Cristina Seguí, en Intereconomía sobre Ernest Maragall: “Dudo entre quién tiene la grave enfermedad en su familia”
Al comienzo de la sesión en el Parlament de la Generalitat de Catalunya que acabó con el nombramiento de Roger Torrent como nuevo presidente, Ernest Maragall ejerció como presidente de la cámara por ser el diputado de más edad.
El político, antes del PSC y actualmente en ERC, pronunció un breve discurso antes de dar paso a las votaciones en el que resaltó la ausencia de Puigdemont y sus consejeros, recordando que estaban “algunos presos, otros en el exilio, el resto destituidos”. También expresó sentir “una acumulación de indignación frente a las agresiones que cada día vivimos”.
El programa “El gato al agua” de Intereconomía, cadena que estos últimos días ya ha sido noticia por hablar en femenino de Jorge Javier y mofarse de él al llamarle “magnífica presentadora con clase”, pese a lo que su presentador José Antonio Fuster no ha reculado ante las críticas diciendo que “me la pica”; ha vuelto a generar otra polémica.
Cristina Seguí ironiza con el alzheimer de Maragall
En este caso no ha sido uno de sus presentadores, sino la tertuliana Cristina Seguí, que ejerce de analista política en el programa y además es excandidata de VOX en Valencia, colaboradora de OK Diario y uno de los referentes en las redes sociales de los anticatalanistas.
La colaboradora de Intereconomía, tras ver el vídeo de Ernest Maragall y hacerse con el turno de palabra, dijo: “Este señor, que disculpadme pero después de escucharle yo dudo entre quién tiene la grave enfermedad en su familia”, y ante las expresiones de sus compañeros de mesa, se reafirmó: “Perdonad, pero es así”.
Con esas palabras, Cristina Seguí hizo referencia al hermano de Ernest Maragall, Pasqual Maragall, exalcalde de Barcelona y expresidente de la Generalitat, que padece alzheimer desde hace años, lo que provocó su retirada de la vida política y pública.
Cuando sus palabras empezaron a ser criticadas en las redes sociales, Seguí escribió un tuit en el que intentaba matizar sus palabras, pero sin pedir perdón y refiriéndose a “la atención del pesebre separata”: