'Silicon Valley' 2x10 Season Finale: el éxito del fracaso

Por Irene BenllochIrene Benlloch

Silicon Valley’ fue elegida la mejor comedia del año por los Critics’ Choice Awards de hace unas semanas. Y la verdad, después de ver el último capítulo de la segunda temporada, no cabe la menor duda de que ha sido una elección acertada.

Los chicos de Pied Piper las han pasado canutas. Lo bueno que les haya ocurrido en un capítulo, se ha convertido en el principal descalabro del siguiente, y así sucesivamente. En ‘Silicon Valley’, como en toda buena serie que se precie, ninguna trama es gratuita, ningún personaje es prescindible. Por cada problema solucionado siempre aparece algo o alguien capaz de doblar la apuesta. Lo de relajarse y disfrutar de la vida nunca ha sido una opción real para nuestros protagonistas.

(¡Atención, SPOILERS!)

Fracasar, sí, pero en lo más alto

Después del primer día del juicio, y a falta de una resolución que formalice la derrota, los chicos de Pied Piper tienen claro que han perdido la demanda de propiedad intelectual. Paradójicamente, y para que este fracaso sea aún más doloroso, la retransmisión del nacimiento del huevo de cóndor resulta ser un éxito absoluto. A raíz de la llamada de Jared, el trabajador del museo encargado de desmantelar las cámaras, se despeña por la montaña. La desesperación del hombre y la demora del equipo de rescate, que son retransmitidos por la aplicación de Pied Piper, se convierten en lo más visto del día.

El contador de visitas está que arde, por lo que Richard y compañía llegan a la conclusión de que entregar Pied Piper cuando mejor van las cosas es una auténtica faena. Gilfoyle sugiere que, si todo lo que necesita Gavin existe digitalmente en la Incubadora, podrían borrarlo “por accidente”. Total, después de su fracaso con Intersite –recordemos que borraron más de un tercio de su material sin querer– no resultaría muy descabellado.

Pero Richard se pone sentimental: no está dispuesto a borrar el material que han conseguido desarrollar de la nada. “Quiero ver hasta dónde llega antes de que Gavin Belson nos la quite”, añade.

El contador sigue subiendo a una velocidad vertiginosa, y los servidores caseros de Gilfoyle están que echan humo –literalmente–. Como ninguno estaba preparado para tal magnitud de visitas, han de construir nuevos mecanismos de captura para mantener la retransmisión y que el sistema no colapse antes de tiempo.

Dinesh necesita la ayuda de otro programador. Sin él, Pied Piper no conseguirá aguantar hasta el final del rescate. Es entonces cuando ocurre el milagro –o la “magia”, como Jared bien apunta–. Erlich se calza sus guantes, se sienta en una pelota de goma gigante y se recoge la melena: está preparado para darlo todo.

Entre Gilfoyle, Dinesh y Erlich consiguen mantener la retransmisión hasta el final. Justo entonces, la Incubadura empieza a incendiarse, pero a ninguno parece importarle demasiado. Lo han logrado.

El juicio (Día II)

El juez del caso admite que, dado que Richard utilizó uno de los ordenadores de Hooli para desarrollar Pied Piper, Gavin Belson tiene derecho a la propiedad intelectual de la apliación.

El fallo parece inapelable, así que Richard, profundamente abatido, escribe a Dinesh: han de borrar todo el material que Gavin necesita.

Pero el juez todavía no ha terminado. En el contrato de empleo de Richard, elaborado y firmado por Gavin Belson, existe una cláusula que viola los derechos del trabajador. En ella se prohíbe expresamente que Jared –que trabajaba para Hooli antes de ser contratado por Richard– pueda buscar otro empleo después de Pied Piper. Es curioso, porque si Richard no hubiera contratado a Jared, o si Gavin no hubiera añadido esta cláusula en su demanda contra el primero, el juez no se habría percatado de esta violación; pero como ambos supuestos han sucedido, él ha descubierto que el contrato es, en sí mismo, nulo. Por lo tanto, si Richard nunca tuvo un contrato de empleo válido con Hooli, Hooli no puede reclamar la propiedad intelectual de Pied Piper. Ahí es nada.

A contrarreloj

Esto es ‘Silicon Valley’, y en los escasos treinta minutos que dura un capítulo, no puedes estar tranquilo ni un solo segundo. Ahora que Pied Piper ha ganado la demanda de manera inesperada, Richard tiene que impedir que Gifoyle y compañía borren los archivos.

Se inicia una carrera a contrarreloj en la que Richard va a tener que sortear una serie de obstáculos (un móvil sin batería, unas llaves perdidas, correos electrónicos sin leer) antes de llegar a la Incubadora. Mientras tanto, Gilfoyle, Dinesh, Jared y Erlich, expertos en distraerse con cualquier cosa, posponen el borrado de los archivos hasta el último momento.

Para cuando Richard llega a la casa, Gilfoyle ya ha apretado el botón de borrar. Sin embargo, el servidor estaba tan frito después de la retransmisión anterior, que se queda bloqueado. Salvados…

Riviga, la nueva villana

…por poco tiempo.

Si pensábamos que ya nos habíamos deshecho del villano de turno, en apenas dos minutos nos han presentado al que probablemente sea el mayor obstáculo de la próxima temporada: Laurie, de Riviga; un personaje que conocemos desde los primeros capítulos de la temporada, y que parecía no dar demasiado juego a la trama. Lo dicho, parecía.

La retransmisión del rescate no solo ha llamado la atención de frikis morbosos e internautas filipinos; también Laurie queda fascinada con los resultados del algoritmo de Richard. Sin embargo, y después de repasar el historial de despropósitos que tiene Pied Piper a sus espaldas, Laurie opta por seguir desarrollando la aplicación, sí, pero sin Richard como CEO.

Está demostrado que las incursiones de Russ Hanneman nunca traen nada bueno a los chicos de Pied Piper, y en este episodio no podía ser diferente. Laurie compra las participaciones de Russ para que, junto con la que Riviga ya tenía desde el principio, puedan ser tres votos contra los dos de Richard y Erlich. De esta manera, y sorprendentemente, Richard es despedido de su propia compañía.

¿Logrará Richard convencer a la inflexible Laurie? ¿Habrán condiciones, una nueva oportunidad o simplemente una suculenta cifra de por medio? ¿Cuál será el futuro de Pied Piper? Me temo que para contestar estas preguntas tendremos que esperar bastante.

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