‘Once Upon a Time’ 4x18 Review: un gran secreto que decepciona y aburre

Por Ángela PérezÁngela Pérez

Una semana más vuelve ‘Once Upon a Time’ con un capítulo en el que descubrimos un gran secreto que nos decepciona y nos aburre a partes iguales. Y es que se trata de un episodio de transición que intenta dotar a la historia de una profundidad que no necesita y que solo consigue desviar la atención de la acción principal.

(¡Cuidado SPOILERS!)

En el pasado

En el Bosque Encantado hace muchos años, Robin Hood tiene problemas al pagar los impuestos de su bar y el recaudador le da dos días de máximo para que lo haga. Aprovechando su situación, Rumplestiltskin se ofrece a liquidar su deuda a cambio de que robe algo para él.

Robin acepta y se dirige a Oz, donde tendrá que robar el elixir del corazón roto, que puede curarlos tanto física como emocionalmente. Finalmente, consigue burlar a la Malvada Bruja del Oeste con la ayuda de Will (al que rescata anteriormente de los guardias) y se hace con el elixir.

Pero antes de volver a casa, se da cuenta de que Will lo necesita realmente y se lo da a él. Sin el trato con Rumplestiltskin, decide robarle el dinero al recaudador y repartirlo entre todos los de la aldea. Por último en esta línea temporal, Robin y Marian se prometen estar juntos y él le regala un trébol de seis hojas de Oz.

Fuera de Storybrooke

Nueve semanas antes en Nueva York, Marian, Robin y su pequeño hijo se instalan en el apartamento de Neal. Una vez allí, Gold se presenta por sorpresa y les insta a que se marchen del apartamento de su hijo. Pero, en plena discusión, a Gold le da un ataque al corazón y tiene que ser trasladado al hospital.

Para ayudarlo, Robin roba de nuevo el elixir, pero esta vez de una tienda que también se llama “El Mago de Oz”. Sin embargo, cuando Gold se lo bebe no parece hacerle efecto y es entonces cuando descubrimos que Zelena está viva, que mató a Marian y que se hizo pasar por ella todo este tiempo. El motivo, por supuesto, es hacer infeliz a Regina.

Como a pesar de todo, no consigue que Robin la ame, hace un trato con Gold en el que este deberá ayudarle a vengarse de su hermanastra a cambio del verdadero elixir.

En Storybrooke

Mary Margaret y David le confiesan a Emma que ya conocían al autor y que por su culpa hicieron que Maléfica perdiera a su bebé. Pero esto no es escusa para Emma y le horroriza pensar que ella es la salvadora gracias a la desgracia de otros.

El autor intenta fabricar una pluma mágica para reescribir la historia, pero no existe ningún árbol mágico en StoryBrooke que sirva para hacerlo. Es entonces cuando aparece Gold con su propia pluma y lo convence para que se vaya con él.

Posteriormente vemos a una Regina atrapada en su cripta y a Gold intentando lavarle el cerebro para que se vuelva a unir al lado oscuro. Como no lo consigue, le da el número de Robin Hood y, cuando lo llama, contesta Zelena y le cuenta la verdad.

Aquí es cuando tendrá que decidir si deja a un lado sus ansias de venganza o ayuda a Gold a volver oscuro el corazón de Emma para proteger a su gran amor. La respuesta, como siempre, en el próximo capítulo.

¿Dónde está Emma?

¿Qué os suenan estas tramas? No es preocupéis, no estáis locos, a mí también. De nuevo hemos vuelto al tema de la venganza de Zelena que, ya de por sí, ha sido la villana menos carismática de todas. Aburrido, aburrido, aburrido.

¿Os preguntáis donde está Emma? Yo también, hace que no la vemos bastantes episodios. No nos explicamos cómo tanto ella como sus padres han terminado relegados a un segundo plano por personajes tan sosos como el de Robin Hood.

Además, entrando en la recta final, los capítulos de relleno, tantas explicaciones y las tramas tan rebuscadas le están haciendo un flaco favor a la serie, que está empezando a aburrir a los fans. Incluso ya hay rumores de que puede ser cancelada por un gran bajón en la audiencia.

Y está claro que la cosa no remonta aún, porque el siguiente capítulo tiene pinta de ser más relleno, esta vez desde el punto de vista de Cruella de Vil. Apuesto a que terminará convertida en una santa como Úrsula. Por favor, guionistas, ¡menos cuentos chinos y más acción y realismo!