La actriz Irene Montalá narra cómo un hombre intentó agredirla: “Me abalancé a la puerta. Él también”
La actriz Irene Montalá, conocida por series como las recientes Presunto Culpable y La Verdad, así como por otras que se emitieron con éxito como El Barco y El Internado, ha relatado en su blog para la revista Woman un episodio en el que evitó la agresión de un hombre.
La intérprete, que es pareja y tiene un hijo con el también actor y exconcursante de Tu cara me suena Miquel Fernández, rememora lo que le ocurrió en “una pizzería muy conocida y céntrica en La Ramblas de Barcelona”, en un momento en el que la sociedad española sigue conmocionada por el asesinato de Laura Luelmo y cada vez hay más adhesión al feminismo y lucha contra el machismo.
Montalá entró al establecimiento para ir al servicio, y mientras estaba en el baño se dio cuenta de que un hombre la esperaba fuera, por lo que intentó reaccionar: “Me abalancé a la puerta para cerrarla con el seguro. Él también se abalanzó. Forcejeamos”.
En ese forcejeo, la puerta le golpeó en la cara provocando que “al día siguiente tuviera una parte de mi boca totalmente negra”. Pero lo que más lamenta la actriz es que, en ese momento, comenzó a gritar para pedir ayuda pero “nadie bajó. Nadie”.
“Yo sentía pura vergüenza”
“Me contaron que el hombre salió por su propio pie. Todo el restaurante en silencio mirándolo. Mis gritos seguían. Salió andando y cuando llegó a la puerta de entrada, echó a correr”, relata Montalá, lamentando la no reacción del resto de personas en el local.
Los empleados del restaurante sólo bajaron después de que un hombre argentino acudiese en su ayuda tras escucharla desde la calle: “Abrí la puerta. No podía apenas hablar. Temblaba. Me subieron arriba y todo el mundo me miraba sin articular palabra. Me sentí observada, avergonzada. Me dieron una tila. Sola en una mesa con cincuenta ojos encima de mí, magullada y sin poder dejar de temblar. Me fui”.
Tras el episodio, la actriz explica que ni tan siquiera pudo denunciarlo, ni ha querido volver a ese restaurante: “Mi tío quería llevarme a la policía y yo sentía pura vergüenza”. Montalá también reconoce que le ha provocado dos traumas: sentirse insegura incluso rodeada de gente, y ser incapaz de ir a un baño sola en el que tenga que subir o bajar escaleras.
La intérprete concluye con una reflexión: “ La realidad es que como sociedad tenemos muchísimo trabajo todavía. Estamos lejos, muy lejos de pensar que estamos seguras”.