'The Walking Dead' 5x14 Review: La tranquilidad deja paso al gore y a la venganza
Por Manuel IbañezManuel Ibañez
Durante esta semana pasada, los fans de ‘The Walking Dead’ pedían a través de comentarios en los foros dedicados a la serie más sangre y acción tras la quietud del episodio anterior. Bien, pues parece que los guionistas de esta ficción se habían adelantado a sus deseos ya que en este capítulo hemos encontrado sangre y muerte en escenas gores que consiguen que muchos tengan que taparse la cara hasta que paren los gritos.
(¡CUIDADO, SPOILERS!)
¡Por fin ha aparecido el padre Gabriel! (Casi mejor que se lo hubiera comido un zombi…) Llevábamos dos capítulos, desde que los protagonistas llegaron a Alexandria, preguntándonos dónde estaba este sacerdote acobardado y con una trauma que poco tiene que envidiar a los del resto de supervivientes. El religioso ha sido nombrado párroco de la comunidad, una decisión que no parece muy sabia, pues su cordura ha desaparecido del mismo modo que las páginas que arranca de su Biblia al principio del episodio.
Cuando el horror te mira a los ojos
Tanto en 'The Walking Dead', como en ‘Juego de Tronos’, hay una máxima que aunque nos moleste es así: En cuanto a un personaje parece que le va a ir todo bien y se le presenta un interesante futuro… tiene las horas contadas. Si encima nos empieza a caer bien, no hay posibilidad de salvación. Y si no, que se lo digan al pobre Noah. Él, que quería contribuir en Alexandria formándose como arquitecto como alumno del mismísimo marido de Deanna, ha protagonizado una de las muertes más duras y con un primer plano más sangriento de las que se recuerdan en la serie.
El joven sale junto a Glenn, Tara, Nicholas y Aiden (el hijo de la líder de la comunidad) a buscar suministros para la red eléctrica de la ciudad. Que por cierto, ¿a quién se le ocurrió meter a Noah en un grupo que puede que tenga que enfrentarse a caminantes, si va cojeando a todos lados…? Continuemos.
En esta ocasión también les acompaña el cobarde de Eugene, que debe ir forzosamente para identificar las piezas que necesitan. La acción transcurre en el clásico almacén oscuro con caminantes al acecho. Todo va sobre ruedas hasta que un soldado zombi con traje antibalas ataca al torpe de Aiden, que dispara sobre un explosivo que lleva en el pecho. A partir de ese momento todo se pone cuesta arriba…
Tara queda inconsciente por la explosión y Aiden, que se ha clavado en unos hierros en la pared, está en las últimas. El resto del equipo, que se encuentra en mejor estado, trata de ayudar al joven mientras Eugene que parece que siente algo más que amistad por Tara (ya que es la prácticamente única que habla con él) se arma por fin de valor y se escabulle del almacén cargando a la malherida. Tras intentar sin éxito ‘desclavar’ a Aiden, su supuesto amigo Nicholas le dice al oído que le abandona, que eso es lo que ellos hacen. Ante la cara de sorpresa de Glenn, el futuro aperitivo de los caminantes le confiesa que ellos fueron los cobardes y abandonaron a sus anteriores compañeros en un ataque de pánico.
En ese momento los caminantes atacan y Glenn se ve obligado a dejar a Aiden, al que devoran lentamente en una escena en la que la cámara fija nos muestra durante varios segundos cómo los zombis muerden y destripan a su víctima, que agoniza con gritos de dolor. Un momento que no se hace precisamente corto, teñido de sangre y horror. La verdad es que Glenn podría haberle regalado un tiro de gracia al muchacho para ahorrarle tanta agonía…
Pero aquí no acaba la cosa. La torpeza y el miedo de Nicholas hace que los tres supervivientes que huyen se queden atrapados en una puerta giratoria, rodeados por decenas de caminantes. Es una de esas situaciones tan logradas de ‘The Walking Dead’ en las que parece imposible que haya una salida. Nuevamente, Eugene hace gala de su recién descubierta faceta heroica y consigue alejar a un buen grupo de caminantes tocando el claxon de la furgoneta que han traído. Glenn tiene un plan para que los tres puedan escapar de la puerta giratoria en la que se refugian, pero Nicholas, acobardado, huye primero y por su culpa los caminantes agarran a Noah. Glenn observa como su amigo es despedazado a tan solo unos centímetros de distancia, con primeros planos dignos del cine gore más clásico y explícito.
Finalmente, el novio de Maggie escapa y noquea a Nicholas, que ya estaba intentando escapar en la furgoneta sin Eugene. Pese a toda su rabia, decide dejarlo con vida y llevarlo con él a Alexandria…
Confesiones que traerán problemas
Y hablando de Alexandria, ¿qué se cuece en la comunidad? El bueno de Abraham se ha convertido en un héroe al salvar de los zombis a una compañera del grupo de trabajo encargado de ampliar el muro de la ciudad. Su valerosa intervención le ha hecho ascender de manera natural a jefe de la cuadrilla.
A pesar de sus esfuerzos para no crear vínculos afectivos con nadie de la comunidad, Carol se ha acercado más a Sam, el hijo de Jesse, y ha descubierto que su padre pega a su mujer, algo que la propia protagonista padeció en su propia casa antes del apocalipsis zombi. No tarda en informar a Rick y decirle que la única solución es que le mate. Y como ya sabemos, Rick no le tiene especial aprecio al marido de la chica que le gusta.
No obstante, lo peor viene de la mano del padre Gabriel. El sacerdote acude muy nervioso a casa de Deanna para contarle que se ha equivocado al dejar entrar a sus compañeros. “Rick. Su grupo. No son buena gente. Han hecho cosas inconfesables. […] Puede que te creas que hicieron lo que tenían que hacer, que tenían miedo y entonces… Llegará el día en el que antepongan sus vidas a las vuestras y a las de los demás y destruyan todo lo que tenéis aquí”. Gabriel, majete, para una escena en la que apareces, menuda la que has liado. Como Maggie ha escuchado toda la conversación, habrá que ver cómo se toman esta traición sus compañeros, los mismos que le salvaron la vida. Está claro que la parte del agradecimiento se la saltó en la escuela para curas…
Total que, entre la deslealtad del pastor, la furia de Glenn por la muerte de Noah y el consejo de Carol a Rick, parece que la tranquilidad va a durar poco en Alexandria y que los protagonistas finalmente sí van a armar revuelo, aunque, a este paso, justificado.
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