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Alberto Sicilia visita el plató de 'Al rojo vivo' tras 100 días de reportero en Ucrania: “A la mente le cuesta aterrizar”
El periodista Alberto Sicilia, que ha ejercido como corresponsal de laSexta en Ucrania, ha estado este lunes 30 en el plató de Al rojo vivo para comentar su experiencia durante la ofensiva rusa en el país. “El cuerpo ya ha aterrizado, aunque a la mente le cuesta aterrizar”.
Sicilia, conocido también como Principia Marsupia en Twitter, puso fin a su experiencia narrando la contienda la pasada semana, como indicó a través de redes sociales: “Necesito salir unas semanas para coger aire”. “Gracias a toda la gente que se sentó para compartir con nosotros sus historias personales. Para ellos, estos 100 días apenas han sido el comienzo de un dolor con el que tendrán que cargar el resto de la vida”, escribía sobre el conflicto.
Sobre eso comenzaba hablando en su intervención, cuando Antonio García Ferreras le preguntaba por la dureza del trabajo emprendido: “Nosotros hemos estado haciendo nuestro trabajo y nuestra tarea”, decía, relativizando la complejidad de su labor dentro de la contienda, y destacando el drama de los ucranianos. “Aunque hablemos mucho de geopolítica, la esencia del dolor son todas esas historias particulares de la gente a la que una madrugada les cambió la vida”.
“La gente trata de vivir con una cierta normalidad”
Con la experiencia que atesora habiendo estado en Ucrania desde antes de que comenzara la guerra, afirma tajante que “muy poca gente en Ucrania creía que Putin iba a ser capaz de invadir el país”. De hecho, recordaba cómo en un inicio el presidente ucraniano Volodímir Zelenski fue el primero en pedir serenidad para salvaguardar su economía ante los comunicados que mandaba Estados Unidos sobre la crisis previa.
Sobre el comienzo en sí de la guerra, el reportero recuerda el momento en que el presidente de la Federación Rusa realizó la declaración oficial de la intervención militar. “No había acabado de hablar Putin y ya se empezaron a escuchar las explosiones en Kiev. En ese momento, lo más tremendo eran las decisiones que tenía que tomar la gente esa noche”. De ahí, se pasó a la “rutina”, tal y como la definió Ferreras, conforme avanzaba la guerra: “A las tres o cuatro semanas ya nadie hacía caso a las sirenas antiaéreas, por Kiev o por las ciudades del este. La mayoría de las tiendas están abiertas... La gente trata de vivir con una cierta normalidad”.
Sobre el presente y el futuro más inmediato, el periodista también trataba de aportar información a la mesa de debate: “La situación más dura de combate es en Donbás, pero hay que estar atento a la zona del Melitópol. Es una zona controlada por los rusos, pero ha empezado a haber resistencia armada. Veremos hasta qué punto los rusos consiguen apagarla o no. Va a ser en la siguiente fase fundamental ver si la ocupación se controla o se convierte en una guerra interna”.