Opinión

Las intenciones de Cuatro

Seguramente pocos estrenos habían despertado tanta expectación entre los profesionales de televisión como el nacimiento de Cuatro.Los datos de audiencia que nos acaban de llegar(15% Iñaki; 11.5%, de 22h a 24h00 y 9% en latenight, son importantes y confirman que Cuatro no será un competidor menor. Pero la audiencia es un maratón de largo recorrido.) No nos equivocamos si apuntamos que casi todos los productores, programadores, realizadores, periodistas y técnicos de todas las cadenas de este país; nacionales, autonómicas y locales, se dieron cita el lunes, a las 20h44, ante la pequeña pantalla. ¿Qué pasó? Nada relevante. Nos quedamos con las ganas de saber por dónde irán los tiros porque el primer día fue la pequeña historia de una frustración. Vamos por partes. El informativo de Iñaki Gabilondo. Apunto de entrada mi admiración por el gran radiofonista. Iñaki es un maestro. Un referente moral y profesional. Un tipo riguroso, serio, trabajador, competente, sensible y cabal. Ya me gustaría a mí que este país estuviera lleno de Gabilondos para dignificar el mundo del periodismo en general, no sólo el televisivo. Pero dicho esto, ayer sólo asistimos a un ensayo general. Vimos a un Iñaki en un plató frío y estridentemente rojo (el color más difícil en televisión, según los expertos) que no controlaba el ritmo televisivo y que utiliza muchos de los recursos que le han servido para triunfar en la radio, pero que chirrían en televisión. ¿El viaje a París en fin de semana para ver en primera persona la quema de coches? No aporta nada nuevo. Contenía datos erróneos e incluía entrevistas a antropólogos y politólogos, forzadas y poco clarificadoras. Además, ayer Iñaki debía haber estado en Granada. ¿Una entrevista de un minuto en plató a un líder de la comunidad musulmana en España para intentar descubrir si aquí se puede repetir la situación francesa? No tiene sentido, ni permite profundizar, ni aporta la información necesaria. El informativo de televisión, lamentablemente, no admite profundidad ni análisis. Esto queda para otros ámbitos de la tele. A cambio, estas presencias rompen el ritmo que exige un buen informativo, aunque sea un “personality” como el que pretende hacer Iñaki. Lastran. Tampoco nos gustó la entrevista a la Ministra de Fomento, que parecía más una mala reportera que un político al pie del cañón, y que fue cortada de malas maneras. Y faltó tiempo para el rifirrafe Maragall-Aguirre, que estaba muy bien pensado, pero mal resuelto. No encaja, lo siento, el tono redentor y moralizante que Gabilondo da a todas las noticias, avanzando juicios de cosas que están por ver. De todas maneras destaquemos que el informativo es “diferente” y que aporta elementos singulares a la información televisiva de este país. En general, “Noticias Cuatro” fue un programa cargado de buenas intenciones, con muchos recursos, con el fuste genial de periodista de Gabilondo, pero fallido. Si no fuera porque él era el maestro de ceremonias, se hubiera merecido un suspenso. Era un ensayo general, que promete, pero que no se acerca, ni de lejos, al gran informativo que seguramente será en el futuro, cuando el radiofonista se haga con las claves de la narrativa audiovisual. ¿Gala o pizza? De todo lo que vino después, poco hay que decir. Radio televisada con más recursos verbales que visuales, propios de una cadena que aspira a ser comercial. Era, evidentemente, una gala. Pero tampoco sirvió para saber que darán de sí los programas que desfilaban por la pantalla. Esta mezcla de Maracaná, la Noche de Hache y Chanel 4 fue insulsa, confusa, rara, mal resuelta, mal dirigida. Nos gustaron los decorados, sobretodo el de “Channel nº 4”, por todo lo que evoca. Boris y Ana respiraron, en el antiguo plató de “Crónicas Marcianas”, el espíritu de Sardá. La iluminación, en general, desigual, es una asignatura pendiente.

Sólo nos faltaba, para rematar la noche, una entrevista a Santiago Segura. Le echábamos de menos. A pesar de que la conversación entre Eva Hache y Segura no estuvo mal, ¿no había un invitado más adecuado parar inaugurar Cuatro? Segura ha salido, en los últimos meses, hasta en el programa de cocina de José Andrés!! No esperábamos encontrarlo también en el estreno de Cuatro. Se echó de menos que sacaran más jugo a Carlos Latre, sin duda una de las bazas más fuertes de la nueva cadena.

Llamó la atención también las contínuas referencias a la competencia -un recurso poco original, por otra parte- como la de Paco González (“Maracaná 05”), que reventó el final del peliculón de Antena 3: “Si están zapeando y están viendo ”Men in Black 2“, que sepan que la final ocurre..., o sea que no merece la pena. En cambio si que merece la pena recibir ahora a...”, y también hizo referencias negativas a las ofertas de Telecinco y TVE-1, “CSI” Y “Mira quién baila”.

Anteriormente, Carlos Latre hizo un guiño a Matías Prats, cuando dijo “ahora Gabilondo va a superar a todos los presentadores de Informativos. Especialmente al del 6% T.A.E.. Ahora va a ser un 12% T.A.E.”, o algo similar. Vaya, que está todo por demostrar. Visto lo visto, hubiera sido preferible empezar desde el primer momento con la programación normal. Al menos nos hubiera permitido calibrar la fuerza e intensidad de las primeras propuestas de Cuatro. Ayer, sinceramente, nos quedamos con las ganas de tener un criterio definido. La programación que vimos ayer no nos permite hacer otro tipo de valoraciones más precisas.