'El Príncipe' 2x04 Review: ¡capitulazo en el que dejas de respirar!

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

¡Al fin! ¡'El Príncipe' ha vuelto! Ha sido necesario llegar al capítulo cuatro para que volvieran los giros argumentales inesperados. Para dejarnos con la boca abierta. Para obligarnos a no despegarnos de la televisión porque, de hacerlo, corremos el serio peligro de no entender nada al volver. Para ratificar, una vez más, que nada, ni nadie, es lo que parece en 'El Príncipe'.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Terrorista con cobertura legal

Y empecemos por nuestra lucha favorita: el héroe contra el malo. Evidentemente Morey sabe que Kahled “ayudó” a Didi a caerse por la ventana, pero no puede decirlo (bueno, a Fátima sí, que hay confianza, aunque ella no le crea). Ni siquiera puede insinuarlo cuando Khaled se presenta en comisaría para prestar declaración como el ciudadano modelo que es. Hay que reconocerlo. Khaled es buenísimo mintiendo.

Didi trabajó para él en una obra pero con la crisis tuvo que despedirlo. Fue a su casa para pedir empleo, pero como no había nada se fue. Debía de estar muy desesperado para suicidarse. Perfectamente estructurado y factible, pensaría cualquier policía. Cuento chino, pensó Morey, o algo parecido. Y ahí comprobamos que a Fran no le acaba de sentar el traje de espía y explota contra Khaled, pero este es un profesional en lo suyo y ni se inmuta. Es más, se limita a pedirle a Morey que no moleste a Fátima. ¡Cómo si eso fuera posible!

Pero Morey no se podía quedar quieto y consigue convencer a Serra, que es capaz de ver cuándo su mejor espía tiene una buena idea, para detener a Khaled. Los policías necesitan pruebas para una detención, pero ellos son espías. Juegan en otra Liga con otras reglas.

Y Morey y López van a por Khaled. Y lo detienen. Y lo interrogan. Y Khaled lo niega todo. Y llegan de visita los espías franceses del primer capítulo. Y…

(Aviso: en las siguientes líneas llega el spoiler de los spoilers de este capítulo y me atrevo a decir que de toda la temporada. Si no lo queréis saber, podéis seguir leyendo en el apartado Mirar para otro lado)

Y Khaled dice “son mis jefes”. Y yo dejo de respirar. Y los franceses confirman que trabaja para ellos como infiltrado en Akrab. Y yo vuelvo a respirar y digo “no me lo puedo creer, ahora resulta que ¡¡el malo es bueno!!” ¿En serio? Y la cara de Morey es un poema y pregunta por Abdu. Y los franceses dicen que estaba todo preparado, que la bomba no iba a explotar y que había espías suyos en el autobús para controlar la situación. Y a Morey se le viene el mundo encima porque, si es cierto, él es el único responsable de la muerte de Abdu. “Siempre serás el hombre que mató a su hermano”, le suelta Khaled como golpe de gracia. Como si Morey no lo supiera ya. Y el CNI pone en libertad al que hasta unos minutos antes era el mayor líder yihadista de ‘El Príncipe’.

Como si esto no fuera suficiente para dejarnos fuera de juego, ahora resulta que nuestros agentes favoritos no se fían ni de la historia de los franceses ni, mucho menos, de Khaled. Carmen, la gran jefa del CNI, aparece en persona en Ceuta para decir justo lo que Morey quería oír “vamos a controlar a Khaled”, lo que no quería oír “intenta no meter la mata” y un gesto de cariño “has adelgazado”. Hasta Serra parece haber recuperado la fe en Morey y se encarga de “facturar” a Hidalgo lejos de Ceuta para que pueda trabajar con libertad. Todo esto está muy bien, pero aún tenemos que descubrir el enigma Carvajal. Ya sabemos que Hidalgo era la espía del espía, pero aún no tengo ni idea del papel que juega, o jugaba, la que presuntamente era gran amiga de Morey en esta historia.

En fin, que ahora mismo Khaled es un espía a cuenta de los franceses, pero no descartemos que siga un doble juego. Si la lucha Morey – Khaled era ya intensa, no quiero ni imaginarme cómo será a partir de ahora. Si se confirma que es de los buenos, puede ser muy interesante verlos luchar mano a mano contra el mal. Si es de los malos, vuelve el juego que había quedado un tanto descafeinado al tener todas las cartas boca arriba.

Bravo, señores guionistas, han conseguido volver a captar toda mi atención porque les aseguro que han estado a punto de perderla.

Una vida de mentira

Y en medio de todo esto tenemos a Fátima que ¡sorpresa! sabía que Khaled trabajaba para los franceses, pero no se lo había dicho a Morey. Lo de la desconfianza parece ser condición sine qua non para esta pareja. Eso sí, ahora mismo Fátima no sabe quién miente, quién dice la verdad, quién es su marido, etc. Otra ya estaría en la sala de espera de un psicólogo al borde de una crisis existencial.

Pero lo que sí sabe Fátima es cómo actuar como espía. O ella es una gran alumna o Morey es un gran profesor, porque en solo una noche le dio un master en espionaje y ahí la tenemos ahora. Ella solita consiguió encontrar el móvil de los bonsáis y descubrir que Khaled es “el más hábil”. En teoría esto serviría para ratificar que Khaled es un pluriempleado ejemplar (empresario + benefactor social + terrorista + espía), pero, por supuesto, las dudas no se aclaran sino que aumentan. Todo parece indicar que Khaled sigue un doble juego y que de verdad es el malo malísimo que pensábamos al empezar el capítulo. Sea como sea, el marido ideal ha resultado ser una caja de sorpresas. Esperemos que no acabe como la de Pandora.

De todo esto, podemos sacar algo positivo. Morey y Fátima continúan acercando posiciones. Quizá ella no confíe en el espía, pero se fía aún menos de su marido.

Mirar para otro lado

Pero esto no ha sido todo en ‘El Príncipe’. Tenemos otro frente abierto. Lamela. El gallego ha llegado hace poco al barrio, pero parece que quiere quedarse por tiempo indefinido y, como buen hombre de negocios, ha hecho un perfecto estudio de mercado y ha llegado a una conclusión obvia: la competencia es muy molesta. Otro empresario hubiera hecho un análisis DAFO, pero él es más práctico y ha optado por cortar por lo sano. La primera opción fue que se mataran entre Faruq y Aníbal pero el pelirrojo le salió un poco chapucero y ha tenido que ponerse el propio Lamela manos a la obra.

Khaled, que es un gran aliado, se ha ofrecido amablemente a encargarse de Faruq, que la familia es la familia (estoy intrigadísima por saber cómo lo saca de en medio), así que Lamela puede concentrarse en Aníbal. Y no ha dudado. Ha ido directo a la línea de flotación. Ironías del destino. El hijo de Lamela mata a la madre de Aníbal. Ha sido muy curioso ver a todo un narcotraficante del Estrecho bañado en lágrimas por su mamá delante de sus hombres, la policía y medio barrio. Me da a mí que Faruq nunca actuaría así, al menos no en público (recordemos que cuando fue la presunta muerte de Abdu lloró en la morgue, pero sin testigos)

Visto lo visto, seguro que Aníbal se ha arrepentido de rechazar la alianza que le propuso Faruq. ¿Quién nos iba a decir que estos dos iban a ser capaces de reunirse para negociar algo? No hay nada que una más que un enemigo común, aunque Aníbal lo haya comprobado por las malas. Por favor, que se alíen, que será muy divertido ver cómo se las arreglan para trabajar juntos.

El que se ha llevado también un disgusto es Fran, al que le caía bien la madre de Aníbal y es muy consciente de que estamos ante el principio de una guerra que no sabemos cómo va a acabar, pero bien, seguro que no. Encima, Aníbal lo acusa de mirar para otro para proteger a Lamela.

Pobre Fran, para una vez que juega limpio y no acepta el soborno, todos creen que lo ha hecho. Y no los culpo porque es cierto que Fran estaba mirando para otro lado, pero no por influencia de Lamela. Fran estaba mirando cómo un barco que le gustaba mucho se alejaba del puerto. Ha sido una de las escenas más bonitas de la temporada. Emotiva, triste, pero preciosa. Maravilloso el trabajo de Susana Córdoba y, como siempre, excepcional el de Jose Coronado.

Actividad en la comisaría

Pero Fran aún ha tenido que sacar tiempo para más. Por un lado, ha conseguido descubrir que Garrido mató a Didi. Punto para la Policía. Un problema solucionado, pero no. Había que enredar las cosas un poco más y quién se encarga de esto. Pues el tío Salman (y este ¿es bueno? ¿malo? ¿regular?). Como abogado de Didi, le da un gran consejo. Te recomiendo que pienses en la vida de tu hijo y te tomes esta pastillita. Le vino a decir, más o menos, la mano ejecuta de Khaled (creo). Y Garrido, que ya demostró ser muy obediente, acabó convulsionando.

Y por si esto no fuera suficiente, Fran aún ha tenido tiempo de buscarle una psicóloga a Mati, que, reconozcámoslo, le hace mucha falta.

Y Fran, además, ha tenido que intentar convencer a su hija adolescente de que vaya con él a visitar a su madre, pero Ruth prefiere la compañía de Jorge. Se avecina nuevo dolor de cabeza para Fran. Rectifico. Después de ver los últimos segundos del capítulo, lo que se le viene encima a Fran es una migraña, una jaqueca y un ataque agudo de hipertensión con alto riesgo de infarto de miocardio.

En resumen, ‘El Príncipe’ ha recuperado su capacidad para tenernos en tensión todo el capítulo y totalmente intrigados durante toda una semana. ‘El Príncipe’ ha vuelto.

Sobre este blog

Etiquetas
stats