'Shameless' 5x07 Review: la locura de querer ser feliz, y no saber cómo
Por David MarañónDavid Marañón
Tras el parón semanal causado por la gala de los Oscar, vuelve ‘Shameless’ justo donde lo dejó. Antes de empezar la review, quiero felicitar desde aquí a William H. Macy, que en la serie interpreta a Frank, por la labor como director debutante en este capítulo, ya que de estar frente a la cámara ha pasado también a estar detrás, y puede que sea causa del fanatismo por su maravillosa actuación, pero ha sido de los capítulos que más me ha hecho empatizar con todos los personajes de lo que llevamos de serie. Desde luego, una labor envidiable que nos ha regalado momentos muy buenos, y que paso a contar ahora.
(¡¡CUIDADO, SPOILERS!!)
La casa Gallagher, o la dictadura de Sammi
Cuando Sammi ha tomado el control de la casa, se lo ha tomado demasiado en serio. Tanto, que sin saberlo se está convirtiendo en una Gallagher más que se va a terminar viendo arrastrada por tanta locura. Carl la acepta más o menos, pero Debbie, sin embargo, se niega a admitir que ahora ella es la “madre” de la casa. La joven Gallagher sigue centrada en su enamoramiento por el chico que conoció boxeando, aunque adopta con él una situación de amistad que la coloca en la friendzone, situación que comprueba tras una pequeña matización de Carl – si el chico, en vez de acariciarte, te golpea en el brazo, es que te considera tu amigo – que se hace efectiva al rato.
Para solucionarlo, decide encerrar en el baño a su ex amiga, la que agrede en el anterior capítulo, y pedirle consejo, a lo que ésta responde que debe tocarlo mucho. Una vez están los dos solos en el coche, Debbie decide tocarle cerca de la entrepierna sin obtener resultado alguno. Al irse, se da media vuelta y se desahoga a gritos diciéndole que le gusta. Derrick entonces decide lanzarse y le da un beso. Por fin, nuestra querida pequeña Gallagher, se ha echado novio.
Por su parte, Sammi, en el control de la casa, decide también controlar la vida social y académica de Chuckie, y le pide a Carl que le proteja en su primer día de clase – Carl tiene lo peor y lo mejor de los Gallagher en todos los sentidos -, pidiendo éste a cambio preservativos de tamaño grande y nunchakus. En el instituto, Carl al principio ignora a Chuckie, pero después tiene la brillante idea de utilizarlo como su propio esclavo, a lo que Chuckie acepta sin problema, a cambio de tener la protección de su pequeño tío. Cuando Sammi lo descubre, lógicamente, monta en cólera.
Pero esto no es lo peor que iba a pasar.
Lip ya reside en el Campus de la Universidad como encargado de su piso en la residencia. Allí tiene que lidiar con varios especímenes, como el que vemos en este capítulo que no cuida muy bien de su ropa ni de su habitación. Cuando va a ver su horario, no aparece, por lo que decide ir a solucionarlo. Tras un par de viajes, llega a la oficina de tasas, donde le informan de que no ha pagado la matrícula. Lip, extrañado, responde que tiene beca y no tiene que pagar nada. Sin embargo, le recuerdan que la beca se renueva cada año, y que ha debido recibir la documentación en su casa. No tiene dinero para pagar la matrícula. ¿Idea? Hacerse varias tarjetas de crédito y pagar la matrícula a expensas de deber dinero al banco. Cuando va a casa a buscar la documentación, la encuentra en el quicio de la ventana. Lip entonces comienza a poner verde a su familia por no haberle informado de que su documentación había llegado. ¿Cómo reaccionará Sammi?
El patriarca Gallagher llega del hospital mentalizado de que no necesita a nadie en su vida que le cuide, y así se lo hace ver varias veces a Sammi, que comienza a estar furiosa por perder del todo el sitio que en su momento ya le robó Sheila. Es entonces cuando la guerra Sammi – Frank comienzo, siendo clara ganadora Sammi desde un primer momento. Sin embargo, cuando ésta se entera de la esclavitud de Chuckie, momento que también Lip aprovecha para renegar de su familia en voz bien alta, la pelea Sammi – Frank llega a su punto álgido, y Sammi decide echar a Frank apuntándole con una pistola. Frank no se cree que pueda usarla, y es entonces cuando Sammi le pega un tiro en el brazo. Frank cae al suelo y Sammi se pone encima suyo rogándole que le diga que le necesita. Y Frank lo dice, relajando a Sammi hasta el nivel de que vuelve a sentirse la hija predilecta de Frank. Desde luego, la cabeza bien amueblada no la tiene, y cada capítulo que pasa lo demuestra aún más.
Unos se separan, y a otros la mente les separa
Vero y Kev están separados, ya es oficial. Lo que Vero llama un tiempo es el inicio del fin de la pareja. Tras una discusión, ésta decide irse a vivir encima del Alibi, al piso donde tienen montada la extractora de leche materna. Kev está destrozado, y Vero sin embargo parece bastante liberada. Ambos, aun así, necesitaban esta separación, aunque Kevin cuenta con el favor de la que va a ser su ex suegra. Además, Sveltana, tras discutir con Mickey, decide ir a vivir con él y ayudarle en las tareas de la casa. Lo que Kev no imaginaba era que dentro de esas tareas estaba la de despertarle con felaciones. Kev se resiste, e incluso tapa a Sveltana con fotos de Vero, pero no llega a quitársela de encima: para él, eso era necesario.
Vero, por su parte, comienza a retomar el contacto con un conocido de cuando era más joven, hasta que termina siendo un tonteo que no solamente no le hace recordar a Kev, sino que disfruta.
En el otro lado, sin embargo, tenemos a Mickey, que ha adoptado la posición de novio maduro, responsable y preocupado por su pareja. Ahora es más consciente que nunca del problema de Ian, y decide ir al hospital al día siguiente de su ingreso para ver cómo le va. Lo que los espectadores vemos es a un Ian desorientado, que rechaza estar encerrado y que no reconoce que sufre trastorno bipolar. Lo que Mickey ve es un hombre que de la noche a la mañana le muestra una total indiferencia cuando se encuentran en la clínica. Junto a Fiona, Mickey se siente completamente ignorado cuando la visita a Ian no dura ni dos minutos porque éste prefiere descansar a estar con ellos. Mickey, destrozado, termina borracho tirado en el suelo de su piso, imagino que lamentando todo lo que ha dado por Ian y lo fácil que puede ser perderle en cualquier momento.
Fiona, su asunto pendiente y su alianza de matrimonio
Fiona comienza el capítulo limpiando su conciencia, y contándole a Gus que se ha enrollado con su ex la noche anterior. Gus, dolido, le recuerda que la noche anterior ellos también lo hicieron. Sin embargo, en un momento de más calma sentimental, Gus le pide a Fiona conocer a Jimmy/Steve con el fin de ver ante qué se enfrenta. Fiona, además, le reconoce tener un asunto pendiente con él. En el Alibi, y con Fiona contándole lo que ha pasado a Vero, aparece Jimmy, y le dice que se va a ir a Dubai, y que por favor le acompañe, que quiere retomar su vida con ella. Fiona, sin embargo, le dice además de que no, que esa noche tienen una cena con Gus.
Una vez en el restaurante, al llegar Fiona y Gus, éste le propina un puñetazo a Jimmy nada más verle. Fiona, enfurecida, le saca del restaurante y es entonces cuando Gus le dice que no quiere estar con alguien que tiene un asunto pendiente con otra persona. Fiona habla con Jimmy, y éste le pide volver de nuevo, aunque esta vez de verdad, puesto que ni si quiera se va a Dubai por quedarse con ella. Y es entonces cuando Fiona le dice a Jimmy lo que todos pensábamos: desde que él se fue, y esperando que algún día volviera, ha fastidiado su vida a niveles extremos, y todo porque él fue quien la cambió. Antes de conocer al chico malo no sabía lo que era el peligro, y debe olvidarle si quiere cambiar su vida. Y lo mejor es dejar de tener nada pendiente, y decirse adiós.
Jimmy coge su moto y se marcha para siempre, y Fiona, sola, se da cuenta de que es ahora cuando tiene que centrarse de una vez. Al irse, un coche para: es la chica que la espiaba y acompañaba a Jimmy, y le confiesa que él no fue quien anuló el viaje a Dubai, sino su cliente. Además, nos descubre por fin el verdadero nombre de Jimmy: Jack.
Algo que ha utilizado William H. Macy en su labor como director es la de recalcar que Fiona está casada, enseñando en momentos muy oportunos la alianza de matrimonio que ésta lleva, como en la mano donde agarra la taza de café o el momento que se despide de Jimmy, donde ésta brilla más de lo que brillaría un anillo normal.
Ha sido un capítulo, además, de transición, y de cambio de mentalidades. El invierno está llegando a Chicago, ya hemos podido ver los primeros copos de nieve. Y como todos sabemos, lo que mejor sienta a los Gallagher es el frío. La temporada va bastante bien, y está alcanzando el nivel de la anterior temporada. Aún tienen tiempo de coronarse, y de demostrar que una serie no sólo puede desgastarse tras cinco temporadas, sino que puede ir a muchísimo mejor. De momento, os dejo con el adelanto del capítulo 8 titulado “Uncle Carl”.
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