Trágico adiós a Tristán, el galán de 'Puente Viejo': “Hasta siempre, capitán”

“Han disparado a Don Tristán”, exclamaban los habitantes de Puente Viejo. El serial producido por Boomerang TV llegó en la tarde del viernes 4 de octubre a un momento crucial, la muerte de su protagonista, Álex Gadea, después de recibir un disparo el mismo día de su boda.

Como ocurriera en su momento con Pepa (Megan Montaner), el fallecimiento de Tristán marca el comienzo de una nueva etapa en El secreto de Puente Viejo. La ficción inicia a partir del próximo lunes una nueva tanda de episodios con nuevos personajes y mucha intriga en torno al asesinato sin resolver del que ha sido su personaje principal desde sus inicios, en febrero de 2011, y el “hombre más querido” de la ficción, como proclamaban los personajes.

“Sed tan felices como yo lo he sido con vosotros”

Nada más salir de la iglesia, tras celebrar su boda con Candela, la pastelera, una bala acababa con el regocijo y cambian las lágrimas de alegría por la tristeza. Tristán era alcanzado en el pecho, una herida mortal. Con todo, logró fuerzas para despedirse de sus más allegados. A sus hijos, Martín y Aurora, les pedía que fueran “fuertes como lo era vuestra madre”, en recuerdo de Pepa (interpretada por Megan Montaner y fallecida 20 años antes en el relato). “Quiero que sepas que te he querido con toda mi alma”, le decía a su esposa.

“Sed tan felices como yo lo he sido con vosotros”, exhalaba por última vez el protagonista, antes de entornar los ojos. El llanto se extendía por todos los habitantes de Puente Viejo.

Doña Francisca acudió a despedirse

Mientras los paisanos se llevan al dispensario a Tristán para amortajarlo, Doña Francisca, su madre, se entera por sus sirvientes de lo ocurrido. A pesar de haberse negado a ver a su hijo pasar con el altar con Candela (“prefiero verlo muerto a casado con esa mujer”, sentenció), Francisca pide verlo.

Ya en el dispensario, y pese a la oposición de Aurora, la progenitora de Tristán, puede estar unos minutos con el cuerpo sin vida de su hijo: “ Cualquier madre tiene derecho a darle a su hijo el último adiós, aunque usted no se lo merezca”, le decía Candela, antes de marcharse.

Ya a solas, ella se mostraba arrepentida por su actitud durante todos estos años: “El poco amor que Dios albergo en mi corazon se va contigo, mi niño”, concluía.

Gonzalo encuentra el casquillo de bala, y María confiesa que está embarazada

Durante las horas de espera hasta el sepelio, los personajes trataron de recomponerse. Algunas, como María Castañeda, la sobrina del fallecido, sorprendía con la noticia de su embarazo. Emilia y Alfonso, sus padres, pese a la situación, trataron de consolar a la joven, muy afectada: “Esa criatura nos dará la felicidad que ese criminal, mal rayo le parta, nos ha quitado”.

A todo esto, Gonzalo acudía con Raimundo, Pedro y la Guardia Civil en busca de pistas. Sus pesquisas los llevaron hasta el lugar desde el que el asesino de Tristán habría disparado. La prueba, un casquillo. Gonzalo siguió “como un sabueso, husmeando”, en busca del paradero del verdugo de su padre.

¿Qué habrá hecho Doña Francisca?

Al llegar a casa, una nerviosa Franciscaecha a todos de su despacho. A solas, destroza todo, descargando su ira sobre los muebles y los libros. En pleno ataque de histeria, se hace con un afilado abrecartas...

Mariana, por su parte, trata de hacer entrar en razón a su señora, puesto que se acerca el momento del entierro, pero es en vano. Mauricio va en su ayuda y ambos temen que la mujer haya podido cometer “una locura”. En el despacho, sin que puedan hacer nada, Francisca yace en el suelo, aunque sin aparente herida sobre su pecho. El episodio acabará sin que los espectadores hayan resuelto su destino. ¿Se habrá suicidado?

Gonzalo: “Haré que se sienta orgulloso de mí”

Ajenos a todo, el pueblo entero de Puente Viejo vela al muerto. Aurora es incapaz de pronunciar palabra, no así Gonzalo: “Seguirá presente en mi persona. Me conduciré como si fuera usted mismo, y haré que se sienta orgulloso de mí”.

Candela se despidía de su enamorado: “Teníamos tantas ilusiones, tantos momentos por compartir. No podrá ser ahora, pero no me doy por vencida. Algún día volveremos a reunirnos. Espérame, Tristán. Nunca morirá mi amor por ti”, pronunciaba, antes de darle un último beso.

El pueblo entierra a Tristán

Finalmente, en el entierro, Don Anselmo, el párroco, oficia la ceremonia: “Ha dejado en nuestros corazones un vacío difícil de llenar. Fuíste un buen padre, un gran amigo y una excelente persona”. Decían así adiós al personaje que ha guiado la serie desde su comienzo en febrero de 2011 y que “tanto bien ha hecho por Puente Viejo”. “Es una parte de nosotros la que ha muerto contigo, amigo mío”.