Reclaman a Oprah Winfrey 180 millones de dólares por injurias
No todos los estadounidenses aman a Oprah Winfrey. A pesar de ser uno de los personajes más influyentes y queridos de su país, también tiene enemigos. Keifer Bonvillan, un ciudadano residente en el estado de Lousiana, ha denunciado a la actriz y presentadora, reclamándole a ella y a su abogado 180 millones de dólares por injurias que provocaron su arresto por extorsión a la famosa presentadora.
El denunciante, que fue absuelto sin cargos, pide a Winfrey, al abogado y a los agentes del FBI que le arrestaron la suma de 180 millones de dólares por daños en el juicio que se celebrará el próximo martes.
La historia se remonta a años atrás. Bonvillan, residente en la ciudad de Houma, Lousiana, fue arrestado en diciembre de 2006 tras grabar, supuestamente, una conversación telefónica con uno de los empleados de la productora de Oprah. El problema llegó cuando el hombre de Lousiana dijo a una compañía asociada que quería publicar un libro con las grabaciones. El FBI aseguró que Bovillan comenzó a recibir llamadas de editoriales y periódicos que le ofrecían cantidades que iban desde los 500.000 dolares hasta 3 millones.
El FBI actuó y detuvo al estadounidense cuando Bovillan y la compañía acordaron la cantidad en 1,5 millones de dólares, acusándole de extorsión a la presentadora. El pasado año, se desestimaron los cargos con las condiciones de que Bonvillan hiciera 50 horas de Servicios Comunitarios, se sometiera a un control de análisis de drogas y pagara una multa de 3.000 dolares.
El demandado declaró que hizo todo lo que pudo por evitar algo ilegal, así se ha demostrado y ahora reclama compensación. “Han hecho mucho daño a mi nombre y a mi reputación a nivel mundial”, aseguró Bonvillan. “El alcance de los daños que me han producido es muy grande”, dijo en declaraciones a Variety, recogidas por otr/press.
Chip Babcock, abogado de la Productora Winfrey's Harpo, ha denegado las alegaciones de Keifer Bonvillan en el juicio. “Nosotros sabíamos que todo este episodio empezó cuando el demandante grabó a un empleado de Oprah”, dijo el abogado. “Nosotros avisamos (a Bonvilla) de que grabar las conversaciones era ilegal, y en este caso, nos dará la oportunidad de determinar si teníamos razón al respecto”.