Volando voy, volando vengo se estrenó este jueves, 26 de junio, en Telecinco como una variante del formato original que da visibilidad al mundo rural, y llevará a cabo importantes misiones para mejorar la vida de sus protagonistas, como demostró en su primera entrega.
En ella, Jesús Calleja y su equipo viajaron hasta Sot de Chera, un municipio de la sierra de Valencia que fue arrasado por la DANA el pasado mes de octubre. El pueblo contaba con una playa fluvial y un paseo que vertebraba la vida social y el motor turístico y económico.
Los vecinos explicaron al presentador que, tras las lluvias, quedó totalmente devastado, convirtiéndose el río en lo más anhelado por sus vecinos. Un reto que el equipo del programa se tomó personal y cumplió con la reconstrucción.
Para darle más emoción, escogieron a Fina - la mujer de 95 años del pueblo- para ser la que viajara desde el aire con Calleja y viera por primera vez el cambio de su pueblo. Como la habían tenido escondida durante la rehabilitación, Fina vio desde el helicóptero todas las mejoras.
“Madre de mi vida, ahora mismo te daría un abrazo. Habéis vuelto a hacer el parque arriba y todo. ¡Pero si habéis hecho un vergel! Madre mía lo que habéis hecho, esto no me lo imaginaba yo, Jesús”, decía emocionada la vecina.
Mientras, el programa mostraba el antes y el después de cada rincón rehabilitado: devolvieron la playa fluvial con un paseo con jardineras, plantas, árboles y una escalera para bajar a la arena, con toallas y sillas.
Una pista de petanca - que los vecinos pidieron reiteradamente a Calleja-, un parque de niños con columpios, juegos y de nuevo el río. “Si hay río, hay pueblo y futuro” concluía Calleja ante los aplausos de los vecinos.