Mariló Montero esquiva su polémica con RTVE tras ganar 'MasterChef Celebrity': “Mi carrera me ha permitido una licencia”

Sergio Soriano

18 de noviembre de 2025 16:53 h

Mariló Montero ya sostiene su trofeo tras coronarse como ganadora de la décima edición de MasterChef Celebrity. La aspirante , quien protagonizó una polémica entrevista en La Revuelta cuestionando la independencia política de RTVE, venció a Miguel Torres durante el duelo final en el prime time de La 1. Pese a la expectación generada, Montero ha decidido no pronunciarse al respecto frente a los medios de comunicación.

En una entrevista con verTele y otros medios, Montero ha abordado distintas cuestiones relacionadas con su triunfo. Incluso ha descubierto que nunca había sentido “placer a la hora de cocinar”: “Asociaba ese papel a las madres a las que nadie daba las gracias”. Sin embargo, su paso por el talent show de Shine Iberia le ha descubierto un nuevo horizonte: “Podría cambiar mi función de fregado por la de cocinado”.

Asimismo, la presentadora ha entonado una “reclamación” respecto a la tardía hora a la que finalizan las galas de MasterChef: “Tendría que emitirse muchísimo más temprano”. A su juicio, “es un producto de oro que hay que cuidar por cómo es, por lo que es y por lo que ha aportado todos estos años a RTVE”. La solución, según ha argumentado, pasa por adelantar su inicio y ocupar el espacio que ahora pertenece a La Revuelta, programando antes a David Broncano y su equipo.

¿Te veías como ganadora cuando comenzaron las grabaciones de MasterChef Celebrity?

En absoluto, la primera que está sorprendida gratamente soy yo.

¿Y cuándo empezaste a pensar que tenías posibilidades?

Llegó muy tarde esa sensación. No es que tuviera la impresión de que cada semana me iba a ir, pero tampoco de que no me fuese a marchar. El día que dije: “Voy a intentar a ver si consigo llegar a la final”, fue cuando me hicieron semifinalista. ¡Fíjate qué tarde! Ahí es donde pensé que a lo mejor tenía alguna posibilidad. Entre los cuatro, igual quedaba en tercera posición en vez de en la cuarta.

Ahí fue cuando me propuse, habiendo trabajado muchísimo a lo largo de los tres meses, el reto de ganar. Es diferente a estar digna, concursar, a estar al nivel y darle satisfacción a los chefs, que tienen estrellas Michelin: a Pepe, Jordi y Samantha. Por lo menos ser digna y que no se les decepcione. A mí me dolía, si un plato me salía como yo no esperaba. Y me dolía haberles decepcionado.

Recuerdo que una semana hice un platazo, y a la semana siguiente pegué una pifia importante. Jordi me dijo que le había decepcionado y eso me dolió profundamente.

¿Y a quién veías como los principales rivales?

Para mí los 15 restantes eran rivales. Es decir, todo el mundo sabía cocinar excepto yo. Entonces, la única opción que tenía era estudiar. Es verdad que empecé muy poco antes de entrar en MasterChef, creo que hice cuatro clases de cocina antes. No sabía nada.

¿No eras nada cocinillas en casa pese a la gran afición que tenía Carlos Herrera?

Yo no he cocinado nunca y no encontraba placer a la hora de cocinar. Quizás porque huía y asociaba ese papel a las madres que han cocinado para sus hijos o marido: ellos comían, devoraban y se iban sin dar las gracias. Me quería retirar de eso. Yo siempre me he apañado para comer en el trabajo o en un bar, o siempre ha habido alguien en mi casa que haya hecho la comida. Nunca me había preocupado y ahora me ha cambiado totalmente. He descubierto que se puede transmitir amor a través del arte culinario. ¡A eso he llegado!

No encontraba placer a la hora de cocinar. Asociaba ese papel a las madres a las que nadie daba las gracias

¿Entonces decidiste apartarte voluntariamente?

Sí, me aparté voluntariamente. En cambio, cuando mi madre cocinaba… Me acuerdo de una escena: estar en Navidad con 30 personas en casa, habíamos devorado todos, habíamos reído, bailado, habíamos jugado a juegos de mesa y ella después se acostó derrotada. Mi sorpresa fue limpiar todo el salón y la cocina para que cuando se levantara se lo encontrara perfecto. Esto lo hice yo como con 14 o 15 años.

Para mí era más importante fregar. Era mi compensación a todo lo que ella había hecho, que era cocinar. Hay todavía una asociación de no agradecer a quien cocina en casa por ti, y yo huía de eso. No quería ser una especie de esclava que sirve sin además recibir agradecimiento.

¿Cómo valoras que una presentadora crítica con RTVE como tú haya ganado uno de sus programas más importantes?

Ganar MasterChef es un hito en mi vida, obviamente, y en mi carrera. Además, ha sido como si mi carrera me hubiera permitido una licencia que no estaba dentro de mi normalidad profesional. Me he puesto en manos de Macarena Rey y para mí es una de las CEOs y una de las influencers en televisión más importantes que tenemos ahora mismo.

MasterChef es un programa de marca España, pero que se reproduce en más de 60 países y la productora, Shine, hace programas de televisión muy bien cuidados, con mucha clase y muy sostenibles en el tiempo. Entonces, ella depositó su confianza en mí. Qué menos que puedo hacer yo que responderle con fe ciega a lo que me pidió: que me relajase y disfrutase.

¿Entonces no tendrías problema en trabajar en un programa de RTVE?

No dudé en absoluto entrar en MasterChef. Macarena Rey para mí es una de las mujeres más importantes, de hecho, está en la lista Forbes como una de las influyentes en España. Ponerte en manos de una persona que dirige tan bien la televisión y que es un animal televisivo… Yo soy carne de televisión también y soy un animal televisivo, entonces soy vocacional. Claro, eso es una simbiosis y un casamiento perfecto.

A ella le salen los proyectos muy bien, y yo me he entregado. Lo habéis visto: he reído y me he emocionado. ¡Pero porque tenía fe en que estaba en las mejores manos!

¿Cuál fue la reacción de tus hijos cuando les confirmaste que ibas a participar en MasterChef?

Claro, porque si te metes en cualquier otra cosa puede tener más sentido. Mi hija, cuando venía a casa, le hacía un sandwichito de tortilla francesa con jamón, tomate y queso. Llegué a hacer una sopa, lo conté en la tele, y no la eché agua: eché el fideo y se me quemó la olla. Eso mis hijos lo han vivido así y entonces me dijeron: “¿Qué haces en MasterChef?”.

Pero también me conocen como soy, que soy muy pertinaz, y esa tenacidad ha hecho que se vea también. Ellos sabían cómo es mi forma de ser en otros terrenos y sabían que lo podría aplicar aquí y me acompañaron en el proyecto constantemente. Solamente vi un día a Alberto y otro día a Rocío en tres meses. El día que comieron en casa sí que se quedaron flipando.

El resultado ha llegado a base de estudiar. Primero, tomármelo en serio porque yo respeto mucho el formato. Pero respeto también mucho a Pepe, Jordi y Samantha, porque no están para perder el tiempo. Estamos hablando de gente muy seria. No confundamos que sea solo un programa de entretenimiento porque lo que se está haciendo ahí es de alta cocina. Te estás sometiendo a eso y para eso tienes que estudiar.

Estudiar es no parar de practicar y luego leer libros, aprender recetas, acordarte de todos los gramajes y ponerlo a prueba bajo la tensión de la presión del reloj, que para mí ha sido el mayor enemigo. Estoy evolucionando en el paladar, que lo he hecho como una huella digital de los sabores, que tengo que ir construyendo más.

Y me parece muy interesante descubrir en cada restaurante o cada lugar al que voy. Catar platos y ver de qué está hecho. Lo pregunto no tanto para que me desvelen su receta y su secreto, sino para ir haciendo paladar. En esta evolución, he tenido que estudiar a todo correr, tanto en las clases particulares como en el MasterChef. Entonces, quiero disfrutar del cocinado sin reloj.

¿Estás ya preparada para ser abuela? ¿Eres de las que le molesta que te llamen abuela?

Pues haremos de comer al nene lo que nos digan los papás y le haremos lo que ellos decidan, el método que sea, que se ha puesto de moda el Montessori o si hay que hacerle purés. Evidentemente, a los nenes hay que cuidarles. Sobre la segunda pregunta, hoy te permito que me llames chef. Déjame disfrutar de mi nuevo estatus porque me lo he ganado.

¿Vas a cocinar esta Navidad?

Por supuesto. Podría cambiar mi función de fregado por la de cocinado. Claro que sí, yo creo que va a ser incluso más divertido: piensas qué vas a hacer, ves cuál es el proceso, vas a hacer la compra, diseñas el menú, eliges el producto, piensas cuál es el plato que más te va a gustar hacer… Esa parte la he descubierto ahora y me va a gustar más que fregar.

¿Cómo te preparaste para enfrentarte a la experiencia?

Como anécdota, estaban todos estudiando unos en restaurantes y otros cocinaban en su casa. Yo traté de entrar en una carnicería para empezar a ver cómo se deshuesa un pollo, porque los he visto en mi casa toda la vida, pero no cómo hacerlo sin estropear las pechugas y despiezarlo. Pero no me dejaron. Quise entrar a una pescadería y tampoco me dejaron. Quise entrar en un restaurante para trabajar en la cocina y aún estoy esperando respuesta.

Contraté profesores particulares. Y por fin, cuando MasterChef estaba muy avanzado, Mario Sandoval me dejó entrar en su restaurante. Me iba viernes y sábados desde las diez de la mañana hasta las dos que cerraban. Hacía lo que hubiera que hacer en el restaurante. Me encontré con él al final del camino y ha sido quien me ha cambiado la estructura de la mente para saber comprender una receta y contar una historia.

Yo me puse con su equipo a trabajar como loca con Betty, con Julia, con Edu, con Julio, con Raúl, con Rafa, con Diego, con el propio Mario, con todos. Javi Esteve me ayudó mucho porque también había que trabajar a casquería y me dejó estar en su restaurante.

En toda tu trayectoria por el programa, ¿te arrepientes de algo que ocurrió o viviste alguna situación que cambiarías?

El pasado no se puede reescribir, entonces es una lección de vida que podemos que tener en la cabeza. Si la pregunta es si volvería a MasterChef, la respuesta es sí. Pero reescribir la historia no es un ejercicio recomendable porque es imposible.

Reescribir la historia no es un ejercicio recomendable porque es imposible

¿Qué opinión te merece que la audiencia viese tu proclamación como ganadora alrededor de las 2:30 de la madrugada?

Pues lo ideal, este tipo de programas, que es uno de los mejores que se están emitiendo en la televisión con una audiencia espectacular. Hay que cuidar este producto y adelantar la hora de emisión, porque todos los MasterChefistas me dicen que se emite muy tarde. No he podido atender el móvil, pero me lo he encontrado plagado de mensajes de gente que me dice que se ha enterado por redes. Me han dicho: “No lo he podido ver porque era muy tarde y tengo que verlo”.

Sí, mi reclamación es que MasterChef tendría que emitirse muchísimo más temprano. Dejar que un programa tan importante se emita tan tarde, lo que hace es robarle al espectador la oportunidad de verlo en el momento para el que se ha diseñado su emisión.

Adelantar el horario de MasterChef implicaría emitirlo en jornadas de menor consumo o retirar La Revuelta de la programación…

La historia es que MasterChef es un formato que tiene ya 14 años de emisión y que es un producto de oro que hay que cuidar como es, por lo que es y por lo que ha aportado todos estos años a RTVE.

Yo, por ejemplo, en mis redes también me reservo de subir contenido que ha salido los lunes para no adelantar a la gente lo que intuyo que va a ver en la plataforma. Entonces, no lo quiero reventar. Pero claro, es que lo de la final ha sido inevitable. Es como ver un partido de fútbol cuando ya sabes quién ha ganado. Entonces, lo vas a ver con ese condicionado.

Es una reclamación para que MasterChef se emita mucho más temprano. Y además porque, en general, las televisiones deberían construir las parrillas en que se hagan los programas de access un poquito más temprano, porque es que obligamos a la gente a trasnochar muchísimo. Luego hay que pegarse el madrugón y vienen los problemas: los de cansancio, sus derivados y los indeseados.

Es una reclamación para que MasterChef se emita mucho más temprano

¿Qué ingredientes le atribuyes a MasterChef para seguir funcionando después de tanto tiempo? La productora probó suerte con Next Level Chef en Telecinco y la audiencia no estuvo a la altura de las expectativas…

Bueno, yo creo que Macarena tiene este ojo clínico para la televisión. MasterChef lleva 14 años y tiene todos los ingredientes para funcionar en todas sus versiones. Yo creo que está muy asentado, está muy cuidado. La cocina es que es muy seductora, a fin de cuentas, ¿qué nos une a todos? La comida. ¿Dónde disfrutas tú con tu familia y con tus amigos? Comiendo.

MasterChef es credibilidad. Tiene a tres chefs con estrellas Michelin en el jurado, concursantes que se someten a un reto y a un juicio… Es como una obra de Shakespeare: tiene dulce, salado, agrio, mentolado, aromas, caracteres distintos y perfiles de personas de todo tipo. Es la novela perfecta.

Está muy bien equilibrado y Macarena Rey sabe hacerlo muy bien. Tiene un equipo de guionistas que construyen ese perfil de personas que pueden atender a la gente que vive de las redes, porque tienes a gente que tiene millones de seguidores. Juanjo Bona es un perfil, Parada es otro… Tienes ahí generaciones completamente distintas.

¿Tienes algún proyecto inmediato en televisión?

Pues de momento, disfrutar de esto [señala el trofeo de MasterChef] que ha estado bajo llave y estoy deseando compartirlo. Ayer lloré en casa de Macarena, que vimos la final con los compañeros y pude explayarme. Ni mi hermano, que dormía en casa ayer, sabía que había ganado.