Julian Iantzi debuta como Cupido en Antena 3: “Ayudar me pone”
Atresmedia vuelve a apostar por una nueva búsqueda del amor tras la experiencia con Casados a primera vista. El grupo se alió con Warner Bros. ITP -quien a su vez compró Eyeworks, la llamada 'productora tróspida'- para la producción de Contigo al fin del mundo.
En este nuevo programa se buscará pareja a aquellas personas que han emigrado, que se fueron de España para buscarse la vida, encontrar trabajo y nuevos retos vitales. Por ello, la intención es que se mezclen las relaciones sentimentales y personales de los protagonistas.
Hablamos con Julian Iantzi (El conquistador del fin del mundo), presentador del espacio, ante su estreno esta noche.
¿Qué es lo que vamos a ver en el programa?
Es un pedazo de programa que va a sustituir a Allí Abajo como el celestino cupido vasco. Va a ser un programa que creo que va a estar bien porque al final son seis españoles del mundo que, por diversas circunstancias, decidieron abandonar su hogar, cosa que es complicada porque yo soy hijo de inmigrante y conozco lo que es estar fuera de tu entorno y lo que es echar de menos a tu pueblo y tu gente.
Estas seis personas salieron de España un día para intentar buscar una vida mejor: seis lugares y culturas diferentes, y consiguieron adaptarse, triunfar en mayor o menor medida, y estaban muy bien en todo menos en el amor. Necesitaban ayuda, ya que ellos por si solos no conseguían encontrar esa media naranja, y entonces ahí entro en escena yo para intentar repartir buen rollo y amor por los cinco continentes. Y como conozco los gustos de cada uno, trato de buscar gente aquí que esté dispuesta también ha dejarlo todo por amor y largarse a un sitio desconocido, con alguien desconocido y a una vida desconocida.
Podríamos decir que Contigo al fin del mundo es solo apto para valientes...
Sí, sí, para aventureros. Incluso para candidatos, porque había algunos que estaban muy bien establecidos aquí. Yo me acuerdo, por ejemplo, de un chico de Santander que estaba muy bien en España pero que había algo que le decía que donde estaba no era 100% feliz. Entonces pensó que tenía que moverse y se fue a África.
O gente que de repente se va a China, a Australia... o personas que quieren triunfar en el mundo de la interpretación o del modelaje y en España no encuentran nada. O el caso que más me llamó la atención: la de una mujer que se va a Dubai, con el papel que la mujer tiene en esos lugares seas occidental o no.
Viajáis a muchos lugares con este programa, como es lógico. Sin embargo, ¿van a tener estos un papel importante en el dating?
El candidato al final tiene que mostrar cómo es su vida y lo que es su día a día. Y si por ejemplo entrenas en un gimnasio y haces kick boxing, pues el candidato irá al centro y hará kick boxing. Al final, quien esté dispuesto a viajar hasta esos lugares tendrá que adaptarse al tipo de vida que lleva allí la persona a la que va a conocer.
Por otra parte, aunque tienes que enseñar también lo que es la cultura de ese país, no va a ser un Españoles por el mundo.
La mecánica del espacio consiste en que, si no acertáis a la primera con el aspirante, intentáis buscar a otros que sí encajen. ¿Vamos a poder ver todos esos intentos juntos o se van a ir racionando?
No es que, por ejemplo, la historia de Australia se vaya a ver en un capítulo, sino que se verá en varios. Es como si fueran tres miniseries que se van a ir contando en paralelo.
Últimamente parece que los dating están de moda en televisión. ¿Cuáles dirías que son los puntos fuertes que tiene este programa para diferenciarlo de otros pertenecientes al mismo formato?
Yo creo que la sorpresa y el efecto entre comillas del morbo, aunque no sé si esta palabra es la más correcta. Estás viendo en la televisión a dos personas que no se conocen de nada y que de repente tienen que convivir... Por otra parte, nuestro plató va a ser el mundo -seis países diferentes- con seis perfiles diferentes; el escaparate va a llamar la atención. Luego, destacar que no se va a tratar de un encuentro de una hora, sino de semanas, lo que va a dar mucho juego porque realmente se va a ver la evolución de la relación. Por ejemplo, ves First Dates y aunque está muy bien, pero después termina la cena y no se sabe más allá y te quedas con la duda de qué pasará más allá.
Después también cabe destacar el efecto sorpresa porque los participantes no se conocen, no saben ni a dónde se dirigen ni lo que van a vivir allí. Y yo me comunico con ellos y ellos tampoco saben por dónde voy a tirar, ya que aunque yo siempre intento ayudar con la mejor intención, ellos no siempre lo reciben como una ayuda porque, en más de una ocasión, mi ayuda a ellos les resulta un quebradero de cabeza.
Como anécdota, a mí no me ponen cara; saben que soy Julian el de los sobres. En una ocasión se pensaron que era un pretendiente e intentaron echarme los tejos [ríe]. Entonces estuvimos vacilando un poquillo. Creo que será algo divertido de ver para el público.
¿Qué fue lo que más te llamó la atención cuando te propusieron la oferta? ¿Qué te llevó a aceptar y a embarcarte en este nuevo proyecto?
Para mí el reto, y que era una cosa diferente. Yo he hecho mucha supervivencia, mucho reality, muchas entrevistas... pero nunca había hecho un dating. Y como a mí me gusta pasármelo bien y los retos, la idea me gustó y, aparte, a mí me gusta ayudar. Ayudar me pone.
Por otra parte, soy curioso y me gusta conocer diferentes culturas. Nunca había podido conocer China y ahora con el programa sí he podido hacerlo. Creo que todo eso es muy enriquecedor. Y luego además sabía que África me iba a tocar, pero no sabía que iba a hacerlo tanto; ver la realidad de una África más moderna te llama la atención.
La serie Allí Abajo ha despedido temporada cosechando un 20% de audiencia. Como sustituto de la serie en la parrilla de Antena 3, ¿cuáles son tus expectativas con la audiencia?
Hoy en día marcar ese dato es una locura. De hecho, cuando arrancó la segunda temporada de Allí Abajo me sorprendí pensando si la serie daba para tanto y me quedé reflexionando sobre qué vuelta le habrían dado al guion para apostar por una segunda entrega. Y vaya que si les funcionó: no solo ha seguido, sino que ha mejorado a la primera.
Además la serie competía con El conquistador del fin del mundo, programa que presentaba en Etb, y hasta que ellos no estuvieron éramos líderes de audiencia todos los lunes. Pero cuando arrancaron ellos, bajamos de audiencia. Y que a nivel de Euskadi Allí Abajo gane a El conquistador es muy raro; aquí El conquistador es un fenómeno social.
Y ahora llegamos nosotros con nuestro dating show y Antena 3 está muy mal acostumbrada y piensas que vaya presión [risas]. Pero bueno, haremos lo que podamos. No tengo ni idea de lo que puede pasar, porque cuanto más trabajo en televisión, menos la entiendo.