Todo lo que pierde Eurovisión sin España: las consecuencias de la histórica decisión de RTVE en su plantón ante Israel

Melody, con la bandera de España en Eurovisión 2025

Adrián Ruiz

España no estará en Eurovisión 2026. RTVE cumplió este jueves con la amenaza que había lanzado hace unos meses, cuando advirtió que se iría del festival si Israel continuaba participando tras el genocidio en Gaza y la impune utilización que ha hecho del certamen -especialmente en los dos últimos años- como instrumento de propaganda internacional. Durante la Asamblea General celebrada en Ginebra, la UER se alineó con el país hebreo, desencadenando la salida de nuestra televisión, a la que se han sumado las de Países Bajos, Irlanda y Eslovenia.

España, que se ha quedado sola entre el Big Five en su plantón ante Israel -pese a que esperaba que su paso al frente animase a otras cadenas referentes del continente en las presiones a la UER-, se ausentará por primera vez de Eurovisión en 2026 tras 64 participaciones consecutivas desde su incorporación al festival en el año 1961. A la espera de ver si la situación en la Unión o dentro de la propia RTVE cambia en el futuro, España se retira temporalmente del certamen con dos victorias en su palmarés (1968 y 1969) a la que se suma una tercera, la cosumada este 4 de diciembre con su histórica decisión, en forma de acto de dignidad. Como dijo hace unos días José Pablo López, presidente de la Corporación, “los derechos humanos no son un concurso”.

Hablamos de un plantón histórico que deja al concurso sentenciado a muerte -al menos por unos años-, con consecuencias tanto para los que se van como para los que se quedan. Porque sí, Eurovisión puede seguir adelante sin España. Pero aunque muchos no lo crean, lo hará pagando un peaje que tardaremos unos meses en cuantificar. Sin embargo, analizando datos y aspectos previos de nuestra trayectoria y nuestros vínculos culturales con el certamen, se puede anticipar ya la 'mella' que puede hacer en Eurovisión nuestra ausencia.

Melody, en el desfile de banderas de Eurovisión 2025

Así afecta a Eurovisión la retirada de España (y otros 3 países)

Con la salida de España, además de Países Bajos, Irlanda y Eslovenia, Eurovisión se verá sacudido por un terremoto cuyos estragos terminarán de calcularse el próximo mes de mayo. Mientras tanto, analizamos a través de 5 importantes claves todo lo que puede perder el festival tras alinearse con Israel.

  • Menos países (a priori) participantes:

A falta de que la UER comunique la lista definitiva de países que estarán en Eurovisión 2026, un anuncio previsto para antes de Navidad, el festival ha perdido a cuatro participantes: España, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia, a los que todavía podría sumarse Islandia, otro de los miembros discordantes, que compartirá su decisión sobre el certamen el próximo miércoles. Portugal y Bélgica, dos de los que estaban en duda, han confirmado finalmente su presencia en Viena.

De este modo, a priori serían 33 (o 32 si Islandia también se marcha) los países participantes en la próxima entrega del concurso musical (respecto a los 37 que estuvieron en Basilea 2025). Ante esta importante baja, Eurovisión movió ficha ya hace unas semanas para traer de vuelta a dos estados, Bulgaria y Rumanía, que abandonaron el festival en 2022 y 2023, respectivamente, debido a problemas financieros. Así, la organización intenta amortiguar el golpe que supondrá la falta de varios contendientes.

  • Pérdida de países históricos:

A pesar de que RTVE, al contrario de lo que esperaba con su paso adelante, no ha conseguido que las cadenas de más países entre los grandes del continente la sigan en su boicot a la UER, lo cierto es que Eurovisión sigue perdiendo banderas de peso y con importante historia en el festival. En el caso de España, como mencionábamos, Eurovisión deja de tener a uno de los países del llamado Big Five (ahora Big Four), uno de los cinco que más dinero aportan año a año al certamen -junto a Alemania, Reino Unido, Francia e Italia-, razón por la cual tienen asegurado siempre su puesto en la final.

Pero la cosa no queda ahí. Países Bajos se marcha tras ser uno de los países fundadores de Eurovisión -participó en la primera edición junto a Suiza, Bélgica, Alemania Occidental, Francia, Italia y Luxemburgo- y uno de los que más triunfos alberga con 5 micrófonos de cristal. Y hablando de palmarés, el festival se queda sin Irlanda, el país que más veces ha alcanzado la victoria (7, empatado con Suecia). Sin duda, otro emblemático dentro del concurso europeo que se queda fuera por el amparo de la UER a Israel.

Los representantes de España, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia en Eurovisión 2025
  • Importante caída de audiencias:

España es también uno de los países que más público aporta a Eurovisión. Para el certamen, la marcha de RTVE supone la pérdida de su tercera mayor audiencia. Por ejemplo, la final de 2025, con Melody como representante, fue seguida por 5,9 millones de espectadores de media en La 1, solo por detrás de Alemania y Reino Unido.

El promedio de RTVE en las finales de las últimas cinco ediciones se establece en 5,3 millones de televidentes. Basándonos en el dato de espectadores únicos, el baremo que usa la UER para dar las audiencias de televisión, la cifra asciende a 12,4 millones de personas que, también de media de las últimas cinco finales, contactaron en algún momento con la gala decisiva del concurso.

Cogiendo como medidor ese dato de espectadores únicos, y sumando las cifras de los cuatro países que, de momento, abandonan Eurovisión -a falta de confirmarse de forma definitiva si emitirán o no el certamen a pesar de no participar-, el impacto sería aún mayor. El analista Hugo Carabaña ha recopilado en sus redes sociales los registros de la pasada edición de 2025 en los que la UER detalla el cómputo global de toda la semana (dos semifinales y gran final), dejando clara la magnitud del problema para la organización.

Según ha recogido, y verTele ha contrastado, Eurovisión 2025 acumuló 166 millones de contactos (espectadores únicos) entre todos los territorios en los que se emite. De ellos, 17 millones fueron de España; 8.6 millones de Países Bajos; 1.5 millones de Irlanda y 676.000 de Eslovenia. La suma de los cuatro países supone 27,8 millones de espectadores únicos, es decir un 16,7% del total. Hablamos de un porcentaje muy elevado, que podría aumentar con la salida de Islandia y que anticiparía una importante caída en audiencias. En el año 2008, el efecto Chikilicuatre hizo que la cifra se disparase enn RTVE hasta los 24.8 millones de contactos, nuestro récord histórico desde que hay registros, lo que da cuenta del peso que España tiene y ha tenido siempre en el festival.

  • Pérdida de apego entre los fans:

Eurovisión vive principalmente -y ha sobrevivido durante tantos años- gracias al papel fundamental que desempeñan sus hordas de fans a lo largo y ancho del viejo continente. Lo ocurrido en la Asamblea General, con la UER dejando ir a países claves por respaldar al genocida de Israel, no sólo propiciará la pérdida de audiencia de los países que, como España, rechacen emitir el concurso. El festival podría ver mermado también el 'músculo' eurofan que cada año se palpa en las ciudades anfitrionas, en las que España figura siempre como uno de los países que más público moviliza.

La vergüenza histórica de Eurovisión en la gestión de esta crisis podría hacer que muchos seguidores declinasen participar en todo lo que rodea al certamen, ya sea entre los fans de los propios países que han abandonado como entre los de otros estados que también se hayan visto decepcionados. Además, Eurovisión cuenta con una gran comunidad hispana, que por las conexiones idiomáticas podrían sensibilizarse con nuestro país y sumarse al 'boicot' en su apoyo y seguimiento.

  • Fin de su credibilidad y prestigio:

Pero, sin duda, la mayor pérdida para Eurovisión tras la cumbre de esta semana es la de la credibilidad, la reputación y el prestigio. Como hemos analizado en verTele a lo largo de los dos últimos años, la UER ha dejado a Israel campar a sus anchas por el festival, utilizándolo como escaparate de propaganda y blanqueo internacional mientras perpetraba un genocidio en Gaza que deja desde 2023 más de 70.000 muertos (360 desde la entrada en vigor del alto el fuego del pasado 10 de octubre que Israel no ha parado de saltarse).

La manga ancha que la Unión ha tenido con Israel va más allá, ya que el país hebreo ha incumplido constantemente la normativa de Eurovisión a través de una televisión pública KAN que, como recopilamos en este reportaje, ha cometido también decenas de infracciones que, de haber sido otro país, hace tiempo que habría sido apartado del certamen. Nada más lejos de la realidad: Israel seguirá en Eurovisión con total impunidad mientras algunos miembros históricos, que sí han respetado la integridad y espíritu del formato, se ven forzados a abandonar.

Israel en Eurovisión 2025

Pros y contras para España y RTVE del adiós a Eurovisión

La decisión de RTVE de que España no participe en Eurovisión 2026, en lo que a pirori sería una ausencia de un año, también tendrá consecuencias para nuestro país y su televisión pública. Algunas negativas pero también otras positivas que abren puertas a escenarios que, a la larga, pueden ser beneficiosos para la emisora y para la industria musical dentro de nuestras fonteras.

En el lado desfavorable, RTVE se queda sin la emisión no deportiva más vista del año. Tal y como ha confirmado ya la Corporación, La 1 no emitirá un evento que en las últimas cinco ediciones ha promediado más de 5,3 millones de espectadores. Además, pierde el pilar que da sentido al Benidorm Fest, certamen nacional que se creó como preselección para elegir a nuestro representante en Eurovisión. De este modo, se verán afectadas las dos marcas musicales por excelencia del canal en la actualidad.

En lo positivo, RTVE ha tomado una decisión histórica que ha afianzado a España como referente mundial en defensa de los derechos humanos y en su posición de claro rechazo al genocidio que Israel ha perpetrado durante años sobre el pueblo palestino. Además, aunque el Benidorm Fest cambiaría su objetivo, sería una oportunidad de oro para construir un festival local sólido e independiente a otros concursos, con la posibilidad de que se convierta en una referencia de verdad para grandes artistas que hasta ahora no se han animado a participar al estar vinculado a Eurovisión.

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