‘Una serie de catastróficas desdichas’ 1x01 Review: ¡Netflix lo ha vuelto a hacer!

‘Una serie de catastróficas desdichas’

Por Cristina Company

‘Stranger things’, ‘The OA’ y una gran lista de títulos de Netflix hacen que día a día nos enamoremos más de esta plataforma. El viernes se estrenó la primera temporada completa de ‘Una serie de catastróficas desdichas’ con Neil Patrick Harris como protagonista. A continuación, os contamos qué nos ha parecido el inicio de temporada.

(¡Cuidado… SPOILERS!)

Deja ya de mirar: Elementos principales de la serie

Desde el primer momento queda más que claro que esta serie no tiene momentos felices, ni acaba bien ni empieza bien. El propio escritor Lemony Snicket (al que da vida Patrick Warburton) es el que cuenta la historia de los hermanos Baudelaire. Es su deber. Igual que también tiene la obligación de avisar al espectador que no busquen un final feliz.

La propia cabecera, de hecho, también nos invita a que dejemos la serie. Se trata de un suceso de imágenes sobre las tramas tratadas, acompañados de una sintonía que, pese a que nos dice que dejemos ya de mirar, nos cautiva más.

La temporada se estructura según los libros: cada libro será contado en dos capítulos por lo que, en esta primera temporada, de ocho capítulos, podemos ver la historia de cuatro de ellos.

El elenco de la serie: qué nos dice cada personaje

La serie cuenta con tres pilares fundamentales en cuanto a personajes: por un lado, los niños Baudelaire, los protagonistas de la historia. Sin embargo, no existen protagonistas valientes sin un antihéroe que les permitan su momento estrella. Para ello, tenemos a Neil Patrick Harris que interpreta al Conde Olaf. La historia se basa en el juego de El ratón y el gato: una búsqueda constante de la fortuna de los Baudelaire en contrapunto de los constantes intentos de los niños para huir de su antagonista. El otro pilar que construye la historia es el autor, encargado de explicarnos cómo va a desarrollarse la trama.

Estos cinco personajes (los tres hermanos, el conde Olaf y Lemony Snicket) resultan bastante atractivos para el espectador. Los hermanos, eje de la historia, son valientes, ingeniosos y con gran imaginación. Estas cualidades les permiten en todo momento escapar del Conde.

Por su contra, el antihéroe de la serie nos resulta agotador y espeluznante, pero a la vez necesario. El actor que daba vida a Barney Stintson en ‘Cómo conocí a vuestra madre’ interpreta al villano de una forma magistral. Es recurrente odiar al Conde Olaf desde el minuto uno, luego recordamos que detrás de las prótesis y los disfraces está Neil Patrick Harris y se nos olvida que es detestable.

El actor que interpreta a Lemony Snicket hace un papel que, a priori, puede resultar repetitivo pero que, conforme avanza el capítulo, la trama invita al autor a contar su punto de vista. Se trata, pues, de un casting muy característico y que puede aportar matices que enganchen, todavía más, al espectador.

Una trama conocida pero que resulta fascinante

La trama, como ya hemos mencionado, se basa en los cuatro primeros libros. El primer libro está contado entre los dos primeros episodios. En ellos, se pone en situación al espectador.

Lo primero que nos muestran es cómo son los niños Baudelaire: Violet, con un don innato para crear ingeniosos objetos; Klaus, un niño muy inteligente y con gran pasión por la lectura; y cómo no, la pequeña Sunny, un bebé con un talento increíble para morder cosas. Tras la presentación, se nos cuenta cómo estos tres pequeños niños han pasado de vivir en una mansión con sus padres, a ser huérfanos y no tener nada.

El encargado de dar esta mala noticia es el señor Poe, el banquero encargado de asignar un tutor legal a los niños. En el segundo número 15 ya odiaba al personaje y es que es tan incompetente que, por su culpa, los niños acaban en manos del conde Olaf.

En estos dos primeros episodios se cuenta cómo es la pésima vida que llevan con su supuesto familiar, el conde Olaf. Los niños Baudelaire van a intentar descubrir qué planea y por qué han acabado viviendo en esa lúgubre casa.

Pese a que en el testamento se especifica que hasta que Violet no sea mayor la fortuna de los Baudelaire permanecerá intacta, el conde Olaf no se rinde. De esta forma, prepara una obra de teatro en la que se casa con Violet. Sin embargo, descubren que no solo es ficción, sino que también van a casarse en la vida real. Violet accede porque el conde ha secuestrado a la hermana. No obstante, los niños son más listos y al final consiguen librarse de un matrimonio horripilante y de acabar bajo su tutela. El conde Olaf, por su parte, consigue escapar y, por lo pronto, sabemos que va a dar mucho de sí en el tira y afloja que se convierte esta serie.

Además, al final del primer capítulo nos surge una duda: ¿Qué hace Robin Scherbatsky en la serie? Resulta que Cobie Smulders, la actriz, interpreta a un personaje que desconocemos y que, junto a su marido ha sido capturada. Lo único que quiere es volver con sus hijos. Lo primero que pensamos es que son los padres de los niños Baudelaire, ¡que realmente no están muertos! A ver cómo se desarrolla la trama y si consigue reunirse la familia de nuevo.

A priori, la serie tiene muy buena pinta. La estética está perfectamente cuidada y la simbología que se crea aún se tiene que explicar. Si conoces la historia, ya sea por la película que protagonizaba Jim Carrey o por los libros, sabrás que está siguiendo una línea muy similar y que parece que no va a atreverse con muchos más cambios. Sin embargo, es una historia que nos gusta mucho, con un reparto magistral y que, si conocemos la historia, lo único que podemos hacer es disfrutarla en una nueva versión.

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