Los jóvenes y el sexo, un “Salvados” que deberían poner en los institutos
La nueva entrega de Salvados dio voz a un grupo de jóvenes que reflexionaron sobre cómo viven y entienden el sexo.
Sus experiencias - tempranas, algunas violentas y otras románticas- sorprendieron a los espectadores que aplaudían la naturalidad y valentía de ponerse frente a la cámara para hablar de un tema que para muchas generaciones fue tabú.
Hablaron sobre cómo entendían el papel de la mujer en las relaciones sexuales, las lecciones del porno, de las redes sociales y hasta el caso de 'La Manada' dejando en silencio en varias ocasiones al propio Jordi Évole que no sabía cómo reaccionar ante tales confesiones.
El papel de la mujer en el sexo, porno y “la manada”
Los jóvenes confesaron ver porno y utilizarlo con diferentes fines, a la vez que señalaban que el sexo que aparece no es realmente el que quieren experimentar : “Cuando creces te das cuenta de que el porno no es bueno, es machista y muy falso, no vas a tener sexo de esa manera”“
Por lo que criticaban lo que después se encontraban que habían aprendido sus parejas de lo que ellas querían en la cama: “El porno es machista, agresivo, denigrante y está hecho para el disfrute de los hombres. No puedo ver cómo zurran a una chica”.
En la misma línea, recordaron cómo el caso de 'La Manada“ les sacudió por empatizar con la víctima: ”A todas nos ha pasado que en alguna fiesta nos hemos sentido acosadas y es fácil ponernos en la situación de esa chica, dices puedo ser yo y no la están creyendo“.
Reflexiones que se traspasaron a las redes:
“Lo de hoy no es periodismo, es sociología grabada”
Otro de los testimonios que impactó fue el caso de Julia que con tan solo 16 años ya había sufrido maltrato por una pareja: “Es una putada porque soy yo, y no él, la que se tiene que recuperar de todo”.
Esa y otras historias que relataron hicieron que los espectadores aplaudieran a los protagonistas por verbalizarlas y hacer entender que existe un problema que debería tratarse desde el sistema educativo.
Tanto público anónimo como políticos como Iñigo Errejón proponían “poner el programa en los institutos”.
“No somos nosotros en Instagram”
Otra de las experiencias que sorprendieron a las redes fue la forma de entender las redes sociales: “Somos esclavos de Instagram” porque si te lo quitas, “te sientes fuera de todo”. También hablaron sobre el “postureo” y lo que dan a entender con él: “Las mujeres podemos mostrarnos sexualizadas y a la vez empoderadas”.
Unas palabras que también dieron que hablar en Twitter: