Pepe Navarro 'baila' en Telecinco, define la crisis del canal y critica la TV de ahora: “La gente se autocensura demasiado”

Pepe Navarro fue uno de los presentadores más célebres de la televisión de los noventa, pero ahora es uno de los dos concursantes de Bailando con las estrellas que está en el alambre. El cordobés se juega este sábado frente a Aless Gibaja su continuidad en el talent show de Telecinco (22 horas). Aun así, no hay mejor momento para decir 'que le quiten lo bailao', pues independientemente de lo que ocurra en su duelo con el influencer, hace mucho que él cantó victoria en televisión. Especialmente hace 30 años, cuando estrenó Esta noche cruzamos el Mississippi, el primer gran late night de la historia de nuestro país. Un formato tan mítico como polémico que dio a Navarro una popularidad irrepetible y a Telecinco, un éxito sin precedentes.

Ahora ambas partes viven una situación es muy diferente. El andaluz ha abandonado su faceta de presentador para explotar la de concursante (en el último lustro ha participado en Mask Singer, El Desafío y Bailando con las estrellas), mientras que el canal de Mediaset lleva cuatro años sumido en una profunda crisis de audiencia. “Telecinco se fue abajo porque se quedó clavada en una televisión única. Ahora está en el cambio, y el cambio no es fácil”, dice Navarro, a modo de diagnóstico, durante un encuentro con verTele y otros medios en el FesTVal de Vitoria, celebrado días antes del estreno de Bailando con las estrellas 2.

El comunicador confía en la recuperación del canal, aunque insiste durante la entrevista que no ve mucho la televisión que se hace hoy en día. Sin embargo, esto no le impide ser generoso a la hora analizar la batalla entre El Hormiguero y La Revuelta, que tanto se comparó durante la pasada temporada con la que él vivió frente a Javier Sardà y Crónicas marcianas. A su juicio, el programa de Pablo Motos es “televisión tradicional”, mientras que el de David Broncano “resume en sí mismo lo que es Internet”. “Los contenidos de Internet son totalmente banales, no existen. Broncano hace un programa sin contenido, lo cual tiene un mérito de narices”, comenta Navarro, que prefiere no decantarse por ninguno de los dos programas.

Siguiendo con Internet, el que fuera conductor de Gran Hermano 3 considera que la red de redes es “una especie de insulto organizado” que juega en contra de la televisión, ya que “la gente se autocensura demasiado” por el “miedo” al qué dirán. Aun así, cree que hay una cosa todavía peor en los tiempos que corren: “El wokismo está haciendo mucho daño. A mí me parece que el 'woke' es lo peor que puede haber llegado en los últimos tiempos. Creo que es un movimiento absolutamente reaccionario. Pretendiendo una igualdad lo que hace es obligar a la igualdad. Eso no es libertad, eso es autoritarismo puro y duro”.

Pepe, ¿por qué has aceptado participar en 'Bailando con las estrellas'?

Porque es divertido. Si me quedo en casa me voy a empezar a drogar, voy a empezar a beber... Dije 'antes que caer en la droga me pongo a bailar'.

Pero, ¿ha sido también cuestión de dinero? Es decir, ¿te pagan bien para...?

Si te pagan bien trabajas, claro que sí. Esto no es gratis. Esto es un espectáculo, un espectáculo tiene un presupuesto y nosotros entretenemos a la gente. Yo entretengo a veces haciendo entrevistas y ahora voy a intentar entretener bailando. Bailando o algo parecido.

Por lo tanto, ¿has negociado bien el caché? Porque si has aceptado es porque consideras...

Qué más da, qué más da. Digamos que hay un acuerdo y por eso estoy aquí trabajando.

Tú, que has sido presentador y cabeza de cartel, ¿cómo llevas formar parte de un elenco tan grande y sobre el que no tienes el control?

Bueno, eso al principio sonaba un tanto extraño, pero después es más cómodo, más sencillo y es más gratificante. Terminas, te vas a casa y punto. Lo otro era trabajar 55 horas sobre 24. Cuando yo trabajaba y dirigía mis programas me llamaban Dios. Con Dios me acuesto y con Dios me levanto. La gente se iba y yo estaba trabajando. Venían por la mañana y yo estaba trabajando. Ahora, gracias a Dios, son otros los que están trabajando cuando yo me voy y son otros los que están trabajando cuando llego.

"Si te pagas bien trabajas, claro que sí. Esto no es gratis. Esto es un espectáculo"

¿Cómo te has llevado tú históricamente con el baile? ¿Ha sido una herramienta de seducción tuya o no?

Depende de con quién bailo. Tú sabes que el trabajo en equipo es muy importante y depende de con quién trabajes en equipo. El baile lo que tienes es que trabajas y bailas con una sola persona, salvo que bailes una sardana. Yo soy muy especialista del baile lento, ese que se bailaba solo en una baldosa; se me daba de maravilla, hacía unos pasos increíbles. Sin embargo, no creo que aquí vaya a ser posible.

Pepe, ¿qué valoras a la hora de aceptar un proyecto? Es decir, ahora, en este momento de tu vida, ¿qué estás dispuesto a hacer y qué no en televisión?

Bueno, me han ofrecido algunas cosas a lo largo de este tiempo, y no me ha apetecido porque no me sentía bien para hacerlo o porque sabía que no me iba a dar lo que yo espero, ya sea de un programa de televisión o de cualquier trabajo que haga. Yo lo que quiero es que ese proyecto me haga sentir que hago cosas y que peleo. Por ejemplo, cuando me propusieron bailar dije '¡qué tontería!'. Pero después lo fui pensando, lo comenté con mis hijos y me dijeron '¿por qué no, papá?' '¿Yo bailando?' 'Sí, ¿por qué no bailas?' Y después de los primeros ensayos entendí por qué no.

Pepe, ¿te han preparado físicamente de alguna manera para este reto?

Debería haberlo hecho, sobre todo para manejar un poquito más movilidad. Lo que pasa es que yo suelo hacer deporte con cierta asiduidad y no he perdido esa movilidad. Y al no haber perdido la movilidad, la flexibilidad y demás, no digo que sea más fácil, pero al menos sí es menos doloroso bailar.

¿Qué deporte practicas actualmente?

Bueno, yo suelo hacer submarismo, pero cuando estoy en Ibiza lo que hago es caminar y correr. Caliento durante un kilómetro y medio, voy corriendo muy rápido, y después empiezo a correr 100 metros, ando 100, corro 200, ando 100... Lo hago así para estar en forma, bien. No me estoy preparando para los Juegos Olímpicos, pero sí por si me llama De la Fuente para la Selección. Si hay alguna baja, ahí estaré para él. O para Xabi Alonso (ríe).

Hay una vieja máxima que dice que como se baila, se hace el amor.

Pero tú sabes que toda regla tiene una excepción (ríe).

Bárbara Rey y tú sois los veteranos. ¿Va a haber un poco de pique entre vosotros?

No, creo que no. Bárbara y yo, siempre que nos hemos visto, nos hemos reído mucho. Es imposible que haya pique. Os lo digo sinceramente, no hay pique. A mí me recuerda mucho cuando vivía en Nueva York. Cuando vivía en Nueva York, la gente que vivíamos en Nueva York nos entendíamos mucho, a pesar, incluso ahí, de tener distintos orígenes profesionales. En el grupo que formamos había gente que se dedicaba a las finanzas, otros eran artistas... Éramos generalmente casi todos españoles y nos unían dos cosas. La primera, el idioma. Y la segunda, ese espíritu de salir de tu casa para crecer. El que está en Nueva York no ha ido a hacer dinero, ha ido a enriquecerse personalmente. Nos unía a todos la inquietud de superar.

Yo creo que aquí es más o menos lo mismo. Todos estamos unidos por algo, ya sea una sensibilidad o una inquietud, y esto está por encima de la competición. Lo digo porque ya he estado en algún que otro programa así, colectivo, y la verdad es que terminamos siendo todos muy amigos a pesar de que la competencia era mucho más obvia. La competencia se establecía de una manera amistosa. Al final no existen rivalidades porque, en general, el artista es una persona noble.

"Cuando me propusieron bailar pensé '¡qué tontería!'"

¿Ves mucha televisión actualmente?

No, veo muy poca televisión. He tenido cuatro hijos que ahora mismo tienen entre 30 y 14 años, lo que quiere decir en los últimos 28 años he sido papá y me he mamado todas las películas de niños y todos los programas infantiles que te puedes imaginar. Entonces, con hijos, trabajo y más cosas tienes poco tiempo de ver la televisión. Eso sí, recuerdo que una vez vi la tele con mi hija, la que ahora tiene 19 años. Una noche, por casualidad, nos sentamos a ver Me resbala y lo pasamos muy bien. De hecho, también decidimos verlo a la semana siguiente porque lo comentábamos y demás.

Pepe, fuiste líder de audiencia durante muchos años y protagonizaste grandes batallas por el público. ¿Tú cómo ves la batalla por la audiencia entre Pablo Motos y David Broncano?

Creo que el trabajo de uno y otro sería digno de análisis. Son, digamos, dos maneras distintas de entender la televisión. El programa de Broncano es muy personalista, sin Broncano no existiría ese programa. El programa de Pablo no existiría sin él, pero probablemente podría hacerse de otra manera. Yo creo que Broncano resume en sí mismo lo que es Internet. Los contenidos de Internet son totalmente banales, no existen. Broncano hace un programa sin contenido, y eso tiene un mérito de narices. Es un ritmo de buen rollo, de buena sustancia. Charla, habla, cuenta, pero carece de un contenido sólido como posiblemente sí lo tenga Pablo.

Uno podríamos decir que es la televisión tradicional, con estructura, un desarrollo de contenidos y la intención de entretener de una manera. Y el otro es entretener en la era de Internet. Es decir, sin contenidos sólidos, pero con una gran preparación. Nada de lo que hay ahí no se improvisa, todo está guionizado y todo se hace bien. El trabajo es exactamente igual de duro para uno que para el otro, lo que pasa es que unos eligen unos contenidos y los otros eligen otros contenidos. Unos reflejan un tipo de televisión y otros reflejan otro tipo de televisión.

¿Y cuál te gusta más?

No tengo predilección por ninguno de ellos, os lo digo sinceramente. Yo respeto el trabajo de todos mis compañeros. A mí me parece que tanto uno como otro merecen la pena. Son contenidos distintos. Es decir, uno juega al fútbol y otro juega al baloncesto.

Pepe, hablamos de cómo ha cambiado la tele. ¿Tienes la percepción de que antes la tele era más libre y más espontánea que ahora?

Insisto, no lo vea mucho. Lo que sí he visto es un gran cambio en el vocabulario. Ahora hay expresiones que antes nosotros ni utilizábamos ni se nos ocurría utilizar. Fíjate que a mí me echaron una bronca en la radio, en Antena 3, porque conté un chiste y dije “coño, si lo llego a saber...”, que era la frase clave del chiste. Me llamó el director y me preguntó el director que cómo se me había ocurrido decir “coño”, que si se me había escapado. Y no, no se me había escapado; simplemente es que ese “coño” era necesario para darle fuerza a la expresión.

Entonces, yo creo que ha cambiado mucho el vocabulario y las expresiones. ¿El contenido? Bueno, es una cuestión de valentía y de que la cadena te deje hacer. Ahora se pueden hacer contenidos con la misma libertad que antes, lo que pasa es que la gente se autocensura demasiado. Se le tiene demasiado miedo a esa especie de insulto organizado que es, en muchos casos, Internet. A veces esos insultos y esas descalificaciones en Internet son orquestadas desde algunos puntos. Es algo que se puede hacer con suma facilidad, como bien sabéis. Pero aun así, yo creo que la televisión puede ser igual de libre que antes.

Internet no es todo el público, pero no sé si ganamos en que a lo mejor no ofendemos a determinados sectores, pero perdemos en que no hay esa naturalidad de antes...

El 'wokismo' está haciendo mucho daño. A mí me parece que el 'woke' es lo peor que puede haber llegado en los últimos tiempos. Creo que es un movimiento absolutamente reaccionario. Pretendiendo una igualdad lo que hace es obligar a la igualdad. Eso no es libertad, eso es autoritarismo puro y duro. Y si no piensas como yo... Es el pensamiento único que existe en este instante. Yo creo que todo depende siempre de la cadena. No olvides que un profesional trabaja en una cadena, que es su empresa. Tú no puedes ir por libre. Puedes trabajar libremente, pero de acuerdo con la cadena y teniendo siempre muy claro dónde os movéis y los intereses con los que jugáis. Y si la cadena está dispuesta a entrar en ciertos contenidos con el debido respeto, con la precaución debida, etc, yo no veo ningún problema.

El problema generalmente es el miedo que hay. Hay miedo. Hay mucho miedo y especialmente a que la audiencia se vaya. Y yo creo que la audiencia no se irá nunca si tú la entretienes y haces que sienta cosas. Lo más importante de la televisión es que el que está delante de la pantalla sienta algo, emociones. Si sientes emociones, la gente se engancha. La relación entre un espectador y la televisión es la misma que entre dos seres humanos. Si estás con una persona que te está contando cosas interesantes o que te crea una emoción, tú te quedas con esa persona. Si no, te vas, que en el caso de la televisión sería cambiar de canal con el mando a distancia.

"Broncano resume en sí mismo lo que es Internet. Los contenidos de Internet son totalmente banales, no existen. Broncano hace un programa sin contenido, y eso tiene un mérito de narices"

¿Qué valoración haces de la situación que está atravesando Telecinco?

Esta es la segunda vez que le ocurre una cosa parecida a Telecinco. Cuando se fue Valerio Lazarov, se fue porque se había agotado. ¿Pero por qué se agotó? Lazarov lanzó primero una televisión colorista, con las Mamachicho, alegría, luces y demás, mientras que Antena 3 era casi una televisión en blanco y negro. Martín Ferrán, un gran periodista, hacía una televisión que consistía en conectar con Antena 3 Radio y retransmitir el programa de radio, así que no había una audiencia terminal. ¿Y qué pasó con Telecinco? Que subió y subió en audiencia con Lazarov y Antena 3 se quedó abajo. ¿Pero qué pasó después? Que Antonio Asensio entró en Antena 3 con ideas nuevas y ganas de hacer cosas y, al cabo de un año, Telecinco se vino abajo. Una televisión monocorde, que solo seguía una dirección, se enfrentó a una televisión que aportaba otra cosa distinta.

¿Y qué hizo Asensio?

Empezó a hacer cosas distintas. Retransmitía los toros, fichaba a todos los profesionales que estábamos en ese instante por el mundo de la televisión... A partir de ahí, Antena 3 empezó a subir y Telecinco cada vez iba más abajo. Hubo dos o tres años en los que Antena 3 subió mucho y Telecinco estaba ya en las últimas, así que Italia decidió eliminar a Lazarov y traer a Maurizio Carlotti, que empezó a moverse, a ver qué es lo que se hacía y de qué manera. Ahí Telecinco empezó una transición, pero fue una transición muy corta, al contrario de lo que está pasando ahora, que la transición de Telecinco está siendo un poquito larga.

En aquel momento la transición fue muy corta porque Carlotti tuvo la gran suerte de dar con tres ofertas que, ellas solas, le mantenían una audiencia fuerte: El Súper, Médico de Familia y el Mississippi. Esas tres ofertas le daban una solidez tremenda y hacían que cualquier cosa bien hecha que hiciera Telecinco le funcionara siempre. Se hizo Caiga quien caiga y tuvo un éxito tremendo. Se hizo otra cosa, y también lo tuvo. Antena 3 empezó a flojear otra vez y esto se estableció así durante un tiempo, en el que ambas estuvieron peleando codo con codo. Después se fue Carlotti, Antena 3 pasó por cambios con Telefónica y Vasile llegó a Mediaset, que se pegó una temporada larguísima con él haciendo una televisión similar, en cuanto a estructura, a la que hacía Lazarov. Es decir, monocorde, unidireccional.

¿Y cómo ha llegado Antena 3 a ser líder de audiencia?

Antena 3, con tiempo, con mucho tiempo, ha ido encontrando programas, los ha ido colocando y de golpe y porrazo se ha encontrado con cuatro programas que le dan una solidez tremenda. Hablamos de Tu cara me suena, El Hormiguero y alguno más. Telecinco, en cambio, se fue abajo porque se quedó clavada en una televisión única. Ahora está en el cambio, y el cambio no es fácil. Mirad lo que le pasó a la selección española, que ganó un Mundial y el siguiente que jugó fue nefasto. Los tránsitos son siempre muy difíciles porque otra vez tienes que ubicarte, buscar tu lugar y buscar tu estilo, sobre todo cuando quieres cambiar. Aun así, yo creo que poco a poco empezará a acercarse al mismo nivel de fuerza [que Antena 3].

.