Yo también viajé un día al “Toledo” medieval de Antena 3
Salón del Trono. La reina Violante (Patricia Vico) protagoniza una tensa conversación. Ante la ausencia del rey Alfonso (Juan Diego) y el magistrado Rodrigo (Eduard Farelo), la consorte brega con el primogénito del monarca, Sancho (Miguel Barberá), que presiona para tomar una importante decisión. La reina, sin embargo, mantiene el pulso que le intenta echar el infante.
El conde de Miranda (Fernando Cayo) y el obispo Oliva (Rubén Ochandiano) presencian esta decisiva secuencia correspondiente al capítulo 9 -esta noche se emite el séptimo episodio-, que no se graba precisamente en un imponente palacio de la época, sino en un gigantesco y frío plató de 1.500 metros cuadrados en Fuenlabrada, a las afueras de Madrid.
*El conde de Miranda (Fernando Cayo) y el obispo Oliva (Rubén Ochandiano)
Vertele ha compartido un día completo de rodaje con el equipo de Toledo y ha participado como figuración en una secuencia de esta serie histórica de Antena 3 que narra las aventuras y las intrigas palaciegas que ocurren en esta ciudad a finales del siglo XIII, cuando el rey Alfonso logra que, al fin, cristianos, musulmanes y judíos vivan en una paz que amenaza con romperse por momentos.
Una gigantesca nave a las afueras de Madrid alberga las instancias fijas de “Toledo”
Finales de enero. El rodaje de Toledo, cuyos exteriores se graban en diversas localidades como Pedraza (Segovia), Soria, Sigüenza (Guadalajara) y la propia Toledo se traslada en esta ocasión al plató principal de la serie: un inmenso complejo en un polígono industrial que es el centro de operaciones de esta producción que corre a cargo de Boomerang TV (Los Protegidos, El secreto de Puente Viejo, etc.).
*Rubén Ochandiano interpreta al obispo Oliva
En una inmensa nave se han recreado las estancias fijas que se usan en la serie: el palacio con su imponente salón del trono, las estancias privadas del rey y la reina, la Escuela de Traductores o la casa del magistrado Rodrigo.
Parte del decorado es importado de Italia y apareció en 'El nombre de la rosa'
Como curiosidad, algunos de los elementos que aparecen en la serie, como parte del mobiliario de la Escuela de Traductores, han sido importados desde Italia y son los mismos que aparecieron en la película El nombre de la Rosa. Por otra parte, las baldosas y azulejos que ornamentan alguna de las estancias se han reproducido a mano y debieron ser pintadas por segunda vez después de que un experto visitara las instalaciones para certificar que todo se adecuaba a los cánones históricos.
*Escuela de Traductores, con mobiliario de la película “El nombre de la rosa”
Largas horas de espera y un trabajo minucioso del equipo marcan el rodaje
La jornada de trabajo ha empezado temprano para los actores de la serie. La primera secuencia ha comenzado a grabarse a las 8:00 de la mañana y aún quedan otras tres, que no se rodarán hasta que anochezca.
Al cabo del día, posiblemente, se habrá grabado algo más de cinco minutos de emisión real del capítulo, un cálculo aproximado que nos da una idea del minucioso trabajo que llevan a cabo técnicos, cámaras, realizadores, maquilladores y actores. Esta estimación, además, permite que nos hagamos una idea de los interminables tiempos muertos y horas de espera que se viven en un rodaje y que certifica uno de los tópicos más repetidos en el mundo de la interpretación: “A los actores nos pagan por esperar”, se suele decir.
Así fue la jornada que el redactor de Vertele David Saiz vivió como figurante de Toledo:
Rodeada de grandes almacenes de venta de productos chinos al por mayor, el exterior de la nave que alberga los decorados de Toledo podría pasar por cualquier cosa menos por el plató de una serie de ficción, a no ser por algunos extras que convenientemente vestidos para la grabación de esta producción histórica hacen tiempo, charlan y fuman a las puertas del recinto, a pesar de las bajas temperaturas con las que ha amanecido el día.
El complejo que alberga el rodaje de Toledo incluye varias dependencias. Una de ellas está dedicada en exclusiva a guardar las 1.200 prendas que componen al armario de esta serie. Un millar han sido alquiladas para esta producción y anteriormente han sido usadas en otras, como La leyenda del Cid, El reino de los cielos o Prince of Persia. Pantalones, botas, capas y gorros se acumulan en hileras de percheros que varias responsables de Vestuario guardan, ordenan y eligen para vestir a todos los actores y figurantes que participan en esta serie, en función si son cristianos, musulmanes o judíos. O bien, sin son nobles o, por el contrario, pertenecen al pueblo llano.
*Almacén con los trajes del rey y la reina
Por su parte, más de doscientos trajes se han hecho a mano y en exclusiva para Toledo. Son las vestimentas correspondientes a los 17 personajes fijos de la serie, en especial aquellas que visten a los integrantes de la corte, que están hechas con telas traídas desde Italia, Francia, Alemania y Marruecos.
“La reina Violante es la que tiene más trajes, unos 30, con bordados hechos a mano, joyas y tocados confeccionados en exclusiva para ella. Además, hemos reproducido un original que llevaba Alfonso X partiendo de un traje que se guarda en un museo, con el escudo de Castilla”, nos cuentaBina Daigeler, responsable de Vestuario en Toledo.
Mientras los técnicos, decoradores y responsables de plató ajustan los detalles para comenzar la grabación de la nueva secuencia, el departamento de maquillaje y peluquería pone a punto a los actores que participarán en la siguiente grabación. Maxi Iglesias (Martín) y Adrián Expósito (Cristóbal) entran y se despiden de sus compañeros. Su trabajo ha terminado, puesto que solo han participado en la secuencia más madrugadora de la mañana y tienen que seguir con la promoción de la serie: acuden como invitados a Otra Movida.
Prohibido entrar con el estilismo incorrecto: fuera las patillas
Frente al espejo de la sala de peluquería se pasa el último ‘control’ ante los responsables de Vestuario. Un gorro que no queda bien, un atuendo incorrecto o una capa que no viene a cuento se cambia por otro hasta encontrar el estilismo correcto. Prohibido aparecer ante la cámara con una vestimenta no adecuada o impropia del personaje que se interpreta. Lo mismo ocurre con el peinado: queda terminantemente prohibido llevar patillas, no eran tendencia en el siglo XIII y se cortan sin dudarlo. Si el pelo del actor o el figurante es demasiado corto, se echa mano de pelucas, peluquines o unas greñas propias del siglo XIII.
*Despacho de don Rodrigo y salón del trono
Patricia Vico adopta la pose de reina Violante. Avanza por el pasillo del palacio, se cruza con el conde de Miranda y el obispo Oliva, que la saludan con la mueca conspiradora que les caracteriza. La consorte de Alfonso X se encuentra al final de la estancia por la que camina con sus doncellas y el director de Toledo manda 'cortar'.
Son apenas unos segundos de grabación que transcurren en un sepulcral silencio. Sin embargo, la secuencia se repite una y otra vez, tanto que el rodaje se extiende hasta las 14:00 horas. Una mirada incorrecta, un cuerpo mal colocado o una iluminación que parece no ser la correcta son algunos de los motivos principales para que el responsable de la serie ordene volver a empezar. Factores, casi todos ellos, que para los espectadores pasarían inadvertidos pero que para el director resultan más que suficientes para repetir la toma.
Los actores, figurantes y técnicos se mezclan y hacen cola, bandeja en mano, ante el mostrador de un catering para elegir el menú del día. Lentejas de primero y crêpe de espinacas, además de brownie y fruta de postre es una de las elecciones preferidas de los comensales. Todos comen en una estancia contigua antes de seguir con el trabajo mientras comentan la grabación de la mañana o hablan sobre la audiencia del último episodio emitido.
Salón del trono. La reina Violante espera sentada. A sus pies, el infante Sancho, el conde de Miranda y el obispo Oliva. Vertele participa como figuración en una secuencia que apenas dura dos minutos pero cuyo rodaje dura unas dos horas y media.El 'papel' es breve, tan solo hay que acompañar a la salida a unos emisarios que han traído un importante comunicado al rey Alfonso X.
*La reina Violante, sentada en el trono
Una prueba técnica para indicar a los actores en qué lugar se tienen que situar y un ensayo con diálogos preceden el rodaje de la secuencia. El regidor transmite las órdenes del director y los actores y los figurantes las acatan. Los protagonistas preguntan para aclarar sus dudas y hacen sus aportaciones, especialmente Rubén Ochandiano.
La toma se graba varias veces hasta alcanzar la perfección. Además, se rueda en diferentes bloques, desde todos los puntos de vista para después poder montarlo con planos y contraplanos. Por último, se toman los recursos de algunos de los actores para completar la secuencia. En total, más de dos horas de rodaje hasta que el director da por buena todas las tomas y tiene grabadas todos los bloques imprescindibles.
Son casi las seis de la tarde y equipo de Toledo se prepara para la cuarta secuencia del día, que les llevará hasta las 9 de la noche. El trabajo de Vertele como figuración, sin embargo, ha terminado. Dejamos los ropajes propios del siglo XIII y regresamos al futuro. En la calle nos espera el siglo XXI.