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Alberto Chicote evitó un despido en 'Pesadilla en la cocina': “No puedes tratar así a la gente”

'Pesadilla en la cocina'

Redacción verTele

Alberto Chicote aterrizó en el restaurante 'Los 100 quintos' en la última entrega de Pesadilla en la cocina que se emitió este jueves en laSexta. El panorama que encontró en el local dejó atónito al chef, que pensaba que ya nada le podría sorprender. Sin embargo, la decoración militar algo arbitraria de las instalaciones le dejó alucinado.

La pareja de dueños abrió el restaurante con la intención de rendir homenaje a quienes hicieron el servicio militar. Por ello, el bar estaba decorado con esa temática, desde un Hulk militar, pasando por la piña de Bob Esponja, lámparas rotas, un maniquí militar hablador que asustó a Chicote, hasta una muñeca cornetera.

“Yo lo metería todo en el capítulo de mierdas múltiples”, declaró el chef, quien no solo criticó la decoración del local, sino también las tapas que estos ofrecían.

Reunión con los propietarios

Todo ello llevó Chicote a tener una reunión con la pareja propietaria en la que les echó en cara lo siguiente: “¿Cómo montáis un restaurante sin tener ni idea de restaurantes?”.

El propietario, que se presentó a Chicote como Rambo, trató de justificarse: “Pensaba que era más fácil, pero luego me he dado cuenta de que no”. También añadió que era un sueño suyo, pero que no era ninguna obsesión, algo que su pareja desmintió rotundamente: “José, es una obsesión”.

“Yo me lo tomo también como una apuesta”, declaró este, en la que trataba de ver si todo le salía bien. “¿Pero apuesta de qué? Compra lotería de Navidad, yo que sé. Pero es que un negocio para que salga bien necesitas saberlo gestionar, si no, no te sale bien, seguro”, contestó Chicote. José acabó por echar la culpa a Silvia, su pareja. “Es de tener poca vergüenza”, afirmó el chef, mientras su pareja añadía: “Él piensa que la gente va a venir a ver sus mierdas y la cocina la deja en un segundo plano”. Algo que Chicote criticó con dureza.

Ahogado por las deudas, los propietarios acudieron al programa para que Alberto Chicote les ayudase a encauzar el negocio. Tras un primer desastroso servicio, este puso manos a la obra la denominada 'Operación Peluso'.

Chicote evita el despido de una trabajadora

El cocinero les explicó con soldaditos de juguete cómo debían de organizarse para dar un vuelco al negocio. Y esa fue la intención inicial, poco antes de que los problemas comenzasen a aflorar.

El primer conflicto fue cuando Nerea, la camarera del local, acudió a cocinas a preguntar qué bebidas podía servir a la clientela, a lo que Silvia respondió: “No sabes abrir la nevera y mirarlo, ¿Nerea?”. “Te estoy diciendo que he visto lo mismo”, respondió la trabajadora, a lo que su jefa dijo: “Tía, no me chilles, parece que estés loca”.

“Igual la loca eres tú”, contestó la aludida, elevando las tensiones en cocina. Chicote no pudo evitar realizar un comentario sarcástico del mal inicio del servicio, a lo que Nerea contestó: “A mí me da igual, si estoy deseando acabar”, lo que provocó que el propietario del local la dijese: “Si estás deseando acabar, ahí tienes la puerta”.

Y así fue como la camarera acabó abandonando las instalaciones. “Antes de empezar nos quedamos sin una persona”, reaccionó Chicote incapaz de dar crédito a lo que estaba ocurriendo. Silvia fue detrás de ella para que esta regresará al servicio: “Es que Nerea, enseguida te alteras”, la comentó a modo de convencerla.

“Me tienes hasta los huevos”, contestó la trabajadora a la dueña del local, que cogió las llaves de su coche para marcharse. Sin embargo, Silvia, junto con Chicote, trataron de calmar los ánimos, aunque la camarera se mantuvo a la defensiva cuando trataron de tocarla.

“¡No me toques! ¡No me toques!”, gritó, por lo que Silvia decidió volver al local y dejarlo como misión imposible. Fue entonces, cuando echó en cara a su pareja el comentario que había iniciado la trifulca: “Es que José, también te pasas un montón. ¿Cómo le dices eso en pleno servicio? Sal tú y da la cara”.

“Estaba transmitiendo negatividad”, trató de justificarse. “La negatividad la estás transmitiendo tú”, contestó Silvia, que afirmó con rotundidad: “No puedes tratar así a la gente”. Tras lo que José confesó ante las cámaras que si hubiera podido haber echado a su pareja, también lo hubiera hecho.

Al final, Chicote logró reconducir la situación hablando en solitario con Nerea, quien tras relajarse, volvió al servicio.

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