American Horror Story: Cult 7x06 Review: “Está en Facebook”
Por Jesús del Valle
Seguimos descubriendo detalle a detalle todo lo que oculta la extraña secta que ha rodeado toda la temporada. Esta vez, con un paso más…
(¡¡¡Contiene SPOILERS!!!)
Tiroteo
Recordando a lo sucedido recientemente en Las Vegas, Ryan Murphy ya había avisado del sanguinario capítulo que nos esperaba. Por esa razón, las escenas iban a ser menos violentas de lo que quería el creador.
Para empezar, nos encontramos en un acto del candidato a concejal Kai. De repente, disparos. Varias personas heridas, incluido el propio Kai. Y una única sospechosa con la pistola en la mano, nuestra querida Ally.
La explicación de Ivy
La semana pasada puse a caer de un burro a la bonachona de Ivy. Una chica que de la noche a la mañana pasaba de ser una mojigata a ser miembro de una secta de asesinos. Menudo cambio.
Aquí nos han intentado explicar ese cambio, y ese proceso. Surgió tras aquel secuestro que tuvo con Winter, cuando se llevaron al encargado del supermercado la noche de las elecciones. ¿Y después de ello? La culpa, el remordimiento.
Hablar con Kai es la solución que da Winter a su nueva amiga. Así surge el vínculo del meñique que otras veces hemos visto esta temporada.
¿Cuál es el mayor miedo de la mujer de Ally? Perder a su hijo Oz. Incluso mataría a su mujer con tal de quedárselo. No se divorcia de ella por no perderle. Pero está atada de pies y manos, ya que la custodia nunca la conseguiría… salvo que hagan creer que Ally está loca.
Y ese es el plan que tiene tras convertirse en parte de esta locura llamada secta. De momento, la cosa pinta bien para ella…
La rival
La política no es un camino de rosas. Y menos cuando te salen rivales por las esquinas. Es el caso de Kai, que tras los crímenes cometidos se veía favorito, hasta la irrupción de una nueva vecina.
La típica vecina que busca (y encuentra) el aplauso fácil. Por lo tanto, hay que eliminarla…
Mientras Ally huye de la secta con su vecina Meadow que andaba desaparecida, acude a esta vecina con la desesperación de tener a alguien que la crea. Porque contar que tu mujer pertenece a una secta y que te quieren matar con disfraces de payasos… No es que sea muy creíble la verdad.
Lamentablemente para la vecina populista, su muerte llega la misma noche que anuncia su candidatura. Kai se queda sin rivales…
Síndrome de Estocolmo
Como decíamos, Meadow había pasado a ser la “desterrada” de la secta: Pasa de estar enamorada de su amigo gay, a enamorarse del loco de Kai.
Un amor no correspondido… O si. Porque el plan del candidato a concejal consiste en hacer creer a su secta que Meadow se “desvía” del camino, para luego matar a su amado.
En resumen, todo va sobre la seda: Meadow escapa de su secuestro. Es rescatada por Ally. Consigue huir de ella. Coge una pistola. Y en el acto del barrio dispara a diestro y siniestro hiriendo en la pierna a nuestro malo preferido.
Lamentablemente para nosotros, ella se pega un tiro y con tal mala suerte que Ally coge el arma… justo cuando viene la policía.
A ver quien cree ahora que está cuerda…
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