Los mejores (y peores) momentos de fenómeno 'Adán y Eva' en Cuatro

Con motivo de la renovación de 'Adan y Eva', desde Vertele hemos querido hacer una recopilación con los vídeos más impactantes, divertidos o disparatados del programa a lo largo de sus siete entregas. El novedoso dating show, en el que los participantes buscan el amor sin ropa y sin complejos en una isla paradisiaca, ha dejado grandes perlas y momentos difíciles de olvidar. Aquí os dejamos algunos de ellos.

1. ¿Qué es el Manzanares? Me suena a frutas

Luis buscaba a una chica culta en la isla y tuvo una cita con la bella Estela. En su encuentro hablaron de arte, de libros...“Yo no leo libros pero me gusta mucho el arte e ir a museos. ¿A ti te gusta?”, le preguntó el pelirrojo a la catalana: “Yo de arte sé poco, pero sí leo libros de Dan Brown donde cuenta cosas de Da Vinci y eso”, le respondió la concursante, que se perdió en la conversación cuando él nombró el río Manzanares: “¿Qué es eso? Me suena a frutas.

2. Un momento íntimo “chafado” por un musculoso francés

En el segundo programa, Miriam, la bella Eva, estaba dándole un masaje a Iván por todo el cuerpo cuando el bello Adán ha utilizado la expresión “Me estoy empezando a cabrear”, una frase con un significado bien distinto, pues para el concursante... “Cabreo es otra cosa”. Durante este momento de excitación de ambos, un atractivo francés ha interrumpido el momento, provocando una situación un tanto incómoda.

“Yo era lesbiana pero conocí a un tío cachas que me gustó”

Miriam, la Eva del segundo programa, se presentaba así para el concurso de citas al desnudo de Cuatro.

3. Una Eva muy liberal deja cortados a sus compañeros

Verónica, una sevillana asidua a las novelas eróticas, sorprendió a sus compañeros de la isla, Carlos y Maite, cuando les dejó caer que quería hacerse un trío con los dos: “A mí no me importaría hacer un trío”.

4. Momento erótico entre Montse y Alejandro

Aun teniendo una atractiva rival dentro de la isla, Montse, una mujer segura y con un gran poder de seducción, consiguió tener un erótico encuentro con el musculoso Alejandro. Éste le vendó los ojos para darle un masaje y un beso en el cuello.

5. El primer Adán rechazado

Iván, un joven altivo que buscaba a la mujer de sus sueños y a ser posible ser mantenido, se convirtió en el primer rechazado de ‘Adán y Eva’ cuando la “curiosexual” Daniela le dejó plantado en la isla por ser altivo, vago y crítico.

6. Una mujer no es completa hasta que un negro no se la meta

Después de tomarse un par de vinos con Coman, el primer Adán negro que llega a la isla, Esther le hizo toda una declaración de intenciones: “Tengo una amiga que dice que una mujer no es completa hasta que un negro se la meta. A ver si me voy completa de la isla”. Coman ha reconocido que, los de su estirpe, tienen suerte: “Tenemos el dragón negro muy desarrollado”.

El baile sin complejos de Esther y Coman

Después de las presentaciones oficiales, Esther perdió toda la vergüenza y le dió a su Adán unas pequeñas clases de Capoeira. Para devolverle la instrucción, Coman le enseñó uno de sus bailes, un estilo llamado ‘Electro Jungle’, pero la bella Eva no pudo fijarse en sus pasos: “He estado todo el rato mirándole al mismo sitio”.

7. Una Eva muy simpática y cachonda

Rachel no ha perdido el tiempo, después de haber intimado con Daniel en su primera noche en la isla, la canaria no ha tenido ningún pudor en echar a su primer Adán de la cabaña para pasar una dulce jornada bajo las sábanas con Paco, un policía que juega con el romanticismo para conquistar y asegura que no hay mujer que se le resista.

Primera marcha atrás en el clímax final

A Rachel le gustaba más Paco y decidió quedarse con él, para decepción de su otro Adán. Pero el destino hizo que finalmente fuera Daniel Folla quien se llevara a la chica, cuando el primero le confesó a la canaria que le había mentido con respecto a lo de ser fiel. Ella se arrepintió de no haberle dado la oportunidad a quien verdaderamente había sido sincero con ella, por suerte Daniel no se había ido de la isla y volvió para recuperar a su amor.