La oportunidad del Benidorm Fest sin Eurovisión: un reinicio forzado pero necesario que RTVE debe aprovechar

Melody junto a Ruth Lorenzo tras ganar el Benidorm Fest 2025

Laura Pérez

El próximo mes de mayo, por primera vez desde nuesto debut en 1961, España no estará en Eurovisión. Una decisión histórica tomada por RTVE tras la instrumentalización por parte de Israel de las dos últimas ediciones del festival europeo que dignifica a nuestra televisión pública y que supone una oportunidad de oro para la gran marca propia de la Corporación: el Benidorm Fest.

El certamen nacional fue puesto en marcha en verano de 2021, bajo la presidencia de José Manuel Pérez Tornero, con el objetivo de elegir a nuestro representante de Eurovisión 2022 y “abandonar los malos resultados” que acumulábamos en los últimos tiempos. Con la mística del histórico festival de Benidorm, RTVE apostaba así por reforzar su preselección eurovisiva con un gran evento que se convirtiese en referente de la música española y le ayudase a llevar la mejor propuesta posible ante Europa.

Así fue en Turín 2022, donde la ganadora Chanel cautivó al continente con SloMo y firmó un histórico tercer puesto para España. Sin embargo, podemos decir que el Benidorm Fest no ha evolucionado según lo esperado con los años ni en lo que respecta a los resultados eurovisivos, con los puestos 17 (Blanca Paloma), 22 (Nebulossa) y 24 (Melody) de las siguientes ganadoras, ni en su propósito de convertirse en la cita del año para la industria musical nacional, pues cuatro -la quinta en camino- ediciones después sigue sin haber podido reunir a los grandes nombres de la escena española.

Así pues, este 2026 el Benidorm Fest llega a su año clave, aquel que puede y debe ser un punto de inflexión para demostrar que hay festival sin Eurovisión. Porque sí, aunque muchos puedan pensar que lo que era la preselección española pierde el sentido sin el gancho eurovisivo, lo cierto es que gana mucho más: la oportunidad de ser una referencia para todos los artistas que puedan aspirar a estar en nuestro propio festival sin el prejuicio eurovisivo.

Melody, tras coronarse ganadora del Benidorm Fest 2025

El gran evento televisivo y musical del año en España

Desde el mismo día posterior a la retirada de Eurovisión, RTVE ya evidenció que va fuerte con el Benidorm Fest 2026. Sin la cita eurovisiva, la Corporación que preside José Pablo López lo apostará todo a su festival nacional y ya tiene a su cuarteto de presentadores: Jesús Vázquez, Javier Ambrossi, Inés Hernand y Lalachus. Un grupo que supone un giro a lo que hasta ahora habían sido los conductores del certamen, con dos fichajes de renombre y dos rostros de la casa.

Con sus caras anunciadas, junto al cartel de 18 participantes compuesto por Asha, Atyat, Dani J, Dora & Marlon Collins, Funambulista, Greg Taro, Izan Llunas, Kenneth, Kitai, Ku Minerva, Luna Ki, Julia Medina & María León, Mayo, Mikel Herzog Jr, Miranda! & Bailamamá, Rosalinda, The Quinquis y Tony Grox & Lucycalys, RTVE tiene hasta febrero para convencer al público generalista de que su festival tiene gancho suficiente, aunque de allí no vaya a salir el representante de Eurovisión.

Por delante, dos meses en los que las canciones deberán sonar y convertirse en los hits que fueron Ay mamá, Nochentera o Zorra antes de presentarse sobre el escenario de Benidorm entre el 10 y el 14 de febrero. Desde el 18 de diciembre, fecha en la que se publicarán los temas completos, la cadena pública no tiene otro objetivo que hacer ver a sus espectadores que el Benidorm Fest es ahora el gran evento televisivo y musical del año.

Miranda! & Bailamamá, participantes del Benidorm Fest 2026

Conseguir que un certamen con cinco años de vida tenga el mismo impacto social y cultural que otro que lleva generando evento 64 ediciones en La 1 parece improbable. Lo que sí es seguro es que RTVE comenzará este 2026 a construir lo que siempre había deseado que fuese el Benidorm Fest, y que con su vinculación eurovisiva se antojaba complicado.

Desligarse de lo eurovisivo para tener identidad propia

Para ser un referente nacional, el Benidorm Fest debe empezar a desligarse de Eurovisión. Y aunque este año es posible que no puedan aplicarse todos los cambios porque la edición ya está en marcha, resulta clave desprenderse de las reglas eurovisivas que encorsetan al certamen y que, ya sin la cita de Viena 2026 en el horizonte, no tienen sentido.

Tras introducir este año la figura de un director creativo como Sergio Jaén, algo imprescindible para que el certamen pueda tener una identidad propia y conjunta, la siguiente decisión de futuro debería pasar por eliminar al jurado internacional y potenciar al nacional, con una mayor representación de la industria y sin cambios de criterio como los que afectaron a la edición de 2025 y que mermaron su credibilidad.

Además, y aunque parece poco probable que puedan cambiarse las bases a dos meses vista, en las normas encontramos dos condiciones que deberían desaparecer de cara a un hipotético Benidorm Fest 2027. Una es la restricción de un máximo de seis personas sobre el escenario, norma de Eurovisión que limita al propio Benidorm Fest en cuanto a espectacularidad de las propuestas.

La segunda es la pista instrumental grabada y la prohibición del uso de efectos en la voz, pues aunque la introducción de una orquesta puede dificultar las labores de producción, que voz y música sean en directo es lo mínimo que se puede pedir a la cita musical del año.

Tras estas pequeñas modificaciones por parte de RTVE vendría la siguiente clave: que los artistas ya puedan dejar de pensar en Eurovisión a la hora de presentar sus propuestas al Benidorm Fest. Y es que la presentación de canciones y packs 'eurovisivos', y la selección de las mismas pensando en el festival europeo, es otra de las cuestiones que ha impedido al certamen nacional encontrar una identidad propia hasta el momento. Del mismo modo, las puestas en escena ya pueden dejar de buscar esos golpes de efecto mirando a Europa, aunque sin olvidar que forman parte de un show televisivo.

Jorge González en la segunda semifinal del Benidorm Fest 2024

Sanremo como espejo si volvemos a Eurovisión

Y con estas claves llegamos a la principal: que todo artista pueda presentarse al Benidorm Fest sin estar obligado a ir a Eurovisión. Para la presente edición, muchos de los seleccionados ya han admitido en entrevistas que formalizaron sus propuestas al enterarse de que RTVE se retiraría del festival europeo si participaba Israel, como ha terminado sucediendo. Un gesto que evidencia que muchos cantantes del panorama actual ven con buenos ojos Benidorm, pero no tanto la opción eurovisiva en un contexto como el actual.

Todavía sin saber cuándo ni en qué condiciones volverá RTVE a participar en Eurovisión, si hay algo que parece evidente es que la cadena debe apostar por desarrollar el Benidorm Fest de manera independiente a su futuro eurovisivo. Cuando volvamos, si volvemos, el escenario alicantino puede volver a ser la plataforma para elegir a nuestros próximos representantes, pero no de manera obligatoria sino opcional.

El espejo para el presente y el futuro del Benidorm Fest debe ser el Festival di Sanremo, una cita con más historia que Eurovisión que es todo un referente en Italia y que reúne cada año a artistas reputados de su industria. El ganador o ganadora puede rechazar el billete eurovisivo sin que ello suponga un problema para sus carreras -como hizo en 2025 Olly- y la representación italiana en el certamen de la UER queda igualmente garantizada con propuestas a la altura, como bien demuestran los resultados de la Rai.

Amara, Rigoberta Bandini y Nebulossa en la final del Benidorm Fest 2025

Aunque Eurovisión es la emisión no deportiva más vista cada año en la televisión española y supone un escaparate internacional sin igual para los artistas, es comprensible que haya cantantes o grupos que no tengan en sus planes pasar por ahí. Sería del todo positivo para RTVE que aprovechase la baja de 2026 para demostrar que su certamen tiene más vida y, de cara al futuro, no se vuelva a ligar del mismo modo al certamen de la UER.

De esta manera, la cadena pública podría conseguir que artistas de renombre que han ido de invitados en otras ediciones puedan pensar en participar sin que sus agendas se bloqueen durante meses por ir a Eurovisión, sin someterse al juicio de los eurofans por ser poco o demasiado eurovisivos y sin ese riesgo de que se les elija para participar en un certamen al que no quieren ir por cuestiones artísticas, políticas o, simplemente, porque no está en sus hojas de ruta. Con ello, y aunque no es cuestión de un año ni de dos, sino de una trayectoria continuista, el Benidorm Fest podría conseguir a la larga convertirse en un festival único en la escena española y, de manera colateral, acabar por presentar en Eurovisión propuestas más únicas y alejadas de lo 'eurovisivo' que está visto que no nos funciona.

Para lograrlo, es pertinente que RTVE aclare qué planes tiene para su propio certamen, y qué se plantea para el futuro en caso de que volvamos o no a corto plazo a Eurovisión. Sin duda, si la apuesta de la cadena es firme, la de 2026 no debería ser una edición 'puente' mientras estamos alejados de la UER, sino un reinicio necesario para el nuevo Benidorm Fest.

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