“Ha sido un poco tenso y un poco raro”. Con estas palabras definía Verónica, reportera de 'En el punto de mira', lo ocurrido durante la última entrega del programa, emitida anoche en Cuatro.
Todo comenzó cuando ella y un empresario náutico de Formentera estaban dando un paseo en barco por el mar. Durante el mismo se toparon con otra embarcación, en la cual un grupo de argentinos estaban celebrando una despedida de soltero.
Los jóvenes no dudaron en invitar a Verónica y a su operador de cámara a subir al barco. “Estáis invitados al barco, pero me hacéis un favor. No filméis el nombre ni la matrícula. ¿Os parece bien?” comentó de primeras el patrón del navío. El equipo del programa aceptó las condiciones “sin ningún problema” y empezó a hacer las pertinentes preguntas sobre su estancia en nuestro país.
“No podéis entrar, lo siento”
Sin embargo, la grabación se vio interrumpida repentinamente. “La actitud de todos cambió completamente” explicó después Verónica, que vio cómo de un momento a otro, y sin explicación alguna, le pidieron que dejara de grabar. “No podéis entrar, lo siento” dijo con claridad el patrón tras recibir órdenes de otros de los integrantes del barco.
Para entender lo ocurrido, la reportera habló con el empresario náutico con el que inició el viaje. “Es un barco privado que está ejerciendo una actividad profesional de chárter. Es lo que se llama un pirata”, explicó.
“Esto hace mucho daño porque compiten deslealmente con las empresas que tenemos con nuestros trabajadores dados de alta, nuestros seguros en regla, nuestras licencias, tasas pagadas...Ejercen una actividad que nos hace muchísimo daño. ¿Qué ocurre? Que si hay una emergencia o pasa algo, que a veces ocurre, están absolutamente desamparados. Lamentablemente, esto se da todos los días” añadió ante las cámaras del programa.