Vuelve Évole: su pasado oculto en 'BBC', el futuro soñado y queja a la TV
Después de Wyoming, Ferreras y Ana Pastor, continuamos con nuestro repaso al libro 'Palabras sabias a oídos sordos' deAntonio Contreras con las opiniones de Jordi Évole, hijo de inmigrantes en Cataluña, bilingüe, de familia humilde, que también hizo sus pinitos periodísticos en la SER, pero que antes asegura haber trabajado en la BBC. Entiéndase: ¡¡¡Bodas, bautizos y comuniones!!! como ayudante de operador de cámara.
Su punto friki es que aprovechaba estas fiestas familiares para, con un micrófono simulado, preguntar a la gente, por ejemplo, “¿Que opina del novio?”. Evole tenía quince años y ya daba muestras de ser un comunicador vocacional. El caso es que antes de estos episodios preocupantes, sus antecedentes señalaban que su futuro estaba marcado. Con doce o trece años, y con una pegatina falsa de Cataluña Radio, con una grabadora doméstica y sin acreditaciones se fue con un amigo a la Vuelta a España a su paso por Tarragona para entrevistar a Induráin, Perico Delgado y Melcior Mauri.
Casi simultáneamente, en casa, ya se dedicaba a retransmitir partidos de fútbol imitando a uno de los grandes de la radio deportiva: Joaquim Maria Puyal, que nos cuenta los partidos del Barça desde hace ya más de treinta años.
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El caso es que Jordi Evole empezó en la seccion de deportes, en Radio Barcelona, contando partidos de de fútbol de Tercera División y de Segunda B. Así se empieza, aunque él quería ser Iñaki Gabilondo, pero alega que le falta la voz adecuada: “Cuando llamaban a mi casa y yo cogía el teléfono, siempre me decía: niña, dile a tu padre que se ponga”-bromea.
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Quiere volver a la radio y le gustan Los Simpson
De la televisión asegura que le cansa la competición constante, el estar pendiente de forma obsesiva de las audiencias y que le gustaría volver a la radio, pero le preocupa que este medio acabe también contaminado por los estudios del EGM.
Se queja de que parece que importe más el número de espectadores que la calidad de los contenidos y reclama que no trasladen a los presentadores la preocupación de las audiencias, que se ocupen de ellas directivos y programadores.
Cuando le preguntan por sus gustos televisivos menciona a 'Los Simpson', “que es el mejor programa de la historia”, “porque es un reflejo de la sociedad actual” y porque “cuando alguien quiera ver el grado de estupidez al que ha llegado nuestra época solo tendrá que repasar sus episodios”.
El programa de 'Salvados' que más satisfacciones le ha dado es el que hizo con motivo del accidente del metro de Valencia, “porque me hizo pensar que el periodismo sí sirve para algo” contra otras tantas veces que piensa lo contrario.
“Espero no haberme convertido en un gilipollas”
En la crudeza que caracteriza a Jordi Evole reflexiona en voz alta y dice que “espero que no me haya convertido en un gilipollas, sobre todo -citando a Berto Romero- porque yo ya era gilipollas antes de llegar a televisión”.
Es consciente que parte de la élite política y empresarial de España preferiría una televisión sin 'Salvados' y sin 'El intermedio', pero le preocupa que también estos programas sirvan como excusa para decir a los censuradores que en nuestro país existe libertad de expresión y de pensamiento, según le comentó un día su admirado escritor, ya fallecido, José Luis Sampedro.