'MasterChef 13' desorientó a los aspirantes al expulsar “al eje sobre el que pilotaba la casa”

Ismael, Víctor y Ana María, en 'MasterChef 13'

Paula Hergar

6 de mayo de 2025 01:52 h

La nueva entrega de MasterChef 13 vivió la expulsión de Ana María, la veterana de 62 años a la que Pepe lamentó ver marchar, ya que era “el eje sobre el que pilotaba la casa” de los aspirantes. A las puertas se quedaron Víctor e Ismael de nuevo, que apuntan a ser los próximos en salir de las cocinas.

Todo ello en una entrega en la que Melody y Silvia Abril fueron las invitadas de un primer reto con especies invasoras del mar o especies superpobladoras de la península ibérica.

En la que viajaron a Talavera de la Reina para conocer el proyecto solidario de Carlos Maldonado, y que por último, Martín Berasategui cumplió sus 25 veces de visita en el talent culinario.

Primera prueba con un sabor agridulce para Bea

Para empezar la noche con buen pie, el jurado organizó el juego de las canciones por generaciones. Tras escuchar un tema, los aspirantes debieron acertar qué canción era, el artista que la cantaba y a qué año o generación pertenecía. Para ayudarles visitaron el programa Melody y Silvia Abril.

Bea fue la que consiguió más aciertos y como recompensa pudo asignar el producto principal a cada aspirante. En 75 minutos, cocinaron un plato libre con el producto asignado por la citada compañera.

Acabado el tiempo empezó la cata. Los jueces dedicaron sus mejores valoraciones al plato de Clara que estaba “muy rico”, al de Chema por un buen sabor, a Emilio por una crema “divina” y Ana María por un arroz “riquísimo”.

A cambio, las críticas más duras fueron para Ariana por un “plato dispar”, Yago por “una marranada cruda”, Ana por un “conejo maltratado”, Víctor por una elaboración “insípida”, Gabriela por un “quiero y no puedo”, Limin por un “acabado regular” e Ismael por una “sopa boba”. Sin embargo, la que peor acabó fue Bea a la que dieron directamente el delantal negro por elegir el mejor ingrediente para ella y hacer “una cosa que no se podía comer”.

Prueba de exteriores en la escuela de inserción social de Carlos Maldonado

Después, el jurado y los aspirantes se trasladaron a Talavera de la Reina (Toledo), para conocer el trabajo de Semillas, una escuela de hostelería cuyos alumnos necesitan un impulso para acceder a un empleo. Al frente del proyecto está el chef Carlos Maldonado, ganador de la tercera edición: “Hemos creador una escuela para la inserción social”, resumió.

Chema y Emilio se convirtieron en los capitanes, al ser los mejores de la prueba anterior. Chema hizo equipo con Clara, Ariana, Yago, Ana y Víctor; mientras Emilio formó su bando junto a Ismael, Gabriela, Ana María, Bea y Limin.

Los equipos cocinaron un menú firmado por Carlos para 70 invitados. Algo que no estuvo exento de tensión y emoción. Bea no pudo reprimir las lágrimas al recordar que su padre es su referente, ante un Emilio que se bloqueó totalmente.

Lograron sacar los platos, pero las valoraciones no fueron positivas. El equipo de Emilio estuvo desconcertado por una capitanía caótica. Mientras que el de Chema se mostró orgulloso de su trabajo. Aunque los jueces criticaron la actitud demasiado optimista del capitán ante el resultado que tuvieron, pero fueron los ganadores de la prueba.

Prueba de eliminación con la expulsión de Ana María

Emilio, Yago, Ismael, Gabriela, Ana María, Bea y Limin regresaron a las cocinas con los delantales negros. Allí se encontraron con tres cajas de ingredientes, que representaban el pasado, el presente y el futuro de la trayectoria profesional de Martín Berasategui.

Tuvieron que elaborar un plato libre, con el grupo de ingredientes que les asignaron con máquinas profesionales como una deshidratadora, una plancha teppan para trabajar con nitrógeno, un dj para emplatar… una propuesta que desanimó a Limin desde el principio. Lloró antes y durante las elaboraciones, sin disfrutar del momento.

A mitad de cocinado, los jueces permitieron a los aspirantes del balconcito que salvaran a otro de sus compañeros: “A Yago”, decidieron sin saber que otro de ellos debía bajar a cambio. Victor se propuso para el foso y se puso con el plato que había dejado su compañero.

Finalizado el tiempo, Emilio fue el primero en presentar un plato “impresionante”, le siguió Bea con una apuesta “maravillosa”, después Limin con una propuesta “buenísima” y Gabriela hizo hasta un homenaje “a la caza”. La decepción llegó con Ismael por un plato “sin potencia, ni finura”, así como el de Victor que no convenció, ni el de Ana María por una elaboración “raruna”.

Tras la valoración, los jueces se marcharon a deliberar y al regresar Pepe sentenció: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Ana María”. Una decisión que sorprendió a algunos de sus compañeros que se llevaron las manos a la cabeza. Así como lo lamentó el propio Pepe por despedir “al eje sobre el que pilotaba la casa” de los aspirantes. Sin embargo, ella se marchaba asegurando haber cumplido un sueño que disfrutó cada segundo.

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