Telecinco

Jorge Javier cuenta el drama de su última operación estética y sus consecuencias para presentar: “Se me desfiguró la cara”

Jorge Javier Vázquez, durante su entrevista en 'De Viernes'

Pedro Zárate

Además de reencontrarse con Lydia Lozano dos años y medio después del final de Sálvame, la visita de Jorge Javier Vázquez este viernes a De Viernes también dio para otra cosa: para que el catalán hablara largo y tendido sobre los entresijos de su última operación estética. Un paso por el quirófano que ha dejado muy satisfecho al presentador, que se ve “mucho mejor que antes”, pero que fue muy sonado a principios de temporada por el rostro tan diferente que lució el catalán a su vuelta de vacaciones. “Los programas, como las caras, necesitan tiempo para asentarse”, llegó a bromear al respecto en su primer día del curso en El diario de Jorge.

Sin embargo, este viernes se puso más serio para hablar tanto del porqué de su operación como de la complicada situación que vivió tras el posoperatorio. Y es que la idea inicial de Jorge Javier era operarse “únicamente el cuello”, pero el circujo le planteó “otro tipo de cosas” que se podía hacer “para rejuvenecer más la cara”, y él, como se veía preparado para afrontar más operaciones, tiró para adelante.

El presentador de Telecinco lo hizo, entre otras cosas, porque es una persona muy preocupada por lucir bien ante las cámaras. “Llevo 30 años saliendo en televisión y, sinceramente, no aguanto verme todos los días en un plasma y sobre todo a una determinada edad. No es lo mismo verte a los 20, 30 o 35 que ahora con 50 a 55 años. Evidentemente, hay un bajón físico importante y creo que no es lo mismo cuando trabajas en un medio donde no te tienes que ver, que en uno en el que te tienes que ver todos los días ampliado. A mí no me gustaba. Incluso había días que llegaba a pensar 'prefiero quedarme en casa a verme así'. Me producía rechazo... Y que tengo 55 años, la edad no perdona absolutamente a nadie”, dijo en este sentido.

Así pues, Jorge Javier no solo se operó el cuello, sino también varias zonas de la cara. El cirujano le recomendó hacérselo todo en dos fases, pero él tenía otros planes: “Yo como lo quiero todo, pues no quería perderme las vacaciones. Me iba 15 días en julio y ya después solo me quedaba un mes para recuperarme. Por tanto, tenía dos problemas: el tiempo y lo más importante, que desde el 2019, cuando me dio el ictus, yo me tomo una pastilla todos los días, y esto para las operaciones es complicado”.

Así afectaron las operaciones a Jorge Javier a la hora de presentar

Y tan complicado fue, que el día después de recibir el alta resultó ser bastante delicada. “No podía dormir, me levanté y noté como la cara se me empezó a llenar de algo. La sentía a punto de explotar. Fue tremendo. Era un dolor tremendo”, contó el conductor de GH 20, que debido a este serio percance tuvo que volver al quirófano para que le metieran un tubo por el cuello para drenar. “Había tenido una subida de tensión y por eso se me quedó la cara totalmente desfigurada. Era como El hombre elefante. El ojo no lo podía abrir, parecía que me habían pegado una paliza y tenía un derrame tremendo”, explicó a los presentes.

“Por eso salí con gafas de sol al estreno de Supervivientes All Stars, porque no conseguí que el derrame se me fuera”, añadió a continuación. Esto no es lo único que le prevocó cambios a la hora de presentar en Telecinco. Actualmente también tiene “un vultito” en el lado derecho de su cara, el cual no quiere lucir cuando está trabajando. Por eso ahora se siente a hablar con los invitados de El diario de Jorge luciendo su perfil izquierdo y no el derecho: “Yo en El diario decía a mis invitados 'déjame este lado, que tengo un flemón'”.

Se trata de un detalle menor si lo comparamos con el extraño aspecto que Jorge Javier lució en el talk show a su vuelta de vacaciones. Él mismo explicó este viernes el porqué del mismo: “El 29 de julio me hice los ojos y luego el lifting de la cola de la ceja, que te levantan un poco. Tengo la cicatriz en la ceja y por eso en el primer día del Diario salí tan raro, porque me pusieron botox en la frente; no para disimular las arrugas, que eso no me importa, sino para que pueda cicatrizar mejor”.

 “Las operaciones de este tipo son de 6 meses a 1 año hasta que la cosa empieza a asentarse”, aseguró el catalán, que también se sometió a una operación en los labios: “Me corté un poquito de piel debajo de la nariz y me la levantaron. Parece que te has puesto labios, pero no es así. Yo no tenía labio y es que con el envejecimiento, uno de los síntomas es que te crece la zona entre la nariz y el labio inferior”, añadió antes de reconocer que “la peor” operación no fue esta, sino “la del cuello, la mandíbula y el lifting normal”.

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