Eurovisión condiciona la participación de Estados Unidos al éxito de su propio festival
Jon Ola Sand, supervisor ejecutivo del Festival de Eurovisión, ha asegurado que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) estudiará la posibilidad de que Estados Unidos participe en el festival de la canción, como ya hacen otros países no europeos como Australia e Israel. No obstante, todo dependerá de cómo evolucione el American Song Contest, la versión norteamericana de Eurovisión que se anunció en 2019 y que todavía no se ha puesto en marcha.
Si bien el ejecutivo eurovisivo reconoció esta posibilidad, aseguró que no es algo que se vaya a producir bajo su mandato: “No será en mi tiempo”, añadió inmediatamente. En cualquier caso, Jon Ola Sand dejará el cargo en 2020, después de que se haya celebrado la próxima gala de Eurovisión en Rotterdam.
Estas declaraciones se efectuaron durante un evento público sobre música celebrado en Países Bajos. Si bien no se ha difundido el contenido íntegro de sus palabras, el periódico holandés Dagblad Noorden ha hecho alusión al comentario del ejecutivo cuando se le preguntó expresamente sobre esta cuestión. Como ya se ha dicho, la puerta está abierta a Estados Unidos, pero su participación estaría condicionada a que su propio Eurovisión se consolide.
Fue a mediados de 2019 cuando se anunció que el país norteamericano podría tener una versión propia del certamen. La UER, que posee los derechos del evento, ya ha llegado a un acuerdo de licencia con la productora Brain Academy, que será la encargada de dar forma al American Song Contest, un festival en el que competirán todos los estados componen el país. Se prevé su primera edición entre 2021 y 2022.