RTVE: La zorra en el gallinero
El Estatuto de información de la Corporación RTVE dice, de forma destacada, que “La independencia de los profesionales de la información tiene su fundamento en la propia Constitución española. Los derechos a la libertad de expresión e información son elementos sustanciales de toda sociedad democrática: sin ellos quedarían sin contenido el resto de los derechos”.
Este miércoles, los consejeros de RTVE, que deben su nombramiento a los partidos políticos y a los sindicatos, pretendieron tomar una decisión que vulnera frontalmente un mandato consagrado en la Constitución Española, en la declaración de derechos humanos y en el propio Estatuto de información de RTVE.
Si la decisión del Consejo hubiera prosperado, los señores consejeros habrían conseguido que España pasara a la lista negra de los países que no respetan la libertad de información y habría convertido a la televisión pública en el hazmerreír de las prestigiosas cadenas europeas.
La rápida reacción de los ciudadanos, expresada sobre todo a través de twitter, provocó la movilización de periodistas, organizaciones sociales y, en última instancia, de los partidos políticos que desautorizaron a los consejeros que ellos mismos habían propuesto.
A los miembros del Consejo de RTVE partidarios de “supervisar” la elaboración de los informativos de TVE no les queda más remedio que dimitir y, además, debería estudiarse si han incurrido en otro tipo de responsabilidades al intentar limitar derechos humanos elementales. La actitud de “vigilar” al periodista mientras escribe su noticia es radicalmente censurable.
Pero también deben dejar su puesto los cuatro consejeros que se abstuvieron y no tuvieron el valor, ni las ideas claras, ni la fortaleza, de enfrentarse públicamente a esta cacicada. No valen las explicaciones de que los miembros del PSOE se abstuvieron porque el cambio de sentido de su voto no habría modificado la votación.
La propuesta la hizo una consejera representante del PP y apoyaron la medida otros tres consejeros del mismo partido y el representante de CiU:
Rosario López Miralles, promotora de la iniciativa
Manuel Esteve, PP
Andrés Martín, PP
Jesús Andreu, PP
Juan Manuel Silva, CiU
Se abstuvieron los representantes de Comisiones Obreras, del PSOE y de Esquerra Republicana de Catalunya:
Héctor Maravall, de CCOO
Francesc Bellmunt, ERC
Miguel Ángel Sacaluga, PSOE
Mari Cruz Llamazares, PSOE
Votaron en contra:
Teresa Aranguren, de Izquierda Unida
Santos Miguel, de la Unión General de Trabajadores
No es un dato baladí conocer que es la tercera vez que se busca que prospere esta medida de control de la escaleta previa de los Telediarios. Ya se intentó mientras ostentaban la Presidencia del Consejo Luis Fernández y Alberto Oliart, que se opusieron a estas pretensiones. Ahora se aprovecha la ausencia de Presidente para aprobar, con alevosía y nocturnidad, una medida que nos retrotrae a la Ley Fraga y a las épocas más oscuras de intervencionismo político en la televisión.
A los consejeros que han apoyado la medida y a los que se han abstenido no les queda más remedio que dimitir. Estas decisiones se pagan. No sirven las rectificaciones, ni tampoco las excusas pueriles que se han prodigado en las últimas horas.
El actual Consejo de RTVE ya no tiene autoridad para ser el máximo órgano de administración de la televisión pública española. Las tentaciones intervencionistas les invalidan como gestores de las cadenas de todos.
Si esta renuncia no se produce en las próximas horas no tendremos más remedio que pensar que la zorra, que pretende comerse la libertad de información, sigue viviendo, agazapada, esperando el momento de tomarla al asalto.
Por salud democrática y por decencia política, todos los cómplices de esta actitud antidemocrática deben dimitir.
