'The Walking Dead' 5x12 Review: ¿Quién tiene que temer a quién?

Por Manuel IbañezManuel Ibañez

Una semana esperando a que las puertas de este enigmático lugar al que han llegado Rick y compañía se abriesen para descubrir si Alexandria es realmente un lugar seguro donde vivir. Y así ha comenzado el nuevo capítulo de ‘The Walking Dead’. Un episodio en el que, al igual que los protagonistas, nos hemos mantenido escépticos ante cada promesa que les han hecho y cada comodidad que les han ofrecido.

(CUIDADO, SPOILERS)

Después de Woodbury y de Terminus ¿cómo no desconfiar? En esas está el bueno de Rick, que sabe que debe mostrarse fuerte y enseñar a aquellos que no le conocen que su grupo no es una presa fácil. Un certero disparo de Sasha contra un caminante a varios metros de distancia y con una valla de por medio es una buena forma de demostrar que van a ser unos vecinos con carácter.

Rick, ¿eres tú?

Si hay algo que ha caracterizado a este capítulo es el simbolismo. Para empezar, el afeitado de Rick. Tras esa barba de leñador se escondía aquel honorable sheriff de la ya tan lejana primera temporada que era comprensivo y confiado con la gente que se iba encontrando. Como si de Sansón se tratase, cada tijeretazo a su espesa barba y a su pelo parecía volverle más débil y más expuesto a cualquier amenaza dentro de los muros de Alexandria. [#UnMinutoDeSilencioPorLaBarbaDeRick]

Y qué decir del look prototípica de ama de casa estadounidense que llevaba Carol. Su apariencia nos recordaba inevitablemente a la frágil esposa y madre de las entregas iniciales que pensábamos que no iba a durar ni dos telediarios episodios. Probablemente, eso era lo que quería transmitir ella, pues en la entrevista que mantiene con la líder de Alexandria, Deanna Monroe, Carol no saca a relucir su faceta más salvaje y guerrera.

Pero detengámonos en Deanna. Esta señora nos ha dado mala espina desde su primera aparición. Para empezar, dice que es congresista, con lo que nosotros instantáneamente nos acordamos de otro personaje con un cargo político que también dirigía una comunidad utópica aislada del horror de los caminantes. Luego ofrece no una sino ¡dos! mansiones a nuestro protagonistas con todas las comodidades de la vida pre-zombis: electricidad, camas, duchas de agua caliente… ¡Y encima parece agradable! ¿Dónde está el truco?

En cuanto a Carl, el pobre casi entra en shock cuando conoce al resto de chicos y le proponen jugar a algún videojuego. Esa vida totalmente paralela a la realidad en la que los niños leen cómics, van a clase y tienen videoconsolas inquieta al espabilado hijo de Rick, ya que teme que le vuelva débil como a ellos.

Todas las rosas tienen espinas

Acostumbrados a los finales amargos, no podemos evitar sacarle la puntilla al idílico mundo de Alexandria. Por una parte, está la nueva amiga, por llamarla de alguna manera, de Carl; una joven que también ha sobrevivido en el exterior y que parece tener un secreto, pues salta a través del muro que protege la ciudad, aunque no sabemos ni por qué ni a dónde va.

Por otro lado, también tenemos al hijo de la congresista, un joven que dice ser un exmilitar y que es el líder del grupo que sale para buscar provisiones. Un imprudente que se cree más hábil que nuestros protagonistas y que consigue acabar con la paciencia del mismísimo Glenn. Su falta de precaución a la hora de enfrentarse a los caminantes provoca una pelea con los nuevos inquilinos de la comunidad. Ese es el único momento de todo el capítulo en el que se ve disfrutar a Daryl, que parecía tenerles ganas en general.

Por último, no hay que pasar por alto al marido celoso de Jesse, la mujer que ejerce de peluquera de Rick y con quien parece que hay algo de tonteo. Este hombre sólo aparece unos minutos, mientras Rick pasea una noche por el pueblo. Su frase estelar: “Eres Rick. Mi mujer te cortó el pelo. Bienvenido a Alexandria”. No presagia nada bueno...

¿Estamos en el bando de los buenos?

Para que una comunidad prospere, todos deben aportar algo. Eso es lo que piensa al menos la líder de Alexandria, la cual otorga trabajos a todos sus miembros según su cualidades. Al final del episodio descubrimos que ha nombrado a Rick policía de la ciudad con Michonne como compañera. En la última escena vemos al antiguo sheriff ataviado con un uniforme de policía que nos vuelve a recordar al Rick de los inicios. Pero nada más lejos. El líder, aunque menos escéptico que al principio, sigue teniendo dudas sobre su nuevo hogar y tiene muy claras dos cosas: que ni él ni sus compañeros van a ablandarse pese a estar en ese refugio y que si la cosa no termina de funcionar… ellos tomarán el control. Por la fuerza.

Por cierto, ¿alguien ha visto al padre Gabriel?

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