‘Jane The Virgin’ 3x14 Review: El día de las elecciones

Por Betty M. Martínez

Después de algunos capítulos en los que el drama ha sido el eje central en ‘Jane The Virgin’, esta semana la comedia ha regresado. Es cierto que los últimos acontecimientos aún están presentes, pero, poco a poco, la normalidad regresa al entorno de las Villanueva. Claro, partiendo de que aquí “normalidad” significa de situaciones confusas, emociones intensas y sorpresas inesperadas.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Mamá del aula

Jane y Petra siguen librando su particular guerra por ser la mejor mamá del mundo. Si comentara esto hace cuatro o cinco capítulos, la ganadora indiscutible sería Jane. Pero, a día de hoy, Petra lleva una gran ventaja. Esta semana hemos tenido algún ejemplo de eso. Sin embargo, a mí me falta un elemento clave. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado para que aquella Petra que no conseguía darle ni un biberón a una de sus hijas sea ahora la madre de dos niñas “ideales”? ¿Cómo es posible que el señor Caradulce se haya convertido en el niño revoltoso y berrinchudo que es hoy?

Pero vayamos a lo importante. Jane y Petra han disputado una emocionante batalla para serla “mamá del aula”. Creo que es algo así como la presidenta de la asociación de padres. Pido disculpas si no es exactamente eso. Por favor, si me equivoco, que alguien me lo explique. Gracias.

Al principio Jane y Petra intentaron hacer esa labor juntas. Decirlo y saber que era una pésima idea fue todo uno. Creo que hasta ellas lo sabían. Solo tuvieron una reunión y la palabra que mejor la define es “desastre”. Hay cosas que no funcionan juntas. El agua y el aceite. El fuego y el agua. Petra y Jane

Para decidir quién sería la “mamá del aula” se decidió optar por la vía democrática convocando unas elecciones en el colegio. Y, claro, hubo una campaña electoral. Y, sí, también hubo un debate entre las candidatas. Y fue justo ahí cuando ‘Jane The Virgin’ volvió a ser lo que era. Una comedia fantástica. No tengo palabras para definir el trabajo de Gina Rodríguez y Yael Grobglas en esa secuencia. Solo diré que está ya en mi lista de Momentos Para No Olvidar de ‘Jane The Virgin’. Señores guionistas, les tenía un poco de manía desde que hicieron lo que hicieron con Michael, pero esta semana solo puedo aplaudirles. Nunca pensé que el suelo de un patio de colegio pudiera dar para tanto.

Es cierto que Jane y Petra llevan en guerra desde el mismo día en que se conocieron, pero también hay que reconocer que se respetan y yo creo que se quieren. Es más, se necesitan. ¿Qué sería de ‘Jane The Virgin’ sin ese duelo entre la rica y la pobre, la rubia y la morena? (Sí, le he copiado descaradamente la reflexión a Rogelio, pero es que ha definido a la perfección la relación entre estas dos).

Pero, a lo que vamos, las elecciones. En una de esas situaciones surrealistas que solo pasan en esta serie, ambas renunciaron al puesto por el que pelearon con sus mejores armas. Eso sí, tampoco era cuestión de desaprovechar la oportunidad de ocupar una posición preeminente en el colegio y menos después de los problemas que tuvo Mateo. Así pues, ¿quién sale vencedor de la contienda electoral? Rafael.

El nuevo Rafael

Rafael. ¿Qué decir de Rafael? Pues que me tiene completamente desconcertada. Lo de su elección como “papá del aula” no sé muy bien como valorarlo. Me gusta que hayan elegido a un hombre para ese puesto porque es un buen ejemplo de eso que los políticos mencionan tanto y se aplica tan poco: la corresponsabilidad en la educación de los hijos. ¿Por qué tienen que ser siempre las mamás las que lleven la mayor parte del peso en el cuidado de los niños? Bien por los guionistas de ‘Jane The Virgin’ que apuestan por ejemplificar de forma práctica lo que significa la igualdad.

Dicho esto, hay detalles que me perturban. Por un lado, durante todo el capítulo nos han mostrado el proceso democrático pero, al final, no ha habido votación, sino que la elección ha sido vía nepotismo. Señores guionistas, por mucho que crea que Rafael pueda hacer un buen papel en el cargo, se les ha ido un poco la mano. No seré yo quien hable de manipulación, pero reconozcamos que no ha sido demasiado ejemplar.

Por otro lado, me pregunto qué pensarán el resto de padres de que un ex convicto ocupe ese puesto. Nosotros sabemos que Rafael, con sus más y sus menos, no es mala persona, pero ¿lo sabrán también los demás? Eso sí, señores guionistas, por favor, aclárennos ya lo del dichoso libro. No me puedo creer que nos hayan tenido un par de capítulos en ascuas solo para decirnos que el diario de Scott era un conglomerado de chismes del Marbella. Tiene que haber algo más. Si no, ¿por qué lo quería esconder Rafael? ¿Por qué la policía tiene tanto interés en él?

Por muchos capítulos que pasan sigo sin entender a Rafael. No sé qué le pudo pasar en la cárcel, pero su transformación ha sido radical. No es solo que sea el ejemplo andante de la personalidad zen, es que es el súmmum de la corrección política y la diplomacia. Siempre está donde tiene que estar y siempre dice lo que tiene que decir. Es el mayor apoyo para Jane y quien mejor comprende a Petra. A ver si me explico. Esto no me parece mal. Al contrario, me encanta. Es solo que no consigo entender cómo hemos llegado aquí.

Jane dijo que la información es conocimiento. Pues bien, a mí me falta información y, como no tengo información, no consigo adquirir el conocimiento necesario para poder entender la evolución de Rafael. Señor narrador, por favor, ¿me echa una mano? ¿Sería mucho pedir breve resumen del paso de Rafael por la cárcel?

Los problemas de Mateo

Como ya he dicho, Mateo se ha convertido en un niño un tanto problemático. Tiene un gran corazón, como demuestra en sus charlas con Jane, pero hay momentos en que parece que no se aguanta ni él.

Jane y Rafael son conscientes del problema y buscan soluciones. Esta vez han optado por un profesor de apoyo, que ha llegado a algunas conclusiones. La primera es que Mateo no está traumatizado por la muerte de Michael, lo que tranquiliza a Jane, que temía que su depresión hubiese afectado al niño. La segunda conclusión es que a Mateo tampoco le ha afectado el paso de su padre por la cárcel. “Tú eres su héroe”, le dice a Rafael. Entiendo que eso haya tranquilizado al padre, aunque no tengo yo muy claro si eso es bueno o malo porque yo aún no sé muy bien en qué categoría encajar a Rafael.

La escena de Jane y Rafael con Álex ha sido muy emotiva, pero yo creo que ha sido una terapia para padres más que una medida para mejorar el comportamiento de Mateo. ¿Por qué? Porque al final Jane y Rafael se han quitado un peso de encima al descubrir que no son culpables de la situación, pero seguimos sin saber por qué Mateo se comporta como se comporta.

Las dudas de Xiomara

Jane ha estado bastante ocupada en su faceta de madre, pero como hija también ha tenido faena. Como recordareis Bruce y Xiomara se han comprometido, pero hay algo que no va bien. Jane lo nota y, desde luego, nosotros lo notamos. Xiomara está como apática. Es como si no le ilusionara su boda. Ella dice que tiene dudas, que no entiende por qué, que no sabe qué le pasa. Xiomara, yo voy a ser un poquito atrevida y voy a darte un diagnóstico. Tus dudas tienen nombre y apellidos. Rogelio de la Vega. Y no es solo que lo diga yo. Es que tú misma lo has dicho. Has dicho textualmente (más o menos) que durante los dos años que estuviste sin hablar con Rogelio no hubo un día en el que no pensaras en él. Blanco y en botella.

Esa confesión fue uno de los grandes momentos del capítulo. No solo por sus palabras, sino por el hecho de que lo dijo con Bruce delante. Ya sé que estaban preparando el juicio por el incumplimiento de contrato de Rogelio. Ya sé que era un ensayo de su declaración. Ya sé que Rogelio la aplaudió porque consideró muy creíble su “actuación”. Pero, seamos sinceros, todos sabemos que Xiomara no estaba interpretando un papel. Y, desde luego, Bruce lo tiene muy claro. ¿Habrá hecho Xiomara ya su elección?

En cuanto a Rogelio, ¿es muy pronto para ir pensando en un spin off para él? Creo que a estas alturas es más que evidente que es uno de los grandes personajes de esta serie y esta semana lo ha vuelto a demostrar.

Primero, su relación con Matelio es de lo mejor de esta temporada. ¿Os habéis dado cuenta de que Mateo no se porta mal cuando está con su “abuelito”? Eso sí, Rogelio, por favor, ten más cuidado con lo que le cuentas a tu nieto. ¿Nadie te ha dicho que los niños repiten todo lo que oyen? Entiendo que quisieras saber si Xiomara era feliz, pero tu nieto de cuatro años no es la persona más adecuada para conseguir esa información.

Segundo, las conversaciones con Jane siempre nos arrancan una sonrisa. Rogelio puede ser el más frívolo de los galanes de telenovelas, pero también puede ser un hombre sensible que reconoce su propia evolución personal. Ya asume que tener un nuevo hijo no es imprescindible porque ese rol paternal ya lo cumple con Mateo.

Tercero, su relación con Xiomara sigue siendo una montaña rusa. Es más que evidente que aún la quiere, pero, como todo un caballero, se ha hecho a un lado para que ella pueda ser feliz con Bruce. ¿Qué pasará ahora que lo que los separaba ya no es un impedimento?

Hasta que faltaban un par de minutos para acabar el capítulo, la historia de Rogelio y Xiomara tenía todos los puntos para acaparar toda nuestra atención en los próximos capítulos. Bueno, iban a competir con Alba y Jorge, pero de ellos hablaré cuando haya algo más que contar. Solo un detalle, Ivonne Coll estaba absolutamente espectacular.

Sin embargo, cuando ya casi me estaba levantando del sofá, las tornas cambiaron y la semana que viene voy a tener que estar muy atenta a otra pareja. Es cierto que ya había habido algunos detalles que nos mostraban una “aproximación”, pero, aun así, me he llevado una sorpresa porque, la verdad, yo apostaba por otra “combinación”.

Sí, ya lo sé, el último párrafo está en clave, pero creo que hay escenas que no se deben spoilear y esta es una de ellas. Eso sí, prometo que la semana que viene analizaré todo lo que puede significar este movimiento porque seguro que traerá consecuencias. Y muchas.