'Penny Dreadful' 3x04 Review: la pasión de Vanessa Ives
Por Sabrina RodríguezSabrina Rodríguez
Esta semana 'Penny Dreadful' nos da un respiro de la intrincada madeja de hilos argumentales, para centrarnos en las sombras de Vanessa. Nos encontramos con un “bottle episode” (capítulo en una botella) con la señorita Ives en el centro neurálgico, aunque acompañada de Seward y de un celador muy especial. Ya comenté en mi anterior review que era de esperar que este episodio fuese dedicado a Vanessa, como viene siendo tradición en cada temporada.
Este tipo de episodios son los favoritos de guionistas y productores, ya que estas narrativas permiten abaratar costes de producción (un par de actores y un escenario cerrado) a la vez que ahondamos en la psicología de los personajes. ¡Y de qué manera!
Acompáñame a la habitación blanca acolchada pero, ojo, que hay SPOILERS.
El hombre posteriormente conocido como la Criatura
La semana pasada nos dejaron con un cliffhanger de morderse las uñas. Sabíamos que John Clare/la Criatura, en su búsqueda de identidad, está empezando a recordar retazos de su pasado. Pero si nos enteramos que era celador de un hospital psiquiátrico es a través de la regresión hipnótica del personaje de Eva Green.
El episodio se centra en la terapia de la Doctora Seward y el tormento de Vanessa dentro del hospital, donde somos testigos del progreso de la relación entre Ives y el hombre que será la Criatura. Una oportunidad única de saber un poco mas acerca de estos carismáticos personajes y avanzar, mediante el suspense, en la trama de John Clare. Conocer al hombre que fue, nos ayuda a entender detalles sobre la naturaleza de la Criatura.
Y es que la personalidad del celador no dista demasiado de lo que ya conocemos: un hombre compasivo, taciturno y apocado; cuya nobleza y buen corazón llegará a hacer que nos salten las lágrimas, en una secuencia que devolverá la dignidad y la entereza a una Vanessa en horas bajas.
Brillantez formal
Como he comentado antes, el episodio desarrolla la progresión del personaje que interpreta Eva Green y lo hace de una manera brillante. Principalmente se estructura en un sistema de realidades dentro de realidades que, a modo de muñeca rusa, nos adentra en las complejidades de la paciente.
Así, en un primer nivel, tenemos a la Vanessa que se encuentra en estado hipnótico en la consulta de Seward. En un segundo nivel está la Vanessa dentro de su celda, que aunque a veces sea consciente de la regresión, revive y (re)sufre lo ocurrido en el psiquiátrico con virulencia. En el tercer nivel encontramos a la Vanessa que se enfrenta cara a cara con sus demonios, en una escena antológica.
Con todo, John Logan, creador de la serie, decide tomarse su tiempo para desarrollar la composición de los planos. Si nos fijamos en la planta de la habitación, observaremos que la cama y su pared contigua (el espacio de Vanessa) ofrecen una composición en distanciamiento con la silla y la puerta (el espacio del celador). Una distancia que conforme avanza el episodio (y van limando asperezas) se hace cada vez mas corta e íntima; llegando al clímax emocional en que la Criatura peina desde la cama el cabello de una contenida Green sentada en la silla. La inversión de espacio los unifica de una forma terriblemente entrañable.
Por su parte los actores, en estado de gracia, hacen brillar el episodio con sus interpretaciones. Un capítulo cuyo ritmo nunca decae y que, pese a estar constreñido por el espacio de la celda, atrapa al espectador de forma visceral, como si compartiese con ellos esa pequeña sala.
Eva Green, como siempre impecable, ofrece un abanico inmenso de emociones y deslumbra con la corporalidad y la crudeza de su interpretación en cada una de sus escenas. Pero Rory Kennear no se queda atrás. El actor nos fascina con tres papeles claramente distintos y perfectamente matizados (las voces de los dos demonios son apabullantes) en un ejercicio interpretativo extraordinario.
Referencias
Cuando Caliban/John Clare le pregunta a Miss Ives el motivo por el que se encuentra encerrada, Vanessa no se corta un pelo. Ella sabe perfectamente que no es una mujer complaciente. Sabe que no encaja en la sociedad de su época y que sus estándares distan mucho de los de su entorno. Sabe incluso que su fe, pero sobretodo la forma en la que la manifiesta, no está acorde a los tiempos de ciencia, progreso e industria; y todo ello la convierte en una mujer incomoda y desechable.
No es casualidad que el ídolo de Vanessa sea Juana de Arco y, ni mucho menos, que se mencione en este capítulo. Ambas son mujeres fuertes, mujeres fuera de su tiempo, mujeres de fe, oprimidas y manipuladas por sus personas de confianza. Ambas ligadas a lo místico y lo sobrenatural.
Y si buscamos un poco mas allá, veremos que este episodio parece que homenajea a dos films basados en la vida de la heroína francesa: 'La Pasión de Juana de Arco' (1928) de C.T. Dreyer y 'El proceso de Juana de Arco' (1962) de Robert Bresson. Ambas sendas películas que se centran en el juicio, martirio y posterior ejecución de la Doncella de Orleans y que retratan, de forma desgarradora, los últimos días de la heroína francesa encerrada en su celda. En la primera, predomina el estudio del personaje concentrándose en los primeros planos; mientras que la segunda da preferencia al tratamiento del espacio (la celda) en la que se encuentra recluida.
Las similitudes de encuadre e iluminación, entre este episodio y las cintas de Dreyer y Bresson, es muy posible que no sean casuales ya que el parecido es asombroso; demostrando que los creadores de televisión actual se fijan y aprenden de los clásicos. La manera en la que estas narrativas retratan la tortura física y mental, es de una crudeza tan atroz que llega a implicar muchísimo al espectador.
Dos contra una
Pero recordemos que nos encontramos en el pasado. Esto es una regresión y Vanessa Ives ha venido con un objetivo; saber quién es el ser abyecto y manipulador que la persigue. El nombre de su enemigo es lo que permite a Vanessa desatar su poder; un poder ignoto y antiguo, como ya conocimos en la season finale de la temporada anterior. Tan fuerte es su compromiso con la misión, que el personaje de Eva Green no podrá despertar de su trance hipnótico hasta que encuentre lo que ha venido a buscar.
El detonante será el celador que empezará a cuestionar a Vanessa acerca de su fe. Ésta abre su mente a un tercer nivel de realidad; un espacio mental donde veremos a la paciente enfrentarse, no a una sino a dos entidades malignas, dos hermanos, alma por un lado, carne por el otro.
Desconocemos las implicaciones mitológicas, pero podemos intuir que el instigador de la caída de Nina sería “Carne”, en la primera temporada, mientras que la responsabilidad de la persecución de Vanessa por parte de las brujas recaería en “Alma”, en la pasada temporada.
El personaje de Eva Green se deja seducir estratégicamente por Alma/Lucifer hasta que aparece su hermano que debilita al primero. Parece ser que “Alma” es mas débil que “Carne” y, cuando creemos que este último va tomando el control de nuestra heroína, le dice su nombre: Drácula. De vuelta a la consulta de Seward, parece que Vanessa Ives ya tiene un arma para combatir al príncipe de las tinieblas.
La idea de la dualidad cuerpo/alma y del desdoblamiento son temas recurrentes en Penny Dreadful pero ofrecen muchas posibilidades a explorar.
¿Será capaz Vanessa de mantener a raya ella sola a los dos seres que la atormentan?
Se acerca una dura batalla y puede que necesite la ayuda de sus amigos, pero estos no están.
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