'Jane The Virgin' 3x05 Review: los machos alfa se llevan el protagonismo
Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez
Confirmado. Hace ya tiempo que nos dimos cuenta que la virginidad de ‘Jane The Virgin’ era un aspecto importante, pero para nada fundamental en la serie y esta semana hemos visto ratificada nuestra percepción. Jane ya no es virgen, pero capítulo a capítulo continúan sorprendiéndonos con giros argumentales inesperados.
¡¡CUIDADO SPOILERS!!
Michael y Rafael vuelven al punto de partida
En este capítulo han sido los machos alfa de la serie quienes han llevado la voz cantante. Comencemos por Michael y Rafael. No es que sean los mejores amigos del mundo, pero se toleran respetuosamente y hasta intentan mejorar su relación. Michael necesita ponerse en forma para superar las pruebas físicas que le permitan regresar al trabajo y Rafael le ofrece entrenarse en el gimnasio del Marbella.
En resumen, una amable proposición de Rafael y un agradecimiento sincero de Michael, que consiguen que Jane se lleve una alegría descomunal. Y no es para menos. Si consigue que estos dos se lleven medianamente bien, su vida será mucho tranquila. Aunque la nuestra sea mucho más aburrida. Venga, que nadie mienta. Echamos mucho de menos el duelo entre TeamMichael y TeamRafael.
Pero no olvidemos que Michael y Rafael son como el agua y el aceite. Pueden estar juntos, pero lo de mezclarse es otra historia. Y como prueba, la escena del gimnasio. Puede que entrenen en el mismo sitio, pero, desde luego, no entrenan juntos.
Sin embargo, estaba claro que el gimnasio (y todo lo que allí sucedió) no era más que la punta del iceberg del verdadero problema. Y ¿cuál es el problema? La inseguridad de Michael. A ver, vayamos por partes. Entiendo que Michael pueda sentirse un poco intimidado por la perfecta musculatura de Rafael. Que conste, que esto no solo lo pienso yo, sino que hasta Rogelio lo ha reconocido más o menos con esas palabras. Y quien no esté de acuerdo es que no ha visto el capítulo de esta semana. Yo tardaré en olvidar alguna escena, lo confieso.
Perdón, que me desconcentro. Recupero el hilo. Entiendo esa inseguridad de Michael, sobre todo, si le añadimos que en el pasado Jane lo dejó por Rafael. Pero, sinceramente, me ha sorprendido este ataque de pánico a estas alturas. Michael, Jane se casó contigo. Jane se acostó contigo. Jane es feliz contigo. Jane no se casó con Rafael. Jane no se acostó con Rafael. Rafael es el padre de Mateo y ya. No tiene ningún sentido que en este punto de la historia vengas a sacar de paseo estos fantasmas del pasado.
Dicho esto, y dejando claro que Michael no tiene nada que temer, también he de decir que, como espectadora, no me disgustaría que Rafael recuperara el terreno perdido. ¿Soy un poco cruel? Es posible, lo admito, pero que levante la mano el que no se echó unas risas esta semana con el enfrentamiento entre Rafael y Michael.
En fin, que los integrantes de TeamMichael no se preocupen. Al final hicieron las paces y casi cincuenta capítulos después descubrieron que tenían algo en común. Bueno, algo aparte de Jane, claro. ¡¡El fútbol!! Ahora solo falta que uno sea del Real Madrid y otro del FC Barcelona. ¿Sería muy descabellado un cameo de Cristiano Ronaldo o de Messi?
El crossover de Rogelio
En cuanto a Rogelio, esta semana ha tenido varios frentes abiertos. Primero, sigue intentando dar el salto a la televisión americana y continúa con su estrategia de elogio continuo y permanente a Rafael para que le presente a su amigo productor. El padre de su nieto le hace el favor, pero Google le juega una muy mala pasada a Rogelio y casi echa a perder la oportunidad. Sin embargo, el santo de los actores (tengo que acordarme de buscarlo) parece que lo tiene presente y consigue el papel. Eso sí, va a tener que llegar a algún tipo de acuerdo con Telemasivo porque tiene firmado un acuerdo de moralidad con ellos. Y eso qué tiene que ver, diréis. El papel que ha conseguido incluye un desnudo frontal y ese acuerdo prohíbe la desnudez en cine y televisión. ¿Qué hará Rogelio? ¿Podrá cumplir su sueño de hacer cine made in USA?
Segundo frente, se ha dado cuenta de la crisis que se ha abierto entre Rafael y Michael y como cabeza de familia se ve en la obligación de solucionar el conflicto. Rogelio, te admiro y lo sabes, pero la diplomacia no es lo tuyo. Menos mal que las circunstancias salvaron la situación porque tu intervención fue un poco desastrosa.
Tercer frente, Xiomara. Hay que reconocer que esta vez su intervención ha sido involuntaria. Xiomara preparó su último festival como profesora de baile y al terminar el espectáculo tuvo una visión sobre su futuro. Va a abrir una academia de danza. Pero lo importante no es qué revelación tuvo, sino cómo la tuvo. Jane, Rogelio y Alba le cantaron (literalmente) cuál era el negocio más adecuado para ella. La verdad es que Gina Rodríguez, Jaime Camil e Ivonne Coll consiguieron que hasta yo siguiera la coreografía desde mi sofá. Ya echábamos de menos estos números musicales.
Viejas rencillas familiares
No sé si os habéis dado cuenta, pero en esa nueva guerra Rafael vs Michael no he hablado de la intervención de Jane y es porque no la ha habido. Por una vez nuestra protagonista todo-lo-arreglo se ha mantenido al margen. Es más, no tengo muy claro que haya sido consciente de esta nueva batalla porque estaba librando otra bastante más delicada.
Resulta que Alba se ha enfadado y mucho con Jane. Y he de decir que me ha costado entender el nivel hasta el que ha llevado su cabreo. ¿Por qué no quiere que Jane tenga contacto con su familia? ¿Por qué le disgusta tanto que tenga relación con sus primos? Es comprensible que Alba no quiera saber nada de su hermana por todo lo que pasó en el pasado, pero ¿qué culpa tienen las nuevas generaciones?
Tuvimos que esperar casi hasta el final para conocer las verdaderas razones de Alba y las entendimos. Hay dolores que no se borran ni en cuarenta ni en cien años. Jane también lo comprendió, pero, por una vez, se va a permitir no coincidir con su abuela y piensa hacer lo que considera correcto. Lo cierto es que aunque no quisiera, va a tener que hacerlo. Id apuntando un nombre. Catalina.
Las gemelas golpean dos veces
Y vayamos con otra familia. Como recordaréis, Jane sospechaba que Petra era, en realidad, Anezka (muy oportuna la mención a ‘La usurpadora’) y consiguió que Rafael dudase. Y gracias a esas dudas se obró el milagro. La auténtica Petra se ha recuperado. Por fin, pensé yo. Todo va a volver a la normalidad. Error. Cuando Rafael le preguntó a la verdadera Petra cómo se llamaba, va ella y dice que es ¡¡Anezka!! Y ahí llegó mi tradicional momento ‘casi me caigo de la silla’.
¿Se puede saber por qué miente ahora que ya está a salvo? ¿La medicación que le inyectaban le ha afectado al cerebro? ¿Tiene alguna variedad rara del síndrome de Estocolmo? Para nada. La explicación es más simple y preocupante. Petra ha recuperado la esencia del personaje. Es la villana, solo que esta vez sin el calificativo de light que le atribuí hace algún tiempo. Ha vuelto más villana que nunca. ¿Por qué?
Primero, sigue adelante con el plan de Magda y Anezka de quedarse con las acciones de Rafael. Segundo, va más allá y lo echa del hotel, de SU hotel. Tercero, obliga a su hermana a romper con Scott (no sé cuál de los dos me dio más pena, la verdad). Cuarto, retrasa esa ruptura hasta que su casi cuñado le presenta a un potencial comprador para el hotel. Quinto, elimina cualquier posible confusión entre ella y Anezka de una forma que no soy capaz de definir. Señor narrador, una vez más usted ha definido a la perfección mis pensamientos.
En resumen, Jane ha descubierto que tiene un buen número de primos y parece dispuesta a conocerlos. ¿Nosotros también lo haremos? Michael y Rafael han dado un giro a su relación. ¿Durará? Rogelio ya tiene el papel que quería. ¿Llegará a interpretarlo? Petra ya controla el Marbella ¿Podrá Rafael recuperarlo?
Lo dicho. Qué más da si Jane es o no es virgen, en ‘Jane The Virgin’ aún hay mucho que ver.
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