Anatomía de Grey 12x10 Review: un descanso para Meredith pero no para el resto
Por Juan Carlos López SáezJuan Carlos López Sáez
Ya comenté en la anterior crítica que Shonda está loca (sino lo hice lo digo ahora), y que su odio hacía Meredith era la única justificación de lo desgraciada que es la pobre. Pues bien, Shonda demuestra que está loca pero tiene remordimientos, es por eso que esta semana contrata a un terapeuta que arregle este desastre (la nómina de ese mes tiene que ser enorme por las horas que necesitará), y como tiene a Meredith hablando tranquilamente sentada, aunque algo tocada buscando alivio en el hecho de seguir viva, es hora de cebarse con los demás, que por algo es una serie de Shonda Rhimes.
(¡Cuidado SPOILERS)
La surrealista terapia de Meredith
Meredith acude por orden de Bailey a terapia para poder reincorporarse al trabajo, ya que la nueva directora cree que haber pasado por:
-La trágica muerte de tu hermana en un accidente aéreo donde tu misma ibas, donde tu marido se partió los huesos del brazo, donde tu amiga se quedó sin una pierna, y donde tu amiga coreana acabó asimilando que algo pasa en ese hospital porque no es normal tanta mala suerte, ya que no han podido acumular tan buen karma para sufrir tanto malo.
-La amiga coreana decide irse muy lejos porque no quiere tentar a la suerte más tiempo
-Tu marido muere de la forma más absurda posible
-La mujer que pudo salvarle la vida no solo era novata, sino que encima te la tragas como alumna
-Tu madre era una arpía a la que viste morir de alzheimer, y tu madrastra murió de hipo.
El terapeuta alucina con los relatos de Grey mientras resiste las ganas de abrazarla, y a medida que avanza la terapia llega a pensar que Grey está enamorada de Alex, pero no es así, sino que Meredith es una matriarca que necesita tener compañía para estar bien, aunque no lo quiera aceptar.
Todos pasan de Owen
Ahora que parece que reina la calma, volvemos a los problemas menores, como es la animadversión que siente Owen por el nuevo fichaje, Rigg. Bailey ordena a April que los junte para recibir las ambulancias por mucho que Owen se niegue a trabajar junto a Rigg, pero ni la insistencia de April por mantener paz en el único sitio donde no discute con su por ahora marido, consigue que Miranda ceda y no tiene otra opción.
Owen se niega y va haciendo bullying y el vacío a Nathan Rigg, que le pide que por lo menos no lo ponga en contra de sus compañeros. Mientras discuten, la ambulancia que traía al paciente explota (recordemos que no hace mucho otra atravesó la cristalera del hospital), y entre el shock y que de pronto el paciente comienza a desangrarse muy rápidamente en el quirófano, el pelirrojo se olvida de su odio y pide que Rigg entre para rememorar sus viejos tiempos con maniobras que no son muy de hospital de provincia (cuando April también se fue de misionera y debería saber actuar en esos casos sin material quirúrgico, pero por lo visto no aprendió tanto como parecía).
La ignorada y sobria Amelia
Amelia es como un zombie que va deambulando arriba y abajo y nadie se da cuenta de su existencia, de hecho hasta duerme en el hospital porque Meredith sigue estando algo cuerda y le niega su vuelta a casa. Y a pesar de que ahora tiene motivos para volver a darse a la bebida, la hermana de Derek sigue sobria pero sin nadie con quien celebrarlo, por lo que se acerca a Owen, con el que tiene una tensión sexual no resuelta (de la que él se había olvidado) y se produce un nuevo acercamiento.
Pero entre la explosión (ya debería haberse acostumbrado a acontecimientos como este), y que Nathan le trae malos recuerdos, Owen cancela la cita y le cuenta que tuvo una hermana que salía con Nathan, pero murió y sin decir el motivo, le culpa de no haberla podido salvar.
Amelia ve aceptable la excusa pero le hace ver que quizás Rigg no tuvo culpa del destino de su hermana, y tras recomponerse él y recordar ella que está sobria, se marchan a comer pizza.
Maggie y el sexo
Maggie y DeLuca siguen teniendo sexo cuando y donde pueden (una enésima explosión no va a fastidiar los orgasmos de la hermanastra de Grey), y se van dando cuenta de que están comenzando a sentir algo porque ella lo acosa por whatsapp como si de una quinceañera se tratara. El sonido del móvil enfurece a Richard, que termina descubriendo el idilio.
Alex y Jo progresan adecuadamente
Alex no sabe manejarse con mujeres o eso es lo que queda claro en este episodio.
Recibe a una adolescente que tiene un cáncer de huesos, y que controla del tema gracias a una exhaustiva investigación sobre los procedimientos para su curación. Pero al ver que Alex no le ofrece lo que quería escuchar, lo despide y acude a las cirujanas, algo que hace sentir mal a Karev, que lo ve como un robo de paciente.
Pero Callie ofrece una operación que consiste en sustituir el esternón y parte de las costillas por una réplica impresa en su gran, cara muy lenta impresiona 3D.
Karev cede pero acompaña a la paciente por el instinto paternal que le despierta, y porque sabe que esta aterrada por mucho que parezca que vaya a tomarse un café en lugar de ir a quirófano.
En el lado romántico, Jo pasa olímpicamente de Alex, pero verlo con la paciente le produce tanta ternura que al final vuelve a estar como antes.
Callie y Arizona justificando su existencia
Callie y Arizona parecen peones en esta temporada. La primera solo sirvió para traer a Penny, y la segunda para hacer el ridículo yendo a ligar con Richard como acompañante. Y eso mismo sucede esta semana, donde Callie siente que echa de menos a Penny (sobretodo por el sexo), y de forma inmediata surge una reconciliación en un inesperado encuentro en las escalera. mientras que la segunda se va a su enésima fiesta lésbica junto a Richard.
La próxima semana se presenta centrada en la separación de April y Jackson, así que Grey puede seguir relajándose.
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