanzará esta primavera The Real Beberly Hillbillies, un reality show que trasladará a una familia de campesinos, con abuelita incluida, a una lujosa mansión de Beverly Hills (Los Angeles). Allí vivirán durante un año bajo la atenta mirada de las cámaras, mostrando su shock cultural en su nueva vida prestada, para disfrute del espectador. El programa está basado en la popular sitcom americana de los 60 The Beverly Hillbillies cuya trama giraba en torno a los Clampett, una familia humilde que se muda a Hollywood para comenzar una nueva vida después de que el patriarca, Jed, descubriera petróleo y se conviertiera en millonario de la noche a la mañana. Faltan todavía meses para que el programa se estrene y ya está salpicado de polémica. El anuncio de la CBS ha levantado las protestas en muchos grupos defensores de los campesinos, que han emprendido una campaña publicitaria para evitar que el programa salga al aire poniendo anuncios en los principales periódicos norteamericanos en los que piden a la CBS que recapacite y paralice la producción del programa ya que “ridiculiza sin piedad a la gente rural”. “Lee Monves, presidente de la CBS, puede sobrevolar la América rural en su jet privado, pero eso no le da derecho a despreciar a los trabajadores que viven allí”, dice uno de los anuncios por valor de 75.000 dólares publicado en el New York Times y el Washington Post, entre otros diarios. Lo que para la CBS es sólo una historia más de “elefante en una cacharrería” al estilo de Pretty woman o Cocodrilo Dundee, para estos grupos activistas se trata del reality show más ofensivo que se haya pensado hasta el momento. Otro anuncio del Center for Rural Strategies, una asociación de Kentucky, acusa a la cadena de haber puesto en marcha una “auténtica caza de paletos en su búsqueda del estereotipo de una familia de clase baja americana, con el único objetivo de mofarse de ella” “Por ejemplo, si seleccionan a una familia de inmigrantes mexicanos y la llevan a vivir a una mansión de Beberly Hills, seguramente la audiencia se parta de risa viendo cómo no tienen ni idea de hacer funcionar los sofisticados aparatos eléctricos de sus anteriores dueños”, declaró el presidente de unos de estos grupos al Washington Post. Dinero a cambio de ser humillado La CBS ha realizado un exhaustivo casting en los últimos meses por algunos de los estados más rurales de EE.UU. -Kentucky, West Virginia, Missouri, Tennesseee, Carolina del Norte y Georgia- para dar con el clan adecuado para su programa: “una familia orgullosa de sus orígenes, que nunca haya viajado o vivido en una gran ciudad y con un alto sentido del humor”. Según uno de los grupos protestantes, los productores de la CBS pusieron carteles en los supermercados de estos estados ofreciendo una alta recompensa económica al final del programa para la familia que resultase seleccionada, algo que ha alimentado las protestas de estos activistas, a los que no les parece ético que “se ofrezca dinero a una familia pobre a cambio de participar en el programa”. Por su parte, la CBS restó importancia a la controversia que ha acompañado el anuncio de su programa y asegura que “su intención no es humillar ni perpetuar los estereotipos de las familias rurales”, según un portavoz de la cadena a la revisita E! Entertainment. Paradójicamente, las quejas de estos grupos podrían terminar favoreciendo el lanzamiento de The Real Beverly Hillbillies, ya que lo único que, seguro, están consiguiendo todos los anuncios de protesta es que crezca el interés por el programa. Como dice William Hawes, profesor de Comunicación de la Universidad de Houston, a la revista Medialife, “la clave para que un espacio funcione es que provoque controversia antes de empezar”. La Fox pondrá ricos a vivir como pobres La Fox también ha anunciado que prepara actualmente un programa parecido, sólo que invirtiendo el argumento. En este caso, se trata de la versión moderna de la serie Green Acres. Aunque el proyecto está todavía verde, los ejecutivos de la cadena han avanzado que la idea es enviar a una familia de clase alta a una casa de campo, privándoles de todo el lujo y comodidades a los que están acostumbrados y viendo cómo se comportan pasando “necesidad” por primera vez en su vida.