Televisa quiere producir ficción en España mientras busca salir de laSexta
Televisa mueve ficha mientras busca colocar su 40% en laSexta. Y da un giro a su estrategia en España con nuevos socios al margen de esa participación, según informa hoy El Confidencial en una artículo que, por su interés, reproducimos a continuación:
El gigante mexicano habría alcanzado un acuerdo con Central Broadcaster Media (CBM), empresa del Grupo Secuoya, para colaborar en la producción y distribución de contenidos de ficción. Un paso adelante que le permitiría vender espacios a otras cadenas nacionales, como Telecinco y Antena 3, y poner más presión sobre la cadena participada por Jaume Roures.
Más de 250 millones de euros, en seis años, invertidos en laSexta
“Hasta ahora sólo habían puesto dinero. Ahora quieren mandar en un proyecto en España”, explican fuentes conocedoras del acuerdo. No en vano, el grupo mexicano se ha dejado en laSexta más de 250 millones de euros en seis años, sin que su porcentaje en la cadena le haya permitido pesar en la toma de decisiones.
CBM, el compañero de viaje elegido por Emilio Azcárraga Jean, ya presta servicios a cadenas como Antena 3 y Telemadrid. También a productoras como Cuarzo o Magnolia, a las que proporciona sobre todo servicios de infraestructura y post-producción.
La empresa constituye una de las ramas de Secuoya, conglomerado liderado por Raúl Berdonés, ex Telecinco y próximo a Maurizio Carlotti, vicepresidente de la cadena de Planeta. La sociedad también incluye la productora Pulso TV, creadora de programas como I love Escassi, y otras compañías como Efecto Global, más dedicadas a la comunicación y el marketing. Según añaden estas fuentes, “el acuerdo no sólo pasa por distribuir la producción que ya maneja Televisa, sino por crear nuevos contenidos”.
Un esfuerzo que iría en la dirección de los programas que actualmente demandan las cadenas. Según admitía el propio Roures en un encuentro mantenido con sus pesos pesados la semana pasada en el Ampurdán, sólo tres eventos pueden llevar la audiencia por encima de los cuatro millones de espectadores: la Fórmula 1, el fútbol y la ficción. El también dueño de Mediapro daba por muertos otros formatos como los reality. Resulta paradójico que su principal socio en La Sexta le tome la palabra y se embarque en una aventura de ficción al margen de su cadena.
Negociaciones con otras compañías para compartir sus inversiones en España
El movimiento se produce días después de que Televisa confirmara que mantiene negociaciones con otras compañías para compartir sus inversiones en España. “La idea es crear una inversión más sólida, formando parte de un grupo más grande que pueda competir en forma eficiente”, se justificaba el grupo mexicano.
Otra forma de decir que su paciencia ha llegado al límite. “Hace tiempo que quieren irse. Vender sin más. ¿Pero quién te compra un 40% de una compañía sin mandar nada?”, argumentan fuentes conocedoras de los obstáculos que ha encontrado el gigante mexicano para partir.
Las decisiones tomadas por Azcárraga en las últimas semanas sólo ponen de manifiesto esa desafección. Primero, mandó de vuelta a Madrid a Rafael Carabias, uno de sus hombres de confianza y director financiero de La Sexta desde que ésta arrancó en 2006 hasta hace apenas unos meses.
¿Objetivo? Cuidar de la inversión y evitar sorpresas con los números. Carabias, con 65 años cumplidos, se había jubilado y dejado España hace más de medio año, en la certeza de que la fusión con Antena 3 estaba encaminada. Su regreso tras las Navidades busca tutelar el proceso de venta tras el bloqueo en las negociaciones con la cadena de Planeta. Ahora, se embarca en la producción de contenidos y abraza un nuevo socio en España.
Los gestores de laSexta prevén alcanzar la rentabilidad en 2011, un año después de lo que marcaba el plan de negocios inicial. Las cuentas de Televisa publicadas la semana pasada confirmaron que, como avanzó Contreras en mayo, la sociedad no precisó más aportaciones de capital de sus socios.
El grupo mexicano cerró el ejercicio con la dotación de 21,5 millones ya efectuada en el primer trimestre. Bloqueada por ahora la posibilidad de recibir retornos vía dividendos en una eventual fusión con Antena 3, Azcárraga busca réditos por otras vías. Y, de paso, meter presión.